Jennifer Beam Dowd es catedrática de Demografía y Salud de la Población y directora adjunta del Centro Leverhulme de Ciencia Demográfica de la Universidad de Oxford. Nos atiende en la sala de invitados del Palau Macaya de Barcelona, paciente y sonriente después de disertar en el ciclo La huella digital y los aspectos sociales de la enfermedad, de la Fundación La Caixa.

¿Cómo se relacionan los aspectos sociales de la enfermedad?
Todo, la forma en que vivimos y trabajamos, afecta a nuestra salud y a nuestra biología de alguna manera. La salud no es sólo una cuestión médica o individual. Estamos constantemente expuestos tanto al entorno físico como al social a lo largo de nuestra vida. Nuestras familias y nuestras relaciones sociales son importantes para la salud, pero también lo son cuánto dinero tenemos, los recursos para hacer cosas saludables o protegernos de cosas insalubres. Los factores sociales son causas fundamentales de enfermedad. Y los factores de riesgo pueden cambiar con el tiempo. Cuando nos enteramos de los peligros de fumar, las personas con más formación e ingresos fueron las primeras en utilizar ese conocimiento y dejar de fumar. Y lo hicieron mucho antes que las personas con menos estudios e ingresos. Cada vez que hay una nueva tecnología o una amenaza para la salud, quienes tienen conocimientos y recursos son más capaces de navegar por ese nuevo conocimiento y proteger su salud.

¿La gente rica vive más y mejor?
Tienen menos enfermedades y discapacidades, además de una vida más larga.

Pero alguien con un trabajo ejecutivo es muy rico, pero tiene mucho estrés.
Yo pensé lo mismo cuando empecé a estudiar esto. Tenemos la idea de que los ejecutivos en posiciones de poder experimentan mucho estrés. Y no es que no lo tengan, pero hemos aprendido que hay un aspecto en el que tener control sobre tu situación hace que las cosas sean menos estresantes. Las personas con trabajos de alto estatus tienden a tener más control sobre sus vidas. Los que sufren más son la gente en ocupaciones más manuales, con jefes que pueden enviarlos a cualquier parte o despedirlos. Supongo que hay un equilibrio entre exigencia y control, y los trabajos con poco control tienden a ser los más estresantes. Así que incluso si tienes altas exigencias en tu trabajo, como un ejecutivo, sigues teniendo un buen control general en tu vida, y eso se traduce en menos estrés fisiológico crónico.

¿Existe también un factor demográfico? ¿Depende de donde vivas que vayas a tener más enfermedades?
Exactamente. Según donde vivas, puedes tener mejores vistas, más aire, más espacio, menos contaminación... Y si tienes mucho dinero puedes protegerte de otras maneras. Por ejemplo, puedes volar en primera clase en el avión y amortiguar algo de ese estrés.

¿Es cierto que hace 20 años había menos estrés?
Es difícil medir el estrés porque es muy subjetivo. Pero intentamos medir la salud mental, la depresión y la ansiedad, que son síntomas del estrés. Los datos muestran que la tendencia es al alza, especialmente entre los más jóvenes. En EE UU ha habido un aumento de los suicidios, así como de las muertes por sobredosis de drogas; y hay una causa subyacente común, que es un aumento de la angustia social y psicológica. Pero es muy difícil mostrar una buena prueba de ello, porque vemos que la depresión y la ansiedad están aumentando, pero también sabemos que, en comparación con hace 20 o 30 años, la gente se siente más capaz de hablar de esos problemas. Hay menos estigma.

¿Tiene que ver el aumento de la desigualdad?
La desigualdad es estresante, quizá por sí misma, por el mero hecho de ver grandes disparidades en la sociedad. Pero también viene junto con una falta de oportunidades económicas para los jóvenes. En EE UU, las personas que consumen muchos de los analgésicos están desempleadas, conocen a gente sin trabajo, aún viven en casa y no están casados. Tampoco están muy conectados socialmente.

En EE UU, además, apenas hay sanidad pública.
La gente no tienen nada que les ayude allí. Es un sistema complicado. Hay personas que siguen yendo a las urgencias del hospital sin seguro, pero no existen buenas oportunidades de tratamiento para quienes tienen problemas de drogas y alcohol, porque es bastante caro.

