Seguramente no existe cubano que ignore quién fue Antonio Maceo, una de las figuras cimeras del siglo XIX de este país. De sus principales hazañas y méritos abunda información. Sin embargo, pocas veces se hace referencia a las circunstancias en que fue ascendido a mayor general del Ejército Libertador.

Mulato oriental y de posición económica relativamente holgada, el que pasaría a la historia como el Titán de Bronce se unió a los mambises desde los primeros días de la Guerra de los Diez Años, al igual que su familia. Poseía inteligencia natural y su posición social le había permitido alcanzar ciertos niveles de instrucción. De tal modo, fue escalando en grados dentro de las fuerzas insurrectas, hasta llegar a ser uno de los principales jefes militares de la región oriental.

Para 1877, había protagonizado un sinnúmero de combates de los que salió victorioso. Ese año, cuando ya era evidente la crisis interna de las instituciones revolucionarias, fue ascendido a mayor general. El nombramiento ocurrió el 6 de mayo, durante una sesión de la Cámara de Representantes, tal y como indicaba el procedimiento.

A Maceo, hasta entonces brigadier, se le había perdido su hoja de servicios (sería ocupada por los españoles algunas semanas después). Al parecer, la ausencia de ese documento generó reticencias en parte de la Cámara de Representantes, pues el diputado Miguel Betancourt debió comentar públicamente que, mientras a un hombre como Maceo, quien había prestado tan eminentes servicios a la República en Armas, se le exigían pruebas para concederle un bien ganado ascenso, a otros que solo se ocupaban en intrigas políticas y mantenían una conducta indisciplinada se les otorgaba sin analizar siquiera sus antecedentes negativos. Finalmente, la promoción fue aprobada por mayoría.

Esto lo cuenta, en su libro Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, José Luciano Franco, el profesor y periodista que ha sido considerado maestro de historiadores y que fue un destacado investigador de la vida y obra del hombre de la Protesta de Baraguá.

El más alto grado militar no eximió a Maceo de los prejuicios todavía subyacentes en sectores del liderazgo mambí. Además de enfrentar las balas españolas, el nuevo mayor general debió ponerse por encima de intrigas y mezquindades, agazapadas entre antiguos criollos acomodados. Pero su carrera militar no dejó lugar a dudas: Maceo honró hasta el último minuto los grados conferidos.

QOSHE - ¿Cuándo Maceo ascendió a mayor general? - Ariel Pazos Ortiz
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¿Cuándo Maceo ascendió a mayor general?

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05.05.2024

Seguramente no existe cubano que ignore quién fue Antonio Maceo, una de las figuras cimeras del siglo XIX de este país. De sus principales hazañas y méritos abunda información. Sin embargo, pocas veces se hace referencia a las circunstancias en que fue ascendido a mayor general del Ejército Libertador.

Mulato oriental y de posición económica relativamente holgada, el que pasaría a la historia como el Titán de Bronce se unió a los mambises desde los primeros días de la Guerra de los Diez Años, al igual que su familia. Poseía inteligencia natural y su posición social le había permitido alcanzar ciertos........

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