El Barça se dio un baño de autoestima contra el Atlético. Especialmente, su entrenador. Este domingo, Xavi debió coger una tira completa de “vales de tranquilidad” de esos con los que bromea con su hermano-ayudante, Óscar, cuando las cosas, como hace poquitos días, no van tan bien. Muchos meses después, el Barça jugó al fin como un equipo grande, y pudo presumir de ese eslogan que le acompañará en el 125 aniversario: “Volem la pilota”. Dominador, fue mucho más que el Atlético, y encontró el fútbol de manera constante por todas las partes del campo. Koundé y Raphinha martillearon por la derecha; Gündogan, De Jong y Pedri cosieron finamente el juego; y João Félix se comportó como un futbolista grande. Sacó todo lo que lleva dentro pese a que se llevó un buen puñado de golpes de Witsel, Giménez y, especialmente, de Azpilicueta. Pero nunca se salió del carril. Les burló con fútbol y decidió el partido con un gol bellísimo, picando por encima de Oblak.

Al Barça de la fría (y triste de público, poco más de 34.000 espectadores) noche en Montjuïc se le pueden poner muy pocas pegas. Al contrario, sorprendió verlo con esa personalidad (“nos crecemos en las noches grandes”, se reivindicó Xavi) cuando hace apenas un par de semanas era un equipo sin rumbo, con dudas sobre su entrenador, y deprimido por la grave lesión de Gavi. Pero, en el fútbol, las cosas giran rápido. Xavi entendió que la idea de los dos laterales ofensivos estaba arrastrando al Barça a malas dinámicas de juego y ha sacrificado a Balde porque los Joãos se entienden con la mirada. De Jong ha sido un soplo de aire fresco que, además, da vuelo a Gündogan. Si alguien se preguntaba por qué este futbolista de apariencia pesada ha sido una deidad en Mánchester, tal vez lo entendiese con el clínic de fútbol que se marcó ante el Atlético. Verlo jugar es una delicia. El Barça tiene más empaque. Pedri va lento, pero seguro. Donde en los primeros días después de su reaparición había un futbolista con miedos para chocar, perdedor de duelos y con un recorrido limitado, ahora empieza a haber señales del mago que ha impresionado al fútbol mundial. Salió con buenas soluciones de todas las emboscadas y empieza a atisbarse en sus giros esa capacidad de improvisación que le hace especial. La confianza y el físico le pueden devolver el fútbol,

Es tan caprichoso el fútbol, y tan largo un partido, que el Barça corrió un riesgo real de perder dos puntos. Se lo solucionó Iñaki Peña con una de las paradas de la temporada. El alicantino voló angelical para evitar el 1-1 de Memphis. Ter Stegen (ojo con la lesión del alemán que amenaza con alargarse) aplaudió con dignidad el paradón de su compañero sobre la hora y el Barça ganó con una gran noche de João Félix. Pero, sobre todo, con la sensación de que tiene pulso y ha cogido un camino que todavía le puede llevar a la gloria en la Liga.

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QOSHE - El Barça tiene pulso - Juan Jiménez
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El Barça tiene pulso

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04.12.2023

El Barça se dio un baño de autoestima contra el Atlético. Especialmente, su entrenador. Este domingo, Xavi debió coger una tira completa de “vales de tranquilidad” de esos con los que bromea con su hermano-ayudante, Óscar, cuando las cosas, como hace poquitos días, no van tan bien. Muchos meses después, el Barça jugó al fin como un equipo grande, y pudo presumir de ese eslogan que le acompañará en el 125 aniversario: “Volem la pilota”. Dominador, fue mucho más que el Atlético, y encontró el fútbol de manera constante por todas las partes del campo. Koundé y Raphinha martillearon por la derecha; Gündogan, De Jong y Pedri cosieron finamente el juego; y João Félix se comportó como un futbolista grande. Sacó todo lo que lleva dentro pese a........

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