A mí me parece admirablemente bien, justo, necesario, formal, neto, loable, prodigioso y genial, que Estados Unidos haga lo imposible por imponer en Venezuela, la candidatura de doña María Corina Machado. Porque ella ama a los héroes del Norte. A ella jamás se le ha escuchado decir algo loable de Bolívar, Sucre, Mirando o Urdaneta. Ella en 2002, corrió a entregarle su alma George Bush hijo, con aquellas rodillitas enjutas y brillante, y con una elocuente pose de pretendiente a reina. Es justo, nos parece lo correcto, que Estados Unidos abogue por su corona. Ahora, lo que nos corresponde a nosotros hacer, es otra cosa. Ella rogó al cielo, cualquier forma de exterminio que los gringos son capaces de aplicar a sus adversarios, para que nosotros nos postrásemos, nos sometiésemos a sus mandatos.

Los mismos 56 países que apoyaron a don Juan Guaidó, están también hoy enfurecidamente embanderados con la Barbi Machado, pidiendo que sea reconocida por las instituciones de Venezuela como candidata para este 2024. Es lógico que así sea…

Entonces, es natural, entendible y muy razonable que por ella peguen el grito en el cielo los mismos que nos impusieron a Guaidó. Eso es evidente y de cajón y no se puede esperar otra cosa. Que por ella estén en este momento llorando a moco tendido Álvaro Uribe Vélez, Andrés Pastrana, José María Aznar, Felipe González, la Ayuso y la comunidad en pleno y agusanada de Miami. Que los luengos mocos de la Unión Europea se estén hoy confundiendo con la inmensa masa de excrementos que envenena al fétido Mediterráneo no nos debe sorprender para nada. Todo eso es muy entendible.

No puede ni debe ser de otro modo. Así es la naturaleza vil, miserable y asesina de todos esos viles colonizadores y piratas…, los franceses, alemanes y sobre todo los ingleses.

Está clarísimo, el tipo de democracia que SÓLO ADMITE y les gusta a los gringos: aquella en la que ellos dominen y controlen todo. Democracia hay, para ellos, en los abominables gobiernos de Perú y Ecuador, por ejemplo. Pero ellos tuvieron a un presidente interino, tan interino que todavía gobierna y en la sombra de todas las sombras, que se llama don Juan Guaidó. Les gusta tanto la democracia a los gringos que todavía siguen apoyando a la Asamblea Nacional de Venezuela que fue elegida en 2015, y que tiene más de tres años que expiró. Pero así son ellos de demócratas.

Tuvieron también el pasado otros grandes demócratas (que Franklin Delano Roosevelt, llamaba "Nuestras innegables putas"), tales como Juan Vicente Gómez, Fulgencio Batista, Rafael Leonidas Trujillo, Anastasio Somoza, Duvalier y Pinochet, entre muchos otros. A estos asesinos nunca se les amenazó con bloquearlos o sancionarlos, para que hicieran elecciones libres, creíbles, justas y súper vigiladas por la comunidad internacional. Eso no se le pide ni por el carajo a la Boularte ni por el carajo la OEA se lo pidió a la Jeanine Áñez mientras tiranizó Bolivia…

Para esos gringos, don Juan Guaidó sí era un gran demócrata, tan demócrata, que de manera automática 56 países de Occidente lo apoyaron y lo reconocieron sin que jamás hubiese sido elegido para nada (porque hasta diputado suplente era en la AN). En qué bellas DEMOCRACIAS creen estos malditos gringos.

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Héroes de EE UU: Hombre Araña (Capriles), Rin Tin Tin (Guaidó). Ahora la Mujer Maravilla (MCM)… Vercia!

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30.01.2024

A mí me parece admirablemente bien, justo, necesario, formal, neto, loable, prodigioso y genial, que Estados Unidos haga lo imposible por imponer en Venezuela, la candidatura de doña María Corina Machado. Porque ella ama a los héroes del Norte. A ella jamás se le ha escuchado decir algo loable de Bolívar, Sucre, Mirando o Urdaneta. Ella en 2002, corrió a entregarle su alma George Bush hijo, con aquellas rodillitas enjutas y brillante, y con una elocuente pose de pretendiente a reina. Es justo, nos parece lo correcto, que Estados Unidos abogue por su corona. Ahora, lo que nos corresponde a nosotros hacer, es otra cosa. Ella rogó al cielo, cualquier forma de exterminio que los gringos son capaces de aplicar a sus adversarios, para que nosotros nos postrásemos, nos sometiésemos a sus mandatos.

Los mismos 56........

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