Nos hemos referido anteriormente a que la economía vietnamita antes de 1986, cuando se emprende su política de renovación más conocida como el Doi Moi y después de haber terminado su guerra con los Estados Unidos, tenía el siguiente panorama:

El debilitamiento de la economía vietnamita y su crecimiento se debía fundamentalmente a razones internas más que a la crisis internacional, aunque esta la afectaba también.

Resultaba más que evidente que Vietnam debía modificar los rasgos de su modelo para superar su situación económica: eligió abrirse al mercado.

Ese país realizó reformas en la agricultura, el uso de la tierra, el desarrollo industrial, los mecanismos de mercado en el comercio y la industria; diversificó sus relaciones internacionales, construyó y comenzó a formar parte de las instituciones que le facilitaran las relaciones de mercado. Aprobó leyes de inversión, leyes de la empresa, entre otros. Todo ello manteniendo la supremacía del Partido Comunista de Vietnam.

Podemos comparar con la situación cubana actual, bajo el impulso de la Actualización del Modelo Económico Cubano y los resultados (no previstos y negativos) de la Tarea Ordenamiento, y conociendo que el país necesita alrededor de 2500 millones de dólares anuales en inversiones para remontar la situación actual.

En el período 1988-1996, en solo ocho años, tan solo los seis principales inversionistas, Singapur, Taiwán, Japón, Hong Kong, Corea del Sur y Francia, invirtieron 20 mil millones de dólares en Vietnam. Ello demuestra que el levantamiento del bloqueo económico y financiero a Vietnam no fue la causa del despegue económico, sino por el contrario, fue una consecuencia de las transformaciones realizadas.

Tal situación llamó la atención de los principales sectores empresariales de Estados Unidos, motivándolos para una mayor presión en favor de la eliminación del bloqueo en febrero de 1994.

Al socialismo clásico, conocido tanto por los vietnamitas como por los cubanos, le faltó autonomía empresarial, gestión estatal eficiente, incremento constante del nivel de vida, desarrollo del sector no estatal, entre otros elementos.

La política económica aplicada en Vietnam después de 1986 ha dejado experiencias interesantes, entre ellas el “cambio de mentalidad de los cuadros” y mayor autonomía ciudadana en toda la vida del país.

Es evidente que la situación en Vietnam era muy diferente a la de Cuba en el momento en que se inició la reforma. Quienes se oponían a levantar las sanciones en contra de Vietnam en Estados Unidos eran familiares de soldados americanos que murieron en Vietnam. Había muchas familias estadounidenses que pensaban que sus hijos seguían vivos y presos en Vietnam.

Como ya vimos, un punto importante de la negociación fue la disposición del gobierno vietnamita a trabajar con los militares estadounidenses para identificar y devolver los restos de los soldados. Las consideraciones geopolíticas de parte de Estados Unidos con respecto a China también tuvieron un papel, sin duda, importante en el acercamiento entre ambos países.

Vietnam demostró que, desde condiciones de subdesarrollo, se puede avanzar en el impulso de las fuerzas productivas utilizando el mercado, formas diferentes de planificación y mayores niveles de descentralización.

Esas estrategias han permitido que Vietnam sea hoy un país reconocido regional y mundialmente por los resultados alcanzados. La teoría y la práctica de Vietnam demuestran la existencia de diferentes formas de construir el socialismo y donde el tema subjetivo es trascendental; especialmente con la necesidad del cambio de mentalidad bajo las nuevas circunstancias, así como también, de perfeccionar constantemente el modelo económico en función de adecuar al país a las nuevas condiciones que impone los cambios de época.

La inserción internacional de Vietnam ha traído resultados alentadores al intensificarse la inversión extranjera directa (IED) más de tres veces, durante los últimos 15 años, comparado con el período anterior (1996-2005), hasta alcanzar un promedio de 10 mil millones de dólares al año.

El comercio internacional aumenta cada año y se ha llegado a crear un volumen alto de ofertas de empleo e ingresos para los trabajadores. Se notan cambios fundamentales en el desarrollo agrícola: el fomento de una agricultura de alta tecnología y con alto valor añadido, le permite destinar sus exportaciones hacia grandes mercados internacionales.

El abandono de las estrategias de colectivización en la agricultura y el otorgamiento de mayor autonomía, incentivos y seguridad en los derechos de propiedad a los agricultores, dio como resultado que la producción agrícola se incrementara constantemente desde 1990.

La liberalización del comercio exterior y de las inversiones, la progresiva apertura a la acción del sector privado, la mayor autonomía y reducción de subsidios a las empresas de propiedad estatal y las reformas en los sistemas de fijación de precios, han impulsado la economía vietnamita y le han permitido subir en la escala de países, por su desarrollo económico.

