Decenas de miles de personas se dan cita durante dos semanas en un punto del mapa en cada conferencia internacional del clima. Hay dirigentes políticos de casi 200 países, pero también responsables empresariales y de entidades ambientales y sociales. El foco está en salvar el planeta, a menudo defendiendo los propios intereses a corto plazo. En Dubai se cumple la COP número 28. "Honestamente, preferiría que 90.000 personas se quedaran en casa e hicieran su trabajo", soltó durante su preparación Christiana Figueres, una de las arquitectas del Acuerdo de París, el pacto histórico para evitar que la temperatura global se eleve más de 1,5 ºC respecto a la de 1850.
Figueres reclamó que el acuerdo se financie y ejecute y se refirió a la COP28 —del 30 de noviembre y el 12 de diciembre— como "un circo", al que muchos acuden en jet privado, con el reto de aparcar los combustibles fósiles, recabar dinero para los países más pobres y afrontar un triste balance de lo conseguido.
¿Merece la pena la vistosa gira? Algunas voces críticas atacan de raíz el mecanismo de las decisiones. "El consenso da mucho poder a la hora de tomarlas, pero, fruto del pacto, suelen ser decisiones aguadas. Y los límites del planeta no son políticos, son físicos y no negocian", señala Pedro Zorrilla, desde Greenpeace, quien, a la vez, ve "ineludibles" las COP para poner de acuerdo los países.
Feria de turismo
"Las COP tienen un aire de feria de turismo, son un escaparate. En ellas no hay sensación de emergencia. Proliferan las empresas vendiendo sus bondades, como un lavado de cara verde. Los organizadores refuerzan la seguridad porque saben que aparecerán los activistas, mientras los gobiernos intentan pasar por el trago de las protestas lo mejor posible. Hay que limitar la temperatura ya, y ayudar a los países más vulnerables", señala Olga Pradas, miembro de Rebelión o Extinción (XR).
Estas cumbres visibilizan también la presión de las entidades ecologistas. "En la zona azul se negocia. Y en la verde se comparten ideas e iniciativas, se ejerce presión y se practica greenwashing", añade Zorrilla, quien concede que hay "otros espacios donde presionar".
El sultán Al Jaber
Centenares de ONG denuncian la contradicción de que la industria fósil no esté excluida de la negociación. Además, la COP28 la preside el patrón de la petrolera Adnoc y ministro emiratí de Industria y Tecnologías Avanzadas, el sultán Al Jaber. "Ver quién preside la COP28 lo dice todo", añade Pradas.
El sultán dice que quien le critica por conflicto de interés desconoce su trayectoria, y replica que ha dedicado el grueso de su carrera al desarrollo sostenible. El presidente de la COP28 mantiene el objetivo del 1,5 ºC y ha reclamado "billones, no solo miles de millones", para proteger el planeta. Desde la ciencia se alerta de que pueda llegarse al punto de no retorno en 2030.
La Fundación Empresa & Clima aporta una nota optimista en su Informe de Situación de las Emisiones de CO2 2021, al constatar que el temor a que la recuperación pospandemia truncase el descenso de las emisiones "no se ha dado", si bien "no al ritmo previsto para cumplir con los compromisos globales". Tanto en la UE como en España, las emisiones aumentaron en 2021 tras el bajón de 2020, pero las de 2021 son inferiores a las de 2019. La directora de la fundación, Elvira Carles, presente en 15 COP, comparte con Figueres que la financiación y la ejecución son clave, pero las desliga de la presencia o no en las COP. Es más, ve "muy difícil" lograr, si no es de forma presencial, la transparencia y las decisiones por aclamación, "la esencia en el combate climático".
Lentos avances a precio de "circo"
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04.12.2023
Decenas de miles de personas se dan cita durante dos semanas en un punto del mapa en cada conferencia internacional del clima. Hay dirigentes políticos de casi 200 países, pero también responsables empresariales y de entidades ambientales y sociales. El foco está en salvar el planeta, a menudo defendiendo los propios intereses a corto plazo. En Dubai se cumple la COP número 28. "Honestamente, preferiría que 90.000 personas se quedaran en casa e hicieran su trabajo", soltó durante su preparación Christiana Figueres, una de las arquitectas del Acuerdo de París, el pacto histórico para evitar que la temperatura global se eleve más de 1,5 ºC respecto a la de 1850.
Figueres reclamó que el acuerdo se financie y ejecute y se refirió a la COP28 —del 30 de noviembre y el 12 de diciembre— como "un circo", al que muchos acuden en jet privado, con el reto de aparcar los combustibles fósiles, recabar dinero........
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