Quiero entender a los políticos (aunque sea mi psicóloga la única que se beneficie). Quiero entenderlos porque en sus manos está el presente y futuro de nuestra sociedad. Son ellos los elegidos. Son los llamados a propiciar las oportunidades que demandamos los ciudadanos. Sin embargo, los últimos giros han incrementado aún más la incredulidad que recaía sobre ellos. Lo acontecido primero en la Asamblea Legislativa Departamental y luego en el Concejo Municipal han asombrado a más de uno. ¿Qué motiva estas confrontaciones y acusaciones tan personales?

Del pedido de unidad saltaron, en cuestión de días, a la fragmentación de bancadas. Las alegres fotos de grupo se diluyeron en peleas sin sentido que empantanan cada sesión. Gritos de impotencia en unos y prepotencia en los otros. Todos, eso nunca falla, se arrogan la máxima representación del pueblo “a quien sirven con dedicación y entrega única”. Si supieran las reales necesidades de la gente, de seguro sentirían vergüenza los “honorables”.

Hablan de principios, discuten anticipos. Ni los más avezados pronosticadores del clima logran advertir estos repentinos cambios tempestuosos. ¡Traidor! Entonan valientes si los acuerdos los dejan al margen. Suavizan la voz y matizan el calificativo cuando las alianzas los favorecen. Entonces son renovadores. Eso sí, todos se vuelven leales amigos cuando engrosan las listas electorales que les permitirán perpetuarse, un periodo más, en el olimpo de los privilegiados.

QOSHE - CARA A CARA - Juan Manuel Ijurko
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11.05.2024

Quiero entender a los políticos (aunque sea mi psicóloga la única que se beneficie). Quiero entenderlos porque en sus manos está el presente y futuro de nuestra sociedad. Son ellos los elegidos. Son los llamados a propiciar las oportunidades que demandamos los ciudadanos. Sin embargo, los últimos giros han incrementado aún más la incredulidad que recaía sobre ellos.........

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