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Álex GrijelmoEl Pais |
Las técnicas de omisión de palabras incómodas se contagian entre políticos de ideologías incluso muy distantes
Esta licencia refleja orgullo desmedido o exageración evidente, y otras veces identificación ideológica o emocional
Si aplicamos a una obra de arte el mismo adjetivo que a la hora de una cita, su devaluación se vuelve inevitable
El término se aparta de la morfología habitual, y no se entiende a la primera. Es fruto del anglocentrismo reinante
Deberíamos obrar en consecuencia y no llamar Guillermo al marido de la princesa, sino William Arthur Philip Louis
Lo pronuncian de esa forma, como si fueran las medidas de una estantería o el ancho y el alto de una nevera
El lenguaje de la política española tiene eso: que se arroja más que se ofrece. Lanzan las palabras para librarse de ellas
Los redactores se enganchan a ciertos verbos y no los sueltan, quizás por el desconocimiento de otros más precisos
Algunos políticos se ven tan poderosos que pretenden decidir qué significan las palabras desde que ellos las pronuncian
Viendo el espectáculo, me preguntaba cómo algo tan auténtico podía congeniar con el nombre de ese ciclo de conciertos
Las cigüeñas ya no vuelven por San Blas, los murcianos no son de mal vivir y no siempre quien calla otorga
Este galicismo se refiere a la acción de los ultras en la Red. Pero Feijóo, inexplicablemente, se dio por aludido
Disponer de la información adecuada y activarla nos defiende de los engaños que se buscan con algunos términos
Los neologismos enriquecen la lengua, incluso los que se traen del inglés. Otra cosa es que todos mejoren la comunicación
Como suele ocurrir con las afirmaciones falsas, la atribución de esta autoría a un sabio oriental es falsa también
A cada rato oímos alteraciones como “la cónstitucionalidad”, “la réstitución de derechos” o “la sólidaridad”
Calentamiento, cambio, emergencia... Se han sucedido las opciones para nombrar el gran problema que afronta la humanidad. He aquí una nueva propuesta
Las figuritas de mazapán se documentan en el siglo XVI, pero ni siquiera hoy aparecen en el Diccionario
La definición del ‘Diccionario’ dice: “En las paradas, persona que dirige el miembro del caballo en el acto de generación”
El significado de las palabras no se puede presentar como un asunto menor que se comunica con indiferencia
En algunos contextos, el uso de ciertos pronombres nos presenta como objetos, nos despersonaliza
Se extienden en los medios de comunicación algunos modos particulares del castellano que se habla en Cataluña
El cohecho implica el pago a un funcionario, pero el soborno se refiere a cualquier persona, según el ‘Diccionario’
¿Cómo hemos podido vivir sin ese término hasta hace nada? ¿Cómo se nombraba antes la extralimitación judicial?
Algunos innovadores creen que para dejar claro el vanguardismo de un empeño hay que usar palabras en inglés
Si la ley argentina declarase como idioma oficial el argentino, los argentinos seguirían hablando castellano
Quizás pocos lectores percibieron esa desafinación, pero hemos de escribir para ellos; porque son un grupo influyente
Ni Feijóo ni otros profesionales de la palabra hacen caso a las academias y a los libros escolares
El diccionario de 1726 ya incluía “azafata” para designar a la camarera de la reina que usaba un azafate
El científico Spencer Silver buscaba un pegamento muy fuerte y halló uno muy débil
La palabra fue inventada en 1980 por José María Fraguas, redactor de TVE y hermano del humorista Forges
El genio del idioma ha aportado una certera alternativa popular al anglicismo top-less, y empieza a usarse en público
La blanda locución copiada del inglés se va extendiendo para referirse a casos de abusos sexuales machistas