En España, si ves las líneas de ansiedad y depresión, afecta mucho más a mujeres, sobre todo mayores. Pero al mismo tiempo, las mujeres viven más. ¿Cómo podría explicar eso?
Hay varias hipótesis al respecto. Las mujeres pueden experimentar más discapacidad en la vejez, pero siguen viviendo mucho tiempo. Por un lado, ellas afrontan el estrés y la ansiedad de formas algo más sanas, al menos buscando a sus amigos y contactos sociales, o son más propensas a buscar ayuda, mientras que los hombres son más propensos a interiorizar el estrés y eso puede llevarles a comportamientos de riesgo. Los hombres jóvenes e incluso los de mediana edad mueren en tasas mucho más altas por causas externas. No sólo el suicidio, sino también la violencia, los homicidios, los accidentes de tráfico... Pero en cuanto a vivir mucho tiempo, también parece haber algunas protecciones biológicas de las hormonas sexuales, como el estrógeno, que reducen las enfermedades cardiovasculares. Y, como vimos con la covid, las mujeres parecían tener mejores respuestas inmunitarias a las infecciones. Ellos eran mucho más vulnerables a morir de covid que ellas. Algo de esto es biológico y algo es conductual.

Usted estudió las consecuencias de la covid ¿Qué vió en sus estudios?
Mi grupo trabajó mucho sobre cómo afectaba la covid a la mortalidad y la esperanza de vida. Y no es sorprendente que los grupos desfavorecidos murieran mucho más. En EE UU hubo diferencias muy grandes por etnia: los negros y los hispanos tenían tasas de mortalidad mucho más altas que los estadounidenses blancos. Y en parte, nunca sabremos exactamente cuál fue la causa, pero creo que esos grupos constituían una gran parte de los trabajadores esenciales más expuestos a la infección. Ese fue un buen ejemplo de los determinantes sociales de la salud durante la pandemia. También fueron incapaces de aislarse. Si vives con una familia numerosa y en una casa o un piso pequeños, es muy difícil aislarse. Luego, estamos viendo que después de la pandemia mucha gente no está volviendo a trabajar. No sabemos con certeza cuánto impacto tuvo la covid o la covid persistente, pero es razonable pensar que ha afectado a la capacidad de mucha gente para trabajar, especialmente en las edades más avanzadas, de alrededor de 60 años. A esa edad muchas personas dejaron los trabajos y no se sienten lo suficientemente bien como para volver.

¿Qué pueden hacer los gobiernos?
Hay mucha gente que investiga sobre política social que sabe más que yo, pero la idea es satisfacer las necesidades básicas y evitar situaciones precarias de vivienda o ingresos, con un apoyo social en el que puedan confiar, esa es la base para un niño sano y un tipo de vida saludable.

¿Especialmente un niño?
Las inversiones en la primera infancia son especialmente valiosas, pero los niños viven en familias, por lo que también significa invertir en ayudas sociales para sus padres. No es que no debamos apoyar a los pensionistas, pero es muy difícil corregir estas desigualdades muy tarde en la vida. Debemos invertir un poco más de tiempo en las primeras etapas de la vida.

Hay una serie documental que se llama Vivir 100 años: los secretos de las zonas azules sobre lugares donde la gente vive más. ¿ qué opina de estos lugares?
No es mi especialidad, pero diré que los demógrafos se muestran algo escépticos ante las zonas con muchos centenarios. Porque se puede ver que una vez que un país o un área local registra una buena cifra de nacimientos, el porcentaje de centenarios desciende. No puedo decir si algunas de estas zonas azules son reales o no. Probablemente vivan más saludablemente, coman comida saludable con la familia y la comunidad y no comida rápida en un escritorio.

La gente de clase media a menudo tiene más de un trabajo, una vida ajetrada. Y mucha gente joven no tiene ni acceso a una vivienda. ¿Qué podemos hacer como individuos?
Reconforta saber que no todo es responsabilidad tuya. Ser consciente de la importancia de las políticas sociales para la salud significa que puedes defender políticas que aborden la salud a nivel social. Se produce, supongo, a través del voto, pero a falta de capacidad para cambiar la economía y la política, es importante recordar que las relaciones y conexiones sociales son muy importantes y pueden amortiguar y proteger de muchos factores de estrés. Eso es algo que podemos hacer: crear esos lazos dentro de nuestra comunidad, ir a ver a nuestros vecinos que estén enfermos o sean ancianos... Esas pequeñas conexiones sociales cotidianas pueden ser realmente protectoras. No debemos subestimar lo que podemos hacer para ayudarnos mutuamente.

