Estamos a 6 décadas de uno de los mayores descaros de la historia de esta golpeada Venezuela. En marzo del 61 el III congreso del PCV decide pasar a la lucha armada. En el discurso de clausura, Jesús Farías dice: el próximo congreso lo haremos en el poder. Triunfa la línea de los rebeldes como Argimiro Gabaldón, Douglas Bravo o Teodoro Petkoff, que creyeron amarrarían sus caballos en la verja de Miraflores.

Las protestas de calle de octubre y noviembre del 60 se reimponen en el 61 y tienen como epicentro la UCV, espacios allanados por el gobierno, que veía peligrosa la situación que se produce en el contexto del llamado a un ¡Nuevo Gobierno Ya!

La Juventud Comunista se junta a la Juventud del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), otros sectores de izquierda y fuerzas militares dispuestas a enfrentar al gobierno. 1962 sería el momento definitivo.

La huelga del transporte nacida en los Andes como reivindicativa es ya insurreccional al llegar a Caracas. Se esperaba su empalme con el alzamiento del Cuartel Bolívar de La Guaira, pero no ocurre. Lo siguiente sería en marzo cuando el gobierno, sin mayoría en el congreso, proceda a asaltarlo para imponer su poder. Pero se llegó a un “acuerdo democrático”.

Sigue el levantamiento cívico-militar de Carúpano el 04M-62 y el del 2 de junio en la Base Naval de Puerto Cabello, derrotados y marcados con la pérdida de muchas vidas.

Agotado el ‘Ya’, se comienza a hablar de una ‘guerra larga y prolongada’. En ese marco se realiza, el 29Sep-62 el asalto al tren de El Encanto con saldo de 4 guardias muertos.

Betancourt decreta la detención de los parlamentarios del PCV y el MIR. Y Guillermo García Ponce anuncia la decisión de ‘echar el resto’ y llamar a un boicot electoral. Y al lado de otra lista de muertos, la gente votaba por Raúl Leoni.

Consumada esta derrota, Las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (Faln) decretan una ‘tregua unilateral’ para darle chance a Leoni para mostrar sus intenciones de paz. Su respuesta fue terminante: ‘Vengo a exterminarlos’. Y vino la lista de desaparecidos, muertos por torturas y fusilados. En tal escenario, la Paz Democrática se plantea como táctica para recomponer fuerzas y volver al combate. No se reconoce la derrota ni se dice que sólo se busca el descarado acuerdo del perdón.

Sancho, ¡Obligado levantar esta historia del exterminio paz-democratizado y sin precedentes!