CAMAGÜEY.- Hoy en día pasamos la mayoría del tiempo frente a la pantalla del celular, por lo que las redes sociales, con su alcance global, se han vuelto una herramienta indispensable para difundir la información. Muy lejos está nuestra realidad de aquella en que los grandes medios de comunicación eran prácticamente los únicos emisores de noticias.

Ahora cualquier persona tiene la posibilidad de crear una información y difundirla casi de manera instantánea, lo que puede tener impactos positivos en muchas ocasiones. Hemos sido testigos de las veces que un abuelito con dificultades de memoria está perdido y tras la difusión del caso su familia lo halla, o de la recuperación de un móvil o documentos…

Con el tema de la complicada situación electroenergética que atraviesa el país, la Empresa Eléctrica cuenta con un canal en Telegram, donde actualiza constantemente el déficit de MW existente y los circuitos que se encuentran afectados en la provincia… y así las redes y aplicaciones conectadas a internet sirven para compartir mensajes positivos o necesarios.

Con un solo clic, el contenido disponible en la web se comparte y es visto por millones de personas: cuando la fuente no es la oficial algunas buscarán otras, contrastarán resultados y no darán por sentado nada sin comprobarlo. Mas otras, por falta de conocimiento o premura asumirán esa como la verdad.

La propagación de noticias falsas ha sido por tanto un problema creciente en los últimos años. La falta de verificación de la información afecta la percepción de la realidad de las personas, ya que al ser compartidas de manera masiva generan confusión sobre lo verdadero y lo falso.

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Más de una vez ha ocurrido que, cuando grandes personalidades se encuentran enfermas, páginas y usuarios en las redes se apuran en dar primero la noticia del deceso. Tanto que la relatan cuando no ha ocurrido, sin calcular el efecto de estas falsas informaciones que se expanden como pólvora.

Si bien es cierto que uso del Internet para la transmisión de información es cada vez mayor con el paso de los años y significa muchos beneficios, también se debe ser consciente de que pueden ser un arma de doble filo si no se emplean de manera adecuada, si la necesaria alfabetización tecnológica demora en alcanzar a todos los que hoy navegamos en las redes.