Dice la historia que Hitler, allá por septiembre de 1941, declaró: “He resuelto borrar a Leningrado de la faz de la tierra.” Pero las tropas soviéticas lograron levantar el sitio de Leningrado en enero de 1944. De eso hace 80 años. Fue una tragedia de 872 días en la que murieron más de un millón de personas. El 90% de esas muertes se produjo por hambre, porque Hitler bloqueó la entrada de alimentos a Leningrado y decidió matar de hambruna a sus habitantes. El pueblo resistió y nunca se rindió. Por supuesto, la intención criminal de Hitler era destruir a Leningrado (actual San Petersburgo) y exterminar a su población. Es lo que hoy vemos en Gaza bajo la acción genocida de Netanyahu y el ejército israelí. Es la continuación de una historia de la barbarie, sin lugar a hesitaciones, del ayer de los alemanes cuando bombardeaban a Leningrado al mismo tiempo que sometían a su población a pasar hambre mediante el bloqueo, y hoy de los israelitas sionistas bombardeando a Gaza y simultáneamente la someten a una hambruna para exterminarla definitivamente. No hay diferencias.

Se dice que en aquella ciudad soviética, sitiada militarmente y bloqueada para que su población no recibiera alimentos, los hombres, mujeres, niños y ancianos se convirtieron en seres tan débiles por el hambre que no hacían resistencia a la muerte: “morían como si fueran a dormir”, cayendo despacio, desvanecidos, en cualquier lugar de Leningrado, en medio de los bombardeos que sucedían inadvertidos para los que iban a morir.

Es la repetición de una historia terrorífica: al bloqueo de alimentos y a las amenazas de sanciones recurren los gobiernos criminales cuando buscan ejercer su supremacía sobre pueblos dignos. Hoy Venezuela es víctima, como otros países, de ese tipo de bloqueo, pero los pueblos no se rinden y no existen razones para hacerlo porque ahí está el ejemplo de
Leningrado, ciudad que vivió el asedio mortífero más largo de los dos últimos siglos, de hambre y bombardeo.

Siempre se recuerda a Dimitri Shostakóvich, por hacer honor a la resistencia y valentía de Leningrado con su Sinfonía No. 7: Leningrado. Ese día domingo escogido para interpretar la obra en la ciudad sitiada, los nazis intentan con su artillería interrumpir el concierto. No pudieron. Igual no pudieron callar al pueblo de Leningrado cuando alzó su voz con expresiva emoción y pundonor: “Troya cayó, Roma cayó, Leningrado no cayó”.

QOSHE - Leningrado no cayó - Beltrán Haddad
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Leningrado no cayó

17 2
03.02.2024

Dice la historia que Hitler, allá por septiembre de 1941, declaró: “He resuelto borrar a Leningrado de la faz de la tierra.” Pero las tropas soviéticas lograron levantar el sitio de Leningrado en enero de 1944. De eso hace 80 años. Fue una tragedia de 872 días en la que murieron más de un millón de personas. El 90% de esas muertes se produjo por hambre, porque Hitler bloqueó la entrada de alimentos a Leningrado y decidió matar de hambruna a sus habitantes. El pueblo resistió y nunca se rindió. Por supuesto, la intención criminal de Hitler era destruir a Leningrado (actual San Petersburgo) y........

© Últimas Noticias


Get it on Google Play