Farsa. Brasil, sus medios de comunicación más potentes, la CBF e incluso el ínclito presidente federativo hasta hace unos días, Ednaldo Rodrigues, daban por hecho que Ancelotti sería el próximo seleccionador nacional. El primero extranjero (no interino). El primero con el que romper ese hito. Por fin un técnico europeo en la pentacampeona. En un fútbol de elite en el que todo se lleva con exagerada discreción, su interés anunciado a los cuatro vientos -ilusionante principio de acuerdo incluido- han sido una pantomima.

‘No’. Ancelottti seguirá en el Madrid, Ancelotti no se va a Brasil. La grandilocuencia y la megalomanía de algunos de sus dirigentes hicieron pensar que decir no a la canarinha es imposible. Acabaron por ningunear al Madrid, como si no tuviera cartas en el asunto. El sueño de todo técnico es dirigir al que un día fue equipo de Pelé, Garrincha, Romario, Ronaldinho o Ronaldo, pensaron. El que más seguidores tiene en el mundo. Pues resulta que Carletto seguirá en el Bernabéu hasta 2026 y cierra de un portazo la opción Brasil. De paso mete en un mar de dudas a una selección ante su mayor crisis de siempre.

Diniz. Ha perdido la CBF un año desde que se fuera Tite tras el Mundial de Qatar hasta ahora que necesita imperiosamente seleccionador. El elegido será Fernando Diniz, que ya compagina ese cargo de manera interina con el banquillo de Fluminense. Es buen entrenador, inusualmente moderno para los dinosaurios que le precedieron (el propio Tite, Dunga, Scolari, Menezes), pero no es Ancelotti: Guardiola le avasalló recientemente en la final del Mundial de Clubes y Scaloni también le superó en Maracaná hace poco sin despeinarse. Brasil tiene muchas urgencias y pocas ideas.

Hallo Deutschland. Albania, rival de España en la Eurocopa, está volcada con su equipo nacional. Es tan distinto para un país pequeño ser partícipe de un torneo así que hasta el gobierno se involucra. En las últimas horas se ha sabido que el ejecutivo albanés destinará dos millones de euros para financiar su participación. Silvinho y Zabaleta, entrenador y ayudante, seguro que lo celebraban.

Hoy descubrimos a... Malo Gusto (2003). Ya fue objeto de análisis en esta columna cuando despuntó en Lyon y, tras una accidentada llegada al Chelsea a causa de una grave lesión, por fin se ve todo su potencial como lateral derecho. Lo poco destacable de la era Pochettino está siendo él. Tiene opciones de ir a la Euro con Francia. Top.

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