No ha pasado mucho tiempo pero un país con élites convenientemente desmemoriadas olvidó cuando en los grandes medios, y me refiero a las televisoras y cadenas radiales, se le hizo creer a recién llegados de la política que un gobierno se podía derrocar mostrando una bandera de siete estrellas y no de ocho como legalmente se había acordado, siguiendo una recomendación del Libertador.

¡Menos mal que sucedió lo esperado, porque si fueron capaces de desfalcar cuentas que les facilitó el gobierno de Donald Trump, saqueando los impuestos del yanqui trabajador, qué no habrían hecho si ganan la Presidencia!

Bien, eso pasó y a los involucrados les entra “un fresquito” cuando en un país no solo sin memoria sino que facilita la impunidad nadie les cobró sus estupideces que tanto nos empobrecieron, tanto y más que las medidas económicas de un gobierno asediado.

Sin embargo, y a pesar de la tenue apertura que aparentemente ofrece el acuerdo de Barbados, ya casi nadie se atrevería a ofrecer cosas baladíes como “plan de gobierno”, es decir, voltear “patas para arriba” la bandera o quitarle una estrella.

Y escribo “casi” porque, curiosamente, tanto los seguidores de la candidata inhabilitada, como la propia ciudadana, se esmeran en contradecir lo acordado en Barbados y seguir con el mismo jueguito desestabilizador que es llamar sin asumir responsabilidades a derrocar un gobierno electo.

Los seguidores de MariCori a finales de año enseñaban a escondidas, como antaño se mostraban entre hombres las fotos de damas semidesnudas, fotomontajes de aviones supuestamente venezolanos volando sobre Mérida en presunta protesta.

Bien, esas fotos trucadas evidencian que, sabiéndose incapaces de ganar una elección, siguen soñando con desestabilizaciones y presuntos “ruidos de sables”, que más bien caracterizan a quienes estaban tras la jugada al menos como ignorantes al cuadrado que desconocen que, si bien los sables son guardados por los oficiales con honor, lo hacen en sus casas, porque andar con esos adminículos por la calle es recuerdo de las monarquías, o también que la aviación nunca ha definido nada en política.

¡Ah!, la candidata por su parte se tomó una foto después de las primarias con una bandera de siete estrellas a pesar de que existe una ley que lo prohíbe.

Seguirá inhabilitada.