Dime de lo que presumes y te diré
de qué careces (Refranero español)

El antimadurismo en términos generales anda pasando unas horas bien difíciles y complejas, porque siguen las negociaciones para intentar reducir el número de candidaturas presidenciales opositoras y que hasta ahora pareciese que existe una mirada muy pesimista sobre las posibilidades de que puedan presentar una candidatura única y unitaria.

Y si eso está pasando en la ultraderecha antimadurista, lo que está sucediendo en el otro extremo antigobierno, es decir, en el ala ultraizquierdista del antimadurismo, encaja perfectamente en el decir: “mucho ruido y pocas nueces” cuando hasta ahora han sido solo unos permanentes militantes del odio político en las redes sociales y en los portales digitales.

Este antimadurismo de ultraizquierda y que en algunos casos se hacen llamar como: los chavistas originarios, los verdaderos chavistas o los chavistas de izquierda, no hayan qué hacer en materia candidatural, sin embargo, ya una parte de los poquitos que son ha expresado que apoyaran la abstención militante y le están informando a sus escasos simpatizantes, que no salgan de sus casas, el 28 de julio del 2024.

Por supuesto que uno se pregunta: ¿qué porcentaje de votos pueden representar los autocalificados ultraizquierdistas chavistas no maduristas? ¿Cuántos son? ¿Serán el 0,1 por ciento del total de votantes inscritos? ¿Por qué quieren dar a entender que son muchísimos cuando en realidad son poquísimos?

A lo largo de los años y así lo ha demostrado la historia política contemporánea a nivel universal, la ultraizquierda, actuando siempre bajo un espíritu de secta, se ha autoconsiderado siempre como dueños de la verdad y sabios de la política. Mantienen un error político estratégico cuando se creen que solo ellos pertenecen a la izquierda y todos los demás que piensan diferente a ellos no son de izquierda.

Hasta ahora, los adeptos del antimadurismo de ultraizquierda han servido de tontos útiles al antimadurismo de ultraderecha, ya que se han dedicado hacer el trabajo sucio de incentivar el odio político en contra del gobierno nacional, cuando ellos saben muy bien que están ayudando a la ultraderecha.

Politólogo