CAMAGÜEY.- Hace algunos años se puso de moda un término que, aunque es antiguo, creó una nueva visión del concepto. Se trata del sustantivo emprendimiento, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) se refiere a la acción y efecto de emprender, de acometer una obra.

Para muchos cubanos emprender es sinónimo de ganarse la vida de algún modo, buscar el sustento así sea ofertar café en el portal de la casa, hacer servicio a domicilio, vender dulces caseros; montar su propio negocito… sin aspirar a una empresa mayor por falta de capital.

En cambio, aquel que se pasa la noche en una cola para luego vender el turno, el que vende los medicamentos de producción nacional a altos precios, el que compra un producto y luego pretende ganarle el triple en el mercado negro, ese no emprende; ese se aprovecha de la crítica situación económica del país y derivado de ello, de la necesidad de sus coterráneos.

En Cuba emprender está arraigado a las nuevas formas de gestión no estatal de la economía implementadas a partir del 2021, e incluso mucho antes de esa fecha al surgir el trabajo por cuenta propia (TCP) que ha tenido sus constantes cambios en las últimas décadas.

El plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030 señala, entre sus objetivos, fomentar la cultura emprendedora. También la Constitución, refrendada en febrero de 2019, recoge la figura de la propiedad privada entre las aceptadas para el país.

Es evidente que los cuentapropistas han crecido como actores en la sociedad, lo que muestra un espíritu emprendedor. En Camagüey existen un total de 26 000 TCP, según datos recopilados por la dirección provincial de Trabajo al cierre de febrero de 2024, donde los jóvenes representan el 30 %. Esto sin contar otras formas de emprendimiento como las Mipymes, proyectos de desarrollo local, cooperativas no agropecuarias y minindustrias.

Entre las modalidades más recurrentes en el territorio están las relacionadas con la producción y comercialización de alimentos, producción artesanal, actividades gastronómicas y recreativas, producciones industriales y prestaciones de servicios.

Todo emprendimiento que se lleve a cabo en el país debe ser innovador, adaptable para la optimización con el tiempo, deben crearse con paciencia, determinación y, sobre todo, buscando aquello que diferencia una oferta de las demás. ¿Se tendrán en cuenta estos aspectos al aprobar los proyectos de gestión no estatal? Debe pensarse en esto con especial interés.

Sin lugar a dudas, los emprendimientos son piezas clave en la economía de cualquier país porque generan empleos, fomentan la innovación y aumentan la productividad. El contexto cubano actual representa claramente la necesidad de que los nuevos actores económicos diversifiquen y contribuyan a la economía, con precios asequibles para la población, donde cada persona se acuesta cada día pensando cómo emprender para vivir mejor.

QOSHE - Emprender, un verbo de primer orden - Yamnevys Cuellar Pérez
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Emprender, un verbo de primer orden

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02.05.2024

CAMAGÜEY.- Hace algunos años se puso de moda un término que, aunque es antiguo, creó una nueva visión del concepto. Se trata del sustantivo emprendimiento, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) se refiere a la acción y efecto de emprender, de acometer una obra.

Para muchos cubanos emprender es sinónimo de ganarse la vida de algún modo, buscar el sustento así sea ofertar café en el portal de la casa, hacer servicio a domicilio, vender dulces caseros; montar su propio negocito… sin aspirar a una empresa mayor por falta de capital.

En cambio, aquel que se pasa la noche en una cola para luego vender el turno, el que vende los medicamentos de producción nacional a altos precios, el que compra un........

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