En su conferencia usted habló de la influencia del estrés en enfermedades como el cáncer. ¿Cómo se puede relacionar una cosa con la otra?
Se relaciona de muchas maneras. No hay una imagen perfectamente clara, pero se hacen encuestas y se pregunta acerca del estrés y los factores de riesgo: tipo de trabajo, ingresos, etc. Y luego se sigue a esas personas durante largos períodos de tiempo, 30 o 40 años. Definitivamente podemos ver que los patrones de las personas que dicen tener más estrés tienen más probabilidades de contraer cáncer. Pero claro, no sabemos con certeza si eso es causa y efecto. Hay más científicos de laboratorio que observan de forma muy específica y a menudo experimental en animales o en una placa de laboratorio cómo las sustancias químicas, estas hormonas del estrés, promueven el crecimiento de tumores cancerígenos. O infecciones. Todavía se necesita un poco de extrapolación para decir que eso es definitivamente lo que está pasando. Es como armar un rompecabezas. Se hacen un montón de estudios en ratones para mostrar lo que sucede con estas hormonas del estrés. Pero, definitivamente el estrés es terrible para tu cerebro, y para todos tus órganos.

Si estás estresado es más fácil que comas más o peor, ¿no?
Pierdes tu habilidad para tomar buenas decisiones. Afecta a tu cerebro, y no puedes retrasar la gratificación.

Tenemos nuevas tecnologías, inteligencia artificial, nuevos fármacos… ¿cómo va a afectar todo esto a lo que estamos hablando?
Durante la mayor parte de mi carrera he sido muy optimista sobre la salud humana y la longevidad, porque hemos visto mejoras continuas. Cada vez que hacemos alguna predicción de que va a haber un límite en la esperanza de vida, seguimos batiendo ese récord. Pero en los últimos diez o quince años, hemos visto ralentizaciones o incluso descensos en muchos países de renta alta. La covid nos hizo retroceder. Y la epidemia de obesidad sigue acelerándose en la mayor parte del mundo. Me inquieta la salud de las generaciones más jóvenes, pero al mismo tiempo tengo mucha fe en las nuevas tecnologías. En el pasado nos han revolucionado cosas como los antibióticos y las vacunas. Las estatinas o los medicamentos para tratar la hipertensión y el colesterol altos han supuesto una enorme diferencia en nuestra salud y longevidad. Debemos resolver los problemas fundamentales que causan la mala salud. Pero si podemos obtener ayuda de la ciencia médica, fantástico. Hay problemas de equidad. Ahora mismo, por ejemplo, el Ozempic es muy caro.Y son los pobres los que tienen más probabilidades de ser obesos. Debemos asegurarnos de que podemos distribuir estas tecnologías de forma equitativa.

Escuché en un documental a alguien del MIT decir: “yo no me pienso morir”.
Los biohackers. Creo que están un poco sobrevalorados. No creo que tengamos el nivel necesario de precisión. Quizás algún día vayan a Marte y vivan para siempre.

Porque aquí tenemos el cambio climático también...
Es peligroso hacer predicciones sobre el futuro con demasiada antelación. En los 60 del siglo pasado el crecimiento de la población era demasiado rápido. Y ahora hay gente preocupada porque la población está disminuyendo. Siempre nos sorprendemos a nosotros mismos. Los humanos somos más adaptables a las crisis de lo que pensamos.

En los años 60 no teníamos tanto consumo, y no éramos tanta gente. ¿Podemos seguir creciendo en cantidad de población cuidando el planeta?
La gente solía preocuparse porque decía que por alimentar a mucha población íbamos a tener desnutrición, que no podíamos cultivar tantos alimentos. Y hemos demostrado que debido a la tecnología, tenemos demasiada comida. Estamos anticipando el pico de población hacia finales de este siglo, en diez u once mil millones de personas. Luego la población comenzará a disminuir, porque la gente está teniendo muchos menos hijos ahora. Cuanto más desarrollo tengamos más bajará la natalidad.