Cuba hoy tiene que importar casi el 95 % de sus necesidades alimentarias, las producciones agrícolas y ganaderas están muy deterioradas. La producción industrial está en mínimos y, específicamente, la producción azucarera no alcanza para exportar y cubrir las necesidades internas de consumo.

La política de apertura externa que siguió Vietnam ha dado resultados importantes al país, ya desde los años 2000 Vietnam comenzó un proceso de apertura comercial, que incluyó el ingreso a la Organización Mundial del Comercio (concretado en 2007) y la firma de tratados bilaterales de comercio con EE.UU., Japón, Corea, Chile y, en 2020, con la Unión Europea.

En tanto, Vietnam es parte de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés) —a través de la cual ingresó en acuerdos de libre comercio con India, Australia, Nueva Zelanda y China— y del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés).

Para la atracción de IED se adoptó, siguiendo nuevamente experiencias previas en numerosos países emergentes, el modelo de zonas económicas especiales. Entre el 60 % y el 70 % de la IED se aloja en dichas zonas, según datos de UNCTAD. Las empresas que allí desarrollan actividades de ensamblaje aprovechan no solo los bajos costos laborales, sino también de ventajas fiscales y exención de derechos aduaneros, entre otros beneficios. En tanto, para estimular el desarrollo de actividades de I D se establecieron, entre otras medidas, beneficios fiscales especiales para las empresas que inviertan en centros dedicados a dichas tareas.

Cuba ha intentado desarrollar su Zona Económica Especial de Mariel, pero sin los resultados que se debían tener unos 10 años después de ser inaugurada.

¿Qué enseñanzas para Cuba se derivan tras una observación somera de los resultados de la reforma del modelo de desarrollo económico-social-político vietnamita?

A pesar de la confrontación y el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, es posible mejorar las relaciones económicas internacionales. Pero lo esencial es que Cuba debe concentrarse en su apertura interna, que es la que puede implementar con mayor velocidad y autonomía.

La estrategia económica puesta en vigor a comienzos de 2021, debió acelerarse lo máximo posible, y aunque se puso en vigor la Tarea Ordenamiento, la misma no ha dado los resultados esperados, se incrementó la inflación, y con ella un deterioro del nivel de vida de su población.

Lo más apremiante para la población es que aumente la oferta de bienes y servicios, no que se ponga atención a temas puntuales como la subida de precios o tarifas y se intente controlar por topes de precios, medida técnica cortoplacista.

La experiencia vietnamita ofrece una visión sobre cómo desarrollar el perfil de un un país socialista con mercado, con un fuerte control de los medios fundamentales de la nación por parte del Estado cuyo papel no es administrar todos los negocios posibles, sino asegurar que los ciudadanos tengan un trabajo digno y se les pague por ello.

Los bloqueos perjudican a las poblaciones locales más que a los líderes políticos o gobiernos a los que se pretende castigar. En última instancia, son los intereses empresariales, no humanitarios, los que parecen desalentar el uso de sanciones económicas como herramientas de política exterior.

Los principales críticos del bloqueo hacia Vietnam fueron las empresas estadounidenses deseosas de afianzarse en una de las pocas economías subdesarrolladas de la floreciente región de Asia Oriental, ávida de inversiones. Ellos eran quienes se enfrentaban a las fuertes restricciones aplicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.

El tamaño y la geografía de ambas naciones (Vietnam y Cuba) supone importantes diferencias. La población de Vietnam es de unos 98 millones de habitantes, mientras la de Cuba un poco menos de 11 millones, disminuida por el flujo migratorio incrementado en los últimos dos años.

Si bien el mercado vietnamita es relativamente grande, también es cierto que Estados Unidos tiene un gran déficit comercial con Hanoi. El de Cuba es un mercado pequeño pero cercano, con una demanda insatisfecha y con el que puede preverse un superávit comercial favorable para Estados Unidos, al menos en el corto y mediano plazo.

Al desarrollar relaciones tanto políticas como económicas con otras naciones, Vietnam consiguió llamar la atención de Washington. A su vez, las transformaciones necesarias al modelo económico-social vietnamita fueron un factor importante del despegue económico del país y del mejoramiento del nivel de vida de la sociedad, aún sin relaciones plenas con Washington. Los lazos con Estados Unidos son importantes, pero no imprescindibles.

Vietnam es el decimoquinto país más poblado del mundo con más de 98 millones de personas. Alrededor de 5,5 millones de vietnamitas residen en el extranjero, en 130 países y, de ellos, alrededor de 2,3 millones en Estados Unidos. Entre 600 mil y 700 mil vietnamitas en el extranjero son empresarios e intelectuales altamente calificados.

Tras el fin de la guerra en 1975, Estados Unidos facilitó la emigración de unos 150 mil refugiados inicialmente, la mayor parte provenientes del sur y vinculados al régimen de Saigón. Ese núcleo inicial no ha hecho más que crecer.

