De acuerdo con el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 20/12/2023), la pérdida de poder adquisitivo y el aumento de la inflación en gran parte de los países de la región ha hecho crecer el fenómeno del trabajador pobre, es decir, personas que viven en la pobreza, a pesar de tener un empleo.

Este documento fue coordinado por Roxana Mauricio, experta en mercado de trabajo de América Latina y coordinadora del Informe Panorama Laboral de la OIT. Si bien se recuperó, afirma el informe, la tasa de ocupación a escala regional, de hecho, es ligeramente superior a la que registraba en promedio en el año 2019 en ocho de dieciséis países. La tasa de ocupación sigue siendo más baja que la registrada hace cuatro años.

Además, la oferta laboral no se recuperó regionalmente de los valores prepandemia.

Uno de los problemas a superar es la economía informal. Dependiendo del país, se constata que entre 40% y 90% de la recuperación del empleo estuvo asociada a puestos informales.
Ese cuarenta y ocho por ciento (48%), en promedio, de la informalidad que presenta la región se eleva a sesenta, setenta, ochenta por ciento (60, 70, 80%) en algunos países donde la informalidad es la norma y no la excepción, entonces la precariedad del empleo continúa siendo una de las características del problema laboral.

Hay países donde el empleo informal bate récord. Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Paraguay, son países que tienen una tasa de informalidad por encima de cuarenta y ocho por ciento (48%).

También se observa en la región que es alta la tasa de informalidad femenina. Vale decir que son todavía mayores a las tasas que se conocen, en promedio, del empleo de los hombres.

En ese contexto cambiante –asociado entre otros fenómenos a la transición digital y al cambio tecnológico– es una población que va a estar requiriendo, demandando, calificaciones nuevas, por la obsolescencia del capital humano que tienen estas personas.
Por lo tanto, eso requiere desde las políticas laborales la formación profesional de por vida. Ese es el reclamo de los sectores productivos de esos países.

Es la mejor vía para enfrentar el fenómeno del trabajador pobre.