Ojo, debo aclarar, rotundamente, que todos los presidentes de Estados Unidos, a partir de Teodoro Roosevelt, han sido ASESINOS EN SERIE. La vida de estos presidentes, las deberían pasar por el canal de INVESTIGATION DISCOVERY, ID. Cincuenta Años de investigación sobre este tema nos lleva a concluir que el elemento mejor producido y elaborado por la sociedad estadounidense es y ha sido los SERIAL KILLERS. En ninguna parte del mundo se publican más documentales, libros y trabajos de investigación sobre SERIAL KILLERS como en Estados Unidos. Veinticinco mil trabajos sobre estos asesinos en un año, acabo de ver en un reporte de la Asociación del Rifle.

Ya que estamos tratando con este arquetipo, netamente gringo, debemos decir que el asesino en serie Charles Mason en la presidencia de Estados Unidos, América Latina hubiera sido más feliz, más confiada en sí misma, mejor tratada por el imperio gringo. Estratégicamente esta exigencia que debió haberle hecho Venezuela al poderoso del Norte, para nosotros hubiera redundado en beneficios mayúsculos en nuestra supervivencia, porque entonces ellos hubiesen tenido en el poder a un loco miserable pero no a esos cuerdos asesinos, estrategas y expertos en genocidios en el mundo, como Lindon B. Jhonson, Nixon, Reagan, los Buhs y los Clinton, por ejemplo. De habernos obedecido EE UU, hubiéramos salido ganando. Cualquier asesino en serie, hubiera resultado mucho mejor para nuestra seguridad, y en función de ello, los gobernantes latinoamericanos en pleno y en coro debimos habérselo exigido a la potencia del Norte: "Respeten la democracia, carajo, y dejen participar libremente en las elecciones a míster Charles Mason"

Pero la otra parte iba a ser que, si nosotros hubiésemos exigido que Charles Mason pudiera ser candidato a la presidencia, entonces, nos hubieran llamado aberrados y monstruosos, dignos de ser encerrados en un manicomio. Los gringos nunca se cuidan ni les importa un carajo si así los llaman cuando abogan y defienden a cualquier abominable asesino en este mundo, por ejemplo, ahí está el caso de Netanyahu.

Porque resulta, que Estados Unidos se siente feliz y seguro, cuando en algunos de nuestros países latinoamericanos gobierna un pelele o una lacaya. Estados Unidos se sintió a sus anchas cuando a Nicaragua la gobernó aquella pechuga de nombre Violeta Chamorro. Recuerden que Estados Unidos, a través de la OEA, le lanzó loas a Jeanine Áñez y la llegó a comparar con Juana de Arco. Hoy Washington está feliz con Dina Boluarte y la llama "esperanza íntegra y dignificante para la paz y progreso de Perú".

Ellos (los gringos) sí pueden pedir y apoyar asesinos y canallas confesos para nuestros países, tal como hicieron cuando nos gobernó Juan Vicente Gómez, o cuando a Nicaragua la ultrajaban y torturaban los Somoza. O como cuando República Dominicana gemía bajo la férula de aquel fenomenal asesino llamado Rafael Leonidas Trujillo. O como cuando Chile tenía en la Moneda al sanguinolento de Pinochet cual rayo genial de nobleza y grandiosidad humana. Esos sí eran gloriosos demócratas para la Casa Blanca.

Porque la estrategia de Estados Unidos, es siempre exigirles a los países débiles que gobiernen en ellos mequetrefes o pupptes, para así explotarlos y dominarlos de la manera más cruenta, fácil y expedita. Como le decía, pues, el lobo a Caperucita Roja: "…PARA COMERTE MEJOR".

PERO LA PURITA VERDAD, es que Manson fue un carajito de pecho comparado George Bush o con Lindon B. Jhonson, o con Nixon. Charles Mason asesinó a unos poquitos, a Abigail Ann Folger, Wojciech Frykowski, Steven Earl Parent, Sharon Tate Polanski, Jay Sebring, Leno y Rosemary LaBianca. Y por esa minucia, comparado con lo que hicieron los Bush, en un principio fue sentenciado a muerte. Se salvó de chiripa cuando la pena de muerte fue declarada inconstitucional en 1972 en el estado de California, pero entonces le cayó cadena perpetua…

Porque, después de todo, el asesino Charles Mason tenía ciertos manierismos artísticos, de lo cual carecían totalmente Nixon o los Bush. Mason era rockero, fue amigo de Dennis Wilson baterista de The Beach Boys, componía canciones y tocaba la guitarra con cierta destreza, y en nombre de eso, Venezuela debió haberle exigido a EE UU que lo considerara para ser electo como presidente en su país, e incluso pedirlo en la ONU.

Pero bueno, como Estados Unidos es el paraíso o el reino de los asesinos en serie, tenemos para escoger... Don Rafael Caldera debió haber pedido, por ejemplo, en la década de los noventa, que Unabomber (Theodore John Kaczynski ), pudiese ser elegido para encaramarse en la codiciada silla de la Casa Blanca. No era cualquier cosa Theodore John Kaczynski. Era filósofo, extraordinariamente culto, neoludita, graduado en Harvard. Evidentemente, desde el punto de vista profesional y académico mil veces superior a la cachaza de María Corina Machado (quien pidió a gritos que nos metieran a todos los venezolanos en un horno crematorio, que nos vejaran y nos mataran de hambre, que de hecho sucedió en cientos de miles de caso).

