Incrédulo. Mientras el Madrid vuela hacia la Liga con goles en el descuento, y el Girona va conquistando corazones en su intrépida aventura por la hazaña de hazañas, Xavi se fue con mensaje antes de Navidad después del susto de muerte que se pegó contra el Almería. Tal vez viendