El escritor Hernán Brienza, en su libro "El loco Dorrego", se preguntó en qué momento Argentina se fue por un foso, se descalabró, entró un vórtice de maldiciones, de modo que hasta el día de hoy sigue en su rodada de manera cada vez más incontrolable. Algunos, a manera de guasa tal vez, han dicho que este descalabro se inició con el secuestro y posterior asesinato del general Pedro Eugenio Aramburo (dictador y jeque imperial del antiperonismo). Otros suponen que el inicio de tal desgracia sucedió entre 1955 y 1956 cuando los bombardeos a la Plaza de Mayo que dejó centenares de asesinados, junto con el fusilamiento de Juan José Valle y 27 más, entre civiles y militares. Algunos sesudos (casi todos los argentinos son sesudos) colocan tal fecha de tal funesto hundimiento el 6 de septiembre de 1830, cuando el general José Félix Uriburu derrocó al gobierno de Hipólito Yrigoyen.

El tema de esta desgracia argentina da para un debate de los mil demonios y mil siglos. Argentina vive en permanente tierra movediza, peor que Ecuador, Chile o Perú. Pareciera que cada cinco o diez años aparece un canalla que emboba al pueblo y se le monta y lo zarandea como a burrito de feria. Otros han sostenido que la maldición de Argentina comenzó cuando se desataron las represiones contra las huelgas en la Patagonia, en aquello que se llamó la Semana Trágica, la revolución del 90 y la de 1905 (Hernán Brienza, dixit).

Las tesis sobre el momento en que Argentina se fue a la mierda, llegan desde todos los ángulos de tantas tragedias, traiciones, vilezas o cobardías. Se mienta también de las abominaciones de aquella organización nacional contra el "Chacho" Peñaloza, el crimen de Urquiza, el golpe de Caseros, la mazorca Rosista y de los tiempos de la tiranía federal. Pero realmente esa maldición argentina se ubica, como certeramente lo señala Hernán Brienza, en el 13 de diciembre de 1828, cuando fusilan a Manuel Dorrego. No hay duda de que partir de allí se inicia la esperpéntica guerra civil que desintegra la sociedad argentina desde entonces.

Yo comparo el inicio de la maldición argentina (con el vil asesinato de Dorrego), con la que nos cayó en todos, el norte de América del Sur, con el asesinato, el 4 de junio de 1830, en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho (en Berruecos). A partir del asesinato de Sucre, se desintegra la Gran Colombia, se imponen en la Nueva Granada una banda de ladrones monstruosos liderados por los "liberales" Francisco de Paula Santander, José María Obando y José Hilario López. Por eso, lo dice muy bien el guerrillero Manuel Marulanda Vélez, que la guerra en Colombia comenzó con el ASESINATO DE BERRUECOS. Al descuartizarse el gran proyecto de Bolívar, Juan José Flores se coge lo que es hoy Ecuador, el traidor Páez se adueña de Venezuela y Santander con los asesinos de Sucre se impone en la Nueva Granada.

La desgracia Argentina, de finales del siglo XX, no tiene parangón en América Latina: torturas horrendas, miles de desaparecidos, oscuridad absoluta en derechos humanos, un fascismo triunfante en todas las instituciones del Estado. Sólo ha habido un leve interregno de dignidad en ese país, con una verdadera entereza moral y carácter genuino, y fue durante el mandato de Néstor Kirchner en el siglo XXI. Pero luego nos topamos con la versatilidad política de doña Cristina, sin el fuego ni el don genial de aquél su marido, seguido del canalla Macri y después del vacuo, volátil y anodino don Alberto Fernández. Toda una sucesión de desastres que vinieron a conducir al hijo de puta que hoy concentra toda la degeneración política de dos siglos en esa pretendida cursilería de querer ser clase aparte en América Latina (con ese cursi anarco-capitalismo), buscando sólo parecerse a las sociedades europeas o gringas. Por eso han llegado al vértice de todos los delirios versátiles, ahora en este guiñapo del Javier Milei, sumun, repito, de la peor inimaginable asquerosidad humana, votado por un 56% de sus votantes, que hoy no saben por qué carajo lo hicieron.

No puede ser que la valentía del pueblo argentino también en este siglo sea recular y recular. El Gran Guiñapo, a dónde va pone la plasta, tal como lo vimos en el Foro Económico Mundial de Davos, allí donde además dio los primeros pasos para formalizar la entrega de Las Malvinas a los malditos piratas ingleses. "La prensa británica asegura que el canciller inglés David Cameron, en nombre del gobierno, está preparando para ofrecer a la administración de Javier Milei "términos comerciales más favorables" con el objetivo de desviar y "olvidar" el conflicto sobre las Islas Malvinas".

De acuerdo con el diario británico Daily Express, se habla de una "promesa" del exprimer ministro británico para evitar que Milei "presione el botón de las Malvinas". COPIO ESTA INFORMACIÓN: En esta línea, el reconocido medio, según fuentes de Whitehall, el barrio del gobierno de Reino Unido, se hará todo lo posible para ayudar al flamante jefe de estado argentino a alcanzar sus objetivos económicos, dándole "menos motivos" para insistir por el reclamo de la soberanía argentina sobre las Malvinas. De esta manera, Londres se prepara para ofrecer "nuevos términos comerciales… Gran Bretaña ve al incipiente gobierno de Milei como uno de los principales baluartes del continente contra la influencia china. Pero las tensiones sobre las Malvinas también están en juego", sentenciaron desde el mencionado medio.

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Asesinaron a Dorrego y la maldición cayó de manera absoluta sobre Argentina….

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31.01.2024

El escritor Hernán Brienza, en su libro "El loco Dorrego", se preguntó en qué momento Argentina se fue por un foso, se descalabró, entró un vórtice de maldiciones, de modo que hasta el día de hoy sigue en su rodada de manera cada vez más incontrolable. Algunos, a manera de guasa tal vez, han dicho que este descalabro se inició con el secuestro y posterior asesinato del general Pedro Eugenio Aramburo (dictador y jeque imperial del antiperonismo). Otros suponen que el inicio de tal desgracia sucedió entre 1955 y 1956 cuando los bombardeos a la Plaza de Mayo que dejó centenares de asesinados, junto con el fusilamiento de Juan José Valle y 27 más, entre civiles y militares. Algunos sesudos (casi todos los argentinos son sesudos) colocan tal fecha de tal funesto hundimiento el 6 de septiembre de 1830, cuando el general José Félix Uriburu derrocó al gobierno de Hipólito Yrigoyen.

El tema de esta desgracia argentina da para un debate de los mil demonios y mil siglos. Argentina vive en permanente tierra movediza, peor que Ecuador, Chile o Perú. Pareciera que cada cinco o diez años aparece un canalla que emboba al pueblo y se le monta y lo zarandea como a burrito de feria. Otros han sostenido que la maldición de Argentina comenzó cuando se desataron las represiones contra las huelgas en la Patagonia, en aquello que se llamó la Semana Trágica,........

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