Abundan quienes equivocadamente piensan que la rebelión del mayo francés de 1968 fue la primera de aquella camada de jóvenes que con cabellos largos y grafitis ingeniosos como “prohibido prohibir enfrentaron el liderato del general De Gaulle, a quien consideraban un antediluviano.

No fue así: ni en USA ni en nuestro país que culturalmente gravitaba alrededor de los Estados Unidos, no de Europa.

Fue Miguel Otero Silva quién mejor anticipó el fenómeno, con su novela “Cuando no quiero llorar no lloro”… obra sobre de la rebelión de nuestra juventud que sin embargo vio la luz dos años después que se habían acabado las barricadas de Paris.

El escritor supo plasmar que tres caminos distintos… signados por las tres clases socio-económicas… eran vías de protesta para una juventud.

De los caminos distintos que separaron a tres Victorinos nacidos y muertos el mismo día… ninguno coronó con un triunfo. Los delincuentes terminaron baleados buscando robar un banco y ninguno llegó a formar una corporación como digamos después fue el llamado Tren de Aragua.

Los guerrilleros se pacificaron hace décadas lo que significó un fracaso y los que se unieron a los gobiernos bolivarianos por lo general lo han hecho como bueyes cansados… limitándose a criticar con sordina… y eso es otro fracaso.

Con las patotas sucedió lo mismo solo que después de haber sufrido los que entonces integramos esos grupos de pendejos, la ley del hielo, perdidos los mejores años en un gimnasio… alejados de las mujeres porque esos grupos parecían más bien aquel “Club de Toby” donde ese personaje de comics se retiraba sobre un árbol… para separarse de Lulú… y casándonos o uniéndonos por amor con lo que llamaban “peores partidos” por ser hijas de pobres… ya que nuestras hipócritas sociedades alertaban “por detrás” a hijas y vecinas… de “lo malos que éramos”.

Y de ese fracaso solo quedó que a veces esas patotas se reúnen a recordar… y sale entonces a relucir que el conservaturismo se radicaliza y se precipitan a la violencia.

Es un tema para revisar… yo solo alerto… que en mi grupo me han execrado… mis panas… ahora por “mis ideas”… y yo digo ¿cuales? Para los chavistas soy escuálido… y para algunos opositores soy chavista. Nada… al no comprender la caída de su status irán a la violencia.

Seguiré con el tema.