En 2016, Donald Trump ganó las elecciones con 62 millones 984 mil votos, frente a los 65 millones 853 mil de Hillary Clinton. No leyó mal, en Estados Unidos las elecciones son de segundo grado (la gente vota para nombrar a los electores que a su vez elegirán al presidente), por lo cual puede ser que “el ganador” haya sacado menos votos que “la perdedora”.

En Venezuela esto sería un fraude grosero, porque a nadie le resultaría claro que una elección presidencial fuera de segundo grado y mucho menos que pueda ganarse una elección con menos votos que los demás candidatos.

En 2016 a Trump no le pareció que hubiera trampa, pero en 2020 sí que la hubo: Donald había perdido, pero aquello era un fraude, siempre esos sucios demócratas habían hecho de las suyas en conchupancia con la gente de Wall Street y los petimetres de la prensa, que nunca habían querido a Donald. No sé si estaría convencido de su denuncia, pero de que la dijo y la reiteró no hay duda alguna. Hasta acusó de cobarde a su vicepresidente cuando reconoció los resultados e invitó a grito limpio a sus seguidores a luchar “hasta el infierno”. Y los que le hicieron caso irrumpieron en el Capitolio, intentando desconocer el resultado electoral.

Claro, allá en el Norte no hay una autoridad electoral única y en la mayoría de los estados quien organiza y dispone sobre las elecciones es el propio gobernador. En el año 2000 fue Jeff Bush, gobernador y hermano del candidato republicano George W. Bush, quien decidió que su hermano había ganado en Florida y que, por tanto, habría ganado las elecciones presidenciales de aquel año. No lo crea, busque un poco y encontrará la información.

La semana pasada, un juez de Nueva York condenó a Donald Trump a pagar una multa de 355 millones de dólares por prácticas fraudulentas, además no podrá dirigir sus propias empresas ni solicitar crédito en ningún banco registrado en Nueva York por un plazo de tres años. Por supuesto, Trump ha declarado: que se trata de una “caza de brujas” contra su candidatura: “El sistema de justicia en el estado de Nueva York, y Estados Unidos en su conjunto están siendo asaltado por jueces y fiscales partidistas, ilusos y sesgados”, escribió por redes sociales. A juicio de Donald Trump no hay allá un proceso electoral ni justo ni limpio.

QOSHE - Elecciones justas y transparentes - Humberto J. González Silva
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Elecciones justas y transparentes

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24.02.2024

En 2016, Donald Trump ganó las elecciones con 62 millones 984 mil votos, frente a los 65 millones 853 mil de Hillary Clinton. No leyó mal, en Estados Unidos las elecciones son de segundo grado (la gente vota para nombrar a los electores que a su vez elegirán al presidente), por lo cual puede ser que “el ganador” haya sacado menos votos que “la perdedora”.

En Venezuela esto sería un fraude grosero, porque a nadie le resultaría claro que una elección presidencial fuera de segundo grado y mucho menos que pueda ganarse una elección con menos votos que los demás........

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