En el año fiscal 2023, 32 800 vietnamitas obtuvieron residencia legal en Estados Unidos, una cifra bastante cercana a la de los cubanos que lo consiguieron: 33 200.

En 1986, durante el VI Congreso del Partido Comunista, se expresó la necesidad de “crear condiciones favorables para que los vietnamitas residentes en el extranjero edifiquen el bloque de unión comunitaria incorporándose a la sociedad del país donde residen y al mismo tiempo ligándose estrechamente a su tierra natal para contribuir de esa manera a la construcción nacional.”

Actualmente, las autoridades tienen un posicionamiento abierto y constructivo respecto a la emigración. Consideran a los vietnamitas en el exterior como parte integral de la sociedad y reconocen que juega un papel importante en el desarrollo económico del país.

En 2023, Vietnam se consolidó como uno de los diez países mayores receptores de remesas del mundo, al recibir 16 mil millones de dólares provenientes de dos fuentes principales: los residentes en el exterior que envían dinero a sus familiares en el país, y las personas que trabajan en el extranjero por tiempo determinado, muchos de ellos beneficiarios de contratos de trabajo gestionados por el propio gobierno.

“Vietnam tiene una gran fuerza vietnamita de ultramar en el extranjero, por lo que para atraer remesas, el Gobierno necesita tener políticas favorables a las inversiones en el país”, señala un reporte de la Agencia Vietnamita de Noticias.

En 2023, unos 160 mil trabajadores vietnamitas fueron contratados para trabajar en el extranjero. El mayor número en Japón con más de 80 mil, seguido por Taiwan (China) con 58 260 y Corea del Sur con 11 626. El Departamento de Trabajo en el Extranjero, del Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales centra su gestión en estos “mercados estables y de altos ingresos”.

Uno de los más recientes gestos de apertura y atracción hacia la diáspora ha sido la actualización de la Ley de Tierras en la que si bien se distingue entre “personas nacionales” y “vietnamitas que residen en el extranjero”, se estipula que “los vietnamitas que residen en el extranjero y que son ciudadanos vietnamitas tienen plenos derechos relacionados con la tierra como ciudadanos vietnamitas en el país”.

Se trata de que los vietnamitas residentes en el extranjero que aún conservan su nacionalidad pueden, en igualdad de condiciones, realizar negocios inmobiliarios de compra, alquiler, arrendamiento con opción a compra de casas y otros inmuebles.

Esto facilitará a los vietnamitas residentes en el extranjero poseer bienes inmuebles en el país, contribuyendo al desarrollo del mercado inmobiliario y generando más demanda, analizó Dinh.

Anteriormente, como sucede hoy en Cuba, para poder realizar la compra de bienes inmuebles en el país, los vietnamitas residentes en el extranjero tenían que utilizar la firma de familiares o amigos, “testaferros”, lo que suponía un ambiente de opacidad, inseguridad e incertidumbre para la inversión.

Podemos concluir primeramente que ha sido favorable el estilo vietnamita de la negociación, con las diversas administraciones, republicanas o demócratas, que han ocupado la Casa Blanca en las últimas décadas: a la mesa se trata de presentar propuestas atractivas para ambos países.

Se comprende que hay aún mucha resistencia a no ceder en ambas orillas, por el peso de una pequeña parte de los cubanoamericanos que se niegan a cualquier esperanza en el mejoramiento del clima político desde allá, pero también acá, aún hay resistencias para evitar el acercamiento de posiciones con el “enemigo histórico”. El establecimiento de relaciones diplomáticas que se realizó durante el mandato de Barack Obama y Raúl Castro, es un ejemplo de posibilidad, razonable y pragmática, para superar los obstáculos presentes.

Una mayor descentralización económica y un papel más activo del sector privado en el desarrollo nacional gozaría de un mayor interés por parte del sector empresarial de Estados Unidos, lo cual no indica ceder soberanía ni entregar control del país. El ejemplo de Vietnam lo demuestra.

La política bien elaborada y flexible del Partido y gobierno vietnamitas hacia la comunidad de emigrados, como parte de la apertura, ha permitido y favorecido los contactos con sus familiares en Vietnam, y la participación fundamental de estos en la economía del país. Esta apertura se desarrolló entretanto se daban las transformaciones que enrumbaron la economía, posibilitando a su vez un cambio de percepción de esta comunidad hacia el país, la que se ha convertido en un bastión importante de defensa de la nación en el exterior. En el caso cubano se están dando pasos en esa dirección pero sin los resultados esperados.

Por último y es una idea final el levantamiento del bloqueo estadounidense y el establecimiento de relaciones de Estados Unidos con Vietnam no fueron las causas del despegue económico de la nación asiática, sino una consecuencia. Cuba debe trazar su camino de despegue económico con el mercado como orientador y tener los mismos resultados que tuvo Vietnam cuando aplicó el Doi Moi.

