El objetivo es preparar bien la repesca de marzo. Georgia tiene aún opciones de acabar tercera de grupo, pero ésta es una posición que no da acceso a absolutamente nada. Es una cuestión de prestigio. Finalizar por encima de la Noruega de Haaland y Odegaard hablaría bien del cuadro caucásico (y bastante mal, por cierto, del escandinavo). Para que ello suceda, el cuadro de Willy Sagnol debería vencer en España y confiar en que Escocia derrote a los nórdicos. Pero, en realidad, lo que preocupa de verdad a la antigua república soviética es llegar a los playoffs de marzo en las mejores condiciones posibles. Esa repesca la tienen asegurada por el gran papel que hicieron en la Nations League. A falta de confirmación (los resultados que se den de aquí al martes pueden modificar el cartel), su rival en semifinales sería Luxemburgo, y el que tendría en una hipotética final saldría de un Grecia-Kazajistán. Por lo tanto, la posibilidad de acudir a la primera gran cita de su historia es realista.
El fervor por Kvaratskhelia. La eclosión de un jugador de clase mundial como Kvicha Kvaratskhelia ha transformado el panorama futbolístico en Georgia. El estadio nacional ha recuperado el aspecto de las mejores ocasiones. Incluso en un partido en el que el rival no parecía especialmente atractivo (Escocia) y en el que la selección local ya estaba eliminada, el pasado jueves se reunieron 45.000 espectadores para ver jugar a su crack. El extremo del Nápoles no les defraudó: anotó un doblete que estuvo cerca de valer una victoria: sólo lo evitó el 2-2 definitivo de Shankland en el 93′. Este factor ambiental no estará presente en Valladolid, pero sí refleja un fenómeno con el que el conjunto georgiano no contaba en el pasado: saben que ahora les sigue mucha gente. Kvicha, además, está pulverizando registros y también juega para seguir superándolos. Se convirtió en el cuarto máximo goleador de la historia de la selección con el doblete ante los escoceses. A sus 22 años, está a sólo doce tantos del hombre que lidera esta tabla: Shota Arveladze.
El problema de Mikautadze. Lo que parecía una buena noticia, el fichaje del delantero Georges Mikautadze por un club de gran prestigio como el Ajax, se está convirtiendo en un contratiempo para la selección. El exatacante del Metz, que la temporada pasada anotó 23 goles en la segunda división francesa, está jugando muy poco en Ámsterdam y aún no ha estrenado su casillero anotador. Pese a ello, sigue siendo titular con Georgia y, de hecho, consiguió firmar cinco tantos en el parón anterior (uno ante Chipre y cuatro en un amistoso frente a Tailandia).
La enseñanza del 1-7. Sagnol salió muy atrevido ante España en Tiflis, con un sistema 4-4-2 en el que uno de los dos mediocentro, Gagnidze (que no está convocado esta vez), era de un perfil más creativo. Tras la goleada encajada ante el cuadro de Luis de la Fuente, es probable que hoy salga con el 5-3-2 con el que se midió a Escocia el jueves, reforzando la medular con un jugador más defensivo como Kvekveskiri. Shengelia se lesionó ante el conjunto británico y su lugar en el lateral izquierdo lo ocupará Azarovi, que dio una asistencia de gol en la derrota del Shakhtar Donetsk en Montjuïc ante el Barcelona en la Champions League.
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