El trabajo de Jennifer Beam Dowd se centra en el análisis estadístico de datos para comprender mejor la salud y mortalidad. Le interesa saber cómo el mundo económico y social "se mete bajo la piel" para influir en nuestra biología. Esto ha incluido profundas inmersiones en la biología del estrés, las infecciones y la función inmunitaria y el microbioma humano. Ha estudiado las consecuencias y afectación de la covid y actualmente estudia las razones del estancamiento de la esperanza de vida en EE UU y Europa.

QOSHE - Jennifer Beam Dowd: “Las conexiones sociales pueden proteger tu salud” - Mariana Vilnitzky
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Jennifer Beam Dowd: “Las conexiones sociales pueden proteger tu salud”

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02.01.2024

Jennifer Beam Dowd es catedrática de Demografía y Salud de la Población y directora adjunta del Centro Leverhulme de Ciencia Demográfica de la Universidad de Oxford. Nos atiende en la sala de invitados del Palau Macaya de Barcelona, paciente y sonriente después de disertar en el ciclo La huella digital y los aspectos sociales de la enfermedad, de la Fundación La Caixa.

¿Cómo se relacionan los aspectos sociales de la enfermedad?
Todo, la forma en que vivimos y trabajamos, afecta a nuestra salud y a nuestra biología de alguna manera. La salud no es sólo una cuestión médica o individual. Estamos constantemente expuestos tanto al entorno físico como al social a lo largo de nuestra vida. Nuestras familias y nuestras relaciones sociales son importantes para la salud, pero también lo son cuánto dinero tenemos, los recursos para hacer cosas saludables o protegernos de cosas insalubres. Los factores sociales son causas fundamentales de enfermedad. Y los factores de riesgo pueden cambiar con el tiempo. Cuando nos enteramos de los peligros de fumar, las personas con más formación e ingresos fueron las primeras en utilizar ese conocimiento y dejar de fumar. Y lo hicieron mucho antes que las personas con menos estudios e ingresos. Cada vez que hay una nueva tecnología o una amenaza para la salud, quienes tienen conocimientos y recursos son más capaces de navegar por ese nuevo conocimiento y proteger su salud.

¿La gente rica vive más y mejor?
Tienen menos enfermedades y discapacidades, además de una vida más larga.

Pero alguien con un trabajo ejecutivo es muy rico, pero tiene mucho estrés.
Yo pensé lo mismo cuando empecé a estudiar esto. Tenemos la idea de que los ejecutivos en posiciones de poder experimentan mucho estrés. Y no es que no lo tengan, pero hemos aprendido que hay un aspecto en el que tener control sobre tu situación hace que las cosas sean menos estresantes. Las personas con trabajos de alto estatus tienden a tener más control sobre sus vidas. Los que sufren más son la gente en ocupaciones más manuales, con jefes que pueden enviarlos a cualquier parte o despedirlos. Supongo que hay un equilibrio entre exigencia y control, y los trabajos con poco control tienden a ser los más estresantes. Así que incluso si tienes altas exigencias en tu trabajo, como un ejecutivo, sigues teniendo un buen control general en tu vida, y eso se traduce en menos estrés fisiológico crónico.

¿Existe también un factor demográfico? ¿Depende de donde vivas que vayas a tener más enfermedades?
Exactamente. Según donde vivas, puedes tener mejores vistas, más aire, más espacio, menos contaminación... Y si tienes mucho dinero puedes protegerte de otras maneras. Por ejemplo, puedes volar en primera clase en el avión y amortiguar algo de ese estrés.

¿Es cierto que hace 20 años había menos estrés?
Es difícil medir el estrés porque es muy subjetivo. Pero intentamos medir la salud mental, la depresión y la ansiedad, que son síntomas del estrés. Los datos muestran que la tendencia es al alza, especialmente entre los más jóvenes. En EE UU ha habido un aumento de los suicidios, así como de las muertes por sobredosis de drogas; y hay una causa subyacente común, que es un aumento de la angustia social y psicológica. Pero es muy difícil mostrar una buena prueba de ello, porque vemos que la depresión y la........

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