Era tal su belleza que el más poderoso de los dioses quedó prendado de su hermosura. Pero temeroso de ser rechazado adoptó la forma de un manso toro. Ante tal mansedumbre, la deseada Europa montó sobre los lomos del atractivo astado. Al sentir éste que su cuerpo estaba sobre él, huyó velozmente lanzándose al mar, para refugiarse en la isla de Creta, donde Zeus poseyó a Europa sin que ella opusiese resistencia alguna. Tres hijos procreó la reina de Creta del más poderoso de los dioses. Él protegió a su prole de la ira de sus coetáneos que, sedientos de sangre, clamaban venganza por el rapto de la más hermosa de sus mujeres. No podían olvidar la afrenta con que Paris, el príncipe troyano, había raptado a Helena, la mujer de Menelao, hecho que recoge magistralmente Homero en la “Ilíada”.

Esa fantástica Europa sigue cautiva del toro que la raptó. Para preservarla de presuntos amantes, la convence para que renuncie a su conciencia y se olvide de sí misma convirtiéndola en esclava hegeliana de un solo amo, él. El uro que protege la frontera del paraíso edénico impide que los fieles seguidores de Ursos, los auténticos discípulos de Alexandre Kojève, entren en su territorio, y para ello libera a sus cancerberos, fieras alimentadas con las vísceras de eslavos adoradores del monte Koskha. Mientras tanto, el amo juega en los burdeles, donde la miseria alienante empuja al sacrificio de los hijos del Sol; en el mundo de la droga todo es posible y los muertos son retirados de las calles con el silencio de los tribunales, que obedecen las instrucciones del amo. En un pacto sangriento, el renacido Josué, convertido en justiciero del erótico Oriente, preserva para el amo las riquezas de las entrañas de Gea. El amo, satisfecho del hediondo y putrefacto sacrificio de los suyos, decide proteger hasta donde haga falta a sus fieles servidores; pero impone una severa condición: las víctimas no serán eliminadas con bombas de racimo, siendo adecuado cualquier otro procedimiento. No importan las edades de los infieles terroristas, “el que mata una mosca en abril, mata mil”.

Benjamín Netanyahu, como judío, sionista y asesino, ha de conocer la obra del filósofo judío Wallter Benjamín que afirma: “El vencedor impone violentamente su voluntad, sus intereses y su presencia como líder”. Sus relaciones son siempre de poder y llega a anunciar que “la violencia educadora” que se manifiesta fuera del derecho ha de ser obligatoria en los currículos de la enseñanza.

Europa calla, solo la generosidad de los jóvenes clama contra el genocidio del pueblo palestino, mientras las instituciones europeas han abandonado el eros y abrazado la pornografía, siguiendo las instrucciones del amo que sigue violando el derecho a la vida de los pueblos del orbe en nombre del dios Dinero

QOSHE - El fracaso de Europa - Gonzalo Iglesias Sueiro
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El fracaso de Europa

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11.05.2024

Era tal su belleza que el más poderoso de los dioses quedó prendado de su hermosura. Pero temeroso de ser rechazado adoptó la forma de un manso toro. Ante tal mansedumbre, la deseada Europa montó sobre los lomos del atractivo astado. Al sentir éste que su cuerpo estaba sobre él, huyó velozmente lanzándose al mar, para refugiarse en la isla de Creta, donde Zeus poseyó a Europa sin que ella opusiese resistencia alguna. Tres hijos procreó la reina de Creta del más poderoso de los dioses. Él protegió a su prole de la ira de sus coetáneos que, sedientos de sangre, clamaban venganza por el rapto de la más hermosa de sus mujeres. No podían olvidar la afrenta con que Paris, el príncipe troyano,........

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