No siempre llegar cedido desde un grande es sinónimo de tener el puesto asegurado en cada alineación. Pero con Rafa Marín esa realidad es obvia. Con 903 minutos disputados, es el décimo jugador de campo más utilizado por el Alavés. La lesión de Sedlar le ha abierto la puerta definitivamente para jugar a las órdenes de Luis García Plaza. En enero, si cabe, tendrá aún más opciones de titularidades ya que, previsiblemente, el marroquí Abqar será convocado para la Copa de África. Minutos y más minutos para un gran futbolista que llegó a Mendizorroza con la idea de consagrarse entre los grandes de nuestro fútbol.

El sevillano no se equivocó al decidirse por el Glorioso ya que en otros clubes quizás estaría abocado al ostracismo. Es un central muy potente en el juego aéreo, que se defiende de maravilla con los pies. Es intuitivo, se anticipa bien y resulta contundente. Se complementa de maravilla con Abqar, un prodigio físico. Y la grada ha conectado con él, aplaude su honradez y sacrificio. Ya se sabe que en Mendi valoramos mucho el carácter. Y este chaval lo tiene. Cuando falta algún central, al técnico alavesista le toca tirar de algún lateral que puede desempeñar esa labor: Tenaglia desde la derecha o Duarte desde la izquierda. El serbio Maras está sin ritmo tras la operación en la rodilla. Rafa es importante.

Por desgracia, y es algo comprensible, no hay opción de compra en Vitoria para hacerse con sus servicios. El Alavés estaría encantado de disfrutar de él más tiempo o incluso de tenerlo en propiedad, pero el contrato no lo contempla. Tampoco se incluyó la cláusula de recuperación merengue en enero ni la del miedo, por lo que es un ‘fichaje’ grandioso para esta noche. Curioso tener a un hombre tan fiable ante un Madrid que cojea en el centro de la zaga. A ver si las ganas de reivindicarse ante el club de sus amores no le juegan una mala pasada.

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