El análisis reciente de la Unidad de Inteligencia del prestigioso semanario The Economist (EIU) no hace más que subrayar una verdad cada vez más ineludible en el contexto global: un ambiente empresarial robusto y favorable es un motor indiscutible de crecimiento económico, inversión y mejoramiento del nivel de vida de los ciudadanos.

Las mejoras notables en los ambientes empresariales de Grecia, Argentina e India, como informa la EIU, no solo preludian un incremento en la inversión y el ingreso per cápita, sino que además están configurando estos países como destinos atractivos para el flujo de inversión extranjera directa, un campo en el que Bolivia ha caído al nivel más bajo.

Las políticas pro-empresa no son meramente decisiones económicas; son también catalizadores de cambio social y económico a gran escala, mientras que ahuyentar al capital no es más que una tara ideológica de los que se empeñan en seguir destruyendo naciones.

Tomemos el ejemplo de Grecia, cuyo gobierno ha impulsado reformas significativas, reduciendo impuestos y fortaleciendo la confianza empresarial. Estas acciones forman parte de una estrategia coherente que busca rejuvenecer una economía largamente afectada por la crisis financiera y la austeridad causadas por varias décadas de populismo. El resultado ha sido casi inmediato y se ha traducido en la creación de empleos y un incremento generalizado del bienestar.

En Argentina, las reformas de libre mercado bajo la administración de Javier Milei prometen revitalizar una economía azotada por el estatismo y la demagogia. El enfoque claro hacia la mejora del entorno empresarial no solo atraerá inversión extranjera, sino que también estimulará el emprendimiento local, esencial para la diversificación económica y la reducción de la pobreza.

India, por su parte, destaca como un gigante en potencia con una demografía favorable y un crecimiento económico muy prometedor. Con políticas diseñadas para atraer inversión en manufactura y diversificar cadenas de suministro, India se perfila como un poderoso contrapeso económico en Asia, especialmente en un momento en que muchas empresas buscan alternativas a China.

Un buen ambiente empresarial no solo mejora los indicadores macroeconómicos como el PIB per cápita y los niveles de inversión, sino que también tiene un impacto profundo y duradero en la calidad de vida de los ciudadanos. Las personas en países con ambientes empresariales saludables disfrutan de mayores oportunidades de empleo, mejor calidad en los servicios y un mayor acceso a bienes de calidad debido a la competencia y la innovación que un mercado abierto promueve.

No se puede ignorar el aporte de un buen ambiente empresarial a la estabilidad y previsibilidad. Como lo demuestra el caso de Singapur, mantener un entorno favorable para los negocios durante 16 años consecutivos no solo ha asegurado su posición en la cima de los rankings globales, sino que también ha garantizado un crecimiento económico constante y sostenible. No hace falta decir los estragos que ha causado en países como Bolivia y Venezuela, haber procedido a la inversa.

QOSHE - El impacto transformador de un buen ambiente empresarial - El Día Editorial
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

El impacto transformador de un buen ambiente empresarial

39 54
10.05.2024

El análisis reciente de la Unidad de Inteligencia del prestigioso semanario The Economist (EIU) no hace más que subrayar una verdad cada vez más ineludible en el contexto global: un ambiente empresarial robusto y favorable es un motor indiscutible de crecimiento económico, inversión y mejoramiento del nivel de vida de los ciudadanos.

Las mejoras notables en los ambientes empresariales de Grecia, Argentina e India, como informa la EIU, no solo preludian un incremento en la inversión y el ingreso per cápita, sino que además están configurando estos países como destinos atractivos para el flujo de inversión extranjera directa, un campo en el que Bolivia ha caído al nivel más bajo.

Las políticas pro-empresa no son meramente decisiones económicas; son también........

© El Día


Get it on Google Play