Me perdonan la insolencia y la barbaridad de comparar a Theodore John Kaczynski con doña María Corina. Ésta no le da ni por los talones a Unabomber, quien fue mi colega en el área de la investigación matemática. La especialidad de Kaczynski era una rama del Análisis Complejo. Su tesis doctoral se titulaba Boundary Functions («Funciones de frontera). El profesor Maxwell Reade declaró acerca de su tesis que «es posible que solo unas 10 o 12 personas de todo el país la entendieran o la aprecien».​ En 1967, Kaczynski ganó el premio de $100 Sumner B. Myers de la Universidad de Míchigan como reconocimiento por su tesis como el mejor trabajo académico en matemáticas del año en esa universidad.

De modo que el asesino en serie Theodore John Kaczynski tenía desde el punto de vista académico extraordinarias condiciones para haber sido presidente de los Estados Unidos, muchísimas más que esta otra asesina en serie, de doña María Corina Machado.

Otra genial personalidad que, desde nuestra óptica escrutadora de candidatos posibles a la presidencia del Norte, lo merecían ser, es el asesino en serie Gary Gilmore, el que inspiró la gran obra de uno de los más grandes escritores estadounidense, Norman Mailler "La Canción del Verdugo" (galardonada con el Premio Pulitzer). Esta obra cuenta la historia de Gary Gilmore, el hombre que saltó a los titulares de la prensa con motivo de su ajusticiamiento, en la Penitenciaría Estatal de Utah. Porque, aunque hubiese podido prestarse al largo forcejeo de las apelaciones y demás subterfugios legales para aplazar su ejecución, Gilmore prefirió la muerte a la angustiosa espera en el corredor de la muerte.

Tomo nota en las redes de lo siguiente: "Gilmore tenía inteligencia y talento artístico. Entre 1960 y 1961 estuvo encarcelado en la Institución Correccional del Estado de Oregon. En 1962 en Vancouver, Washington, fue arrestado por conducir con un recipiente de alcohol abierto y sin licencia, y fue sentenciado a cumplir una condena en la cárcel de Rocky Butte en Portland. El magistral relato de Mailer, basado en cientos de entrevistas, se centra en los nueve meses que empiezan el día en que Gary Gilmore sale en libertad condicional, sigue con los dos absurdos asesinatos que cometió muy pronto y termina con este nuevo «héroe americano» ante el pelotón de fusilamiento. Junto a Gilmore, poco a poco va emergiendo otro protagonista, Nicole, su amante, una joven que se enfrenta a un mundo casi tan sucio y corrupto como el de Gary. La historia de amor de estos dos marginados emergerá finalmente con una insólita pureza en medio de la sordidez circundante.

Perdonen otra vez la comparación de Gary Gilmore con la pedestre doña María A Gary Gilmore le dieron a elegir entre morir en la horca o ante un pelotón de fusilamiento. Eligió la segunda opción. Con un papel cogido con alfileres, marcaron en su torso el lugar donde se encuentra el corazón... para que sirviera de guía a los encargados de dispararle. 'Fue un acontecimiento muy mediático porque con el comenzaron unas ejecuciones que habían estado suspendidas'.

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Venezuela, en 1971, debió haberle exigido a EE UU, permitir a Charles Mason ser candidato a la presidencia…

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01.02.2024

Ojo, debo aclarar, rotundamente, que todos los presidentes de Estados Unidos, a partir de Teodoro Roosevelt, han sido ASESINOS EN SERIE. La vida de estos presidentes, las deberían pasar por el canal de INVESTIGATION DISCOVERY, ID. Cincuenta Años de investigación sobre este tema nos lleva a concluir que el elemento mejor producido y elaborado por la sociedad estadounidense es y ha sido los SERIAL KILLERS. En ninguna parte del mundo se publican más documentales, libros y trabajos de investigación sobre SERIAL KILLERS como en Estados Unidos. Veinticinco mil trabajos sobre estos asesinos en un año, acabo de ver en un reporte de la Asociación del Rifle.

Ya que estamos tratando con este arquetipo, netamente gringo, debemos decir que el asesino en serie Charles Mason en la presidencia de Estados Unidos, América Latina hubiera sido más feliz, más confiada en sí misma, mejor tratada por el imperio gringo. Estratégicamente esta exigencia que debió haberle hecho Venezuela al poderoso del Norte, para nosotros hubiera redundado en beneficios mayúsculos en nuestra supervivencia, porque entonces ellos hubiesen tenido en el poder a un loco miserable pero no a esos cuerdos asesinos, estrategas y expertos en genocidios en el mundo, como Lindon B. Jhonson, Nixon, Reagan, los Buhs y los Clinton, por ejemplo. De habernos obedecido EE UU, hubiéramos salido ganando. Cualquier asesino en serie, hubiera resultado mucho mejor para nuestra seguridad, y en función de ello, los gobernantes latinoamericanos en pleno y en coro debimos habérselo exigido a la potencia del Norte: "Respeten la democracia, carajo, y dejen participar libremente en las elecciones a míster Charles Mason"

Pero la otra parte iba a ser que, si nosotros hubiésemos exigido que Charles Mason pudiera ser candidato a la presidencia, entonces, nos hubieran llamado aberrados y monstruosos, dignos de ser encerrados en un manicomio. Los gringos nunca se cuidan ni les importa un carajo si así los llaman cuando abogan y defienden a cualquier abominable asesino en este mundo, por........

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