Asamblea Nacional. Foto: Trung Martínez. Catedral de Hanoi. Foto: Trung Martínez. Estación de Trenes de Hanoi Foto: Trung Martínez. Times City, uno de los barrios modernos de Hanoi. Foto: Trung Martínez. Foto: Trung Martínez. Foto: Trung Martínez. Foto: Trung Martínez. Foto: Trung Martínez. Foto: Trung Martínez.

Para seguir esta serie:

1. Vietnam, el milagro: de la postguerra a la Doi Moi
2. Vietnam, el milagro: política exterior y relaciones con EE.UU. después de la reforma
3. Vietnam, el milagro: la economía en el siglo XXI
4. Vietnam, el milagro: algunas lecciones para Cuba (final)

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Vietnam, el milagro: algunas lecciones para Cuba

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09.05.2024

Nos hemos referido anteriormente a que la economía vietnamita antes de 1986, cuando se emprende su política de renovación más conocida como el Doi Moi y después de haber terminado su guerra con los Estados Unidos, tenía el siguiente panorama:

El debilitamiento de la economía vietnamita y su crecimiento se debía fundamentalmente a razones internas más que a la crisis internacional, aunque esta la afectaba también.

Resultaba más que evidente que Vietnam debía modificar los rasgos de su modelo para superar su situación económica: eligió abrirse al mercado.

Ese país realizó reformas en la agricultura, el uso de la tierra, el desarrollo industrial, los mecanismos de mercado en el comercio y la industria; diversificó sus relaciones internacionales, construyó y comenzó a formar parte de las instituciones que le facilitaran las relaciones de mercado. Aprobó leyes de inversión, leyes de la empresa, entre otros. Todo ello manteniendo la supremacía del Partido Comunista de Vietnam.

Podemos comparar con la situación cubana actual, bajo el impulso de la Actualización del Modelo Económico Cubano y los resultados (no previstos y negativos) de la Tarea Ordenamiento, y conociendo que el país necesita alrededor de 2500 millones de dólares anuales en inversiones para remontar la situación actual.

En el período 1988-1996, en solo ocho años, tan solo los seis principales inversionistas, Singapur, Taiwán, Japón, Hong Kong, Corea del Sur y Francia, invirtieron 20 mil millones de dólares en Vietnam. Ello demuestra que el levantamiento del bloqueo económico y financiero a Vietnam no fue la causa del despegue económico, sino por el contrario, fue una consecuencia de las transformaciones realizadas.

Tal situación llamó la atención de los principales sectores empresariales de Estados Unidos, motivándolos para una mayor presión en favor de la eliminación del bloqueo en febrero de 1994.

Al socialismo clásico, conocido tanto por los vietnamitas como por los cubanos, le faltó autonomía empresarial, gestión estatal eficiente, incremento constante del nivel de vida, desarrollo del sector no estatal, entre otros elementos.

La política económica aplicada en Vietnam después de 1986 ha dejado experiencias interesantes, entre ellas el “cambio de mentalidad de los cuadros” y mayor autonomía ciudadana en toda la vida del país.

Es evidente que la situación en Vietnam era muy diferente a la de Cuba en el momento en que se inició la reforma. Quienes se oponían a levantar las sanciones en contra de Vietnam en Estados Unidos eran familiares de soldados americanos que murieron en Vietnam. Había muchas familias estadounidenses que pensaban que sus hijos seguían vivos y presos en Vietnam.

Como ya vimos, un punto importante de la negociación fue la disposición del gobierno vietnamita a trabajar con los militares estadounidenses para identificar y devolver los restos de los soldados. Las consideraciones geopolíticas de parte de Estados Unidos con respecto a China también tuvieron un papel, sin duda, importante en el acercamiento entre ambos países.

Vietnam demostró que, desde condiciones de subdesarrollo, se puede avanzar en el impulso de las fuerzas productivas utilizando el mercado, formas diferentes de planificación y mayores niveles de descentralización.

Esas estrategias han permitido que Vietnam sea hoy un país reconocido regional y mundialmente por los resultados alcanzados. La teoría y la práctica de Vietnam demuestran la existencia de diferentes formas de construir el socialismo y donde el tema subjetivo es trascendental; especialmente con la necesidad del cambio de mentalidad bajo las nuevas circunstancias, así como también, de perfeccionar constantemente el modelo económico en función de adecuar al país a las nuevas condiciones que impone los cambios de época.

La inserción internacional de Vietnam ha traído resultados alentadores al intensificarse la inversión extranjera directa (IED) más de tres veces, durante los últimos 15 años, comparado con el período anterior (1996-2005), hasta alcanzar un promedio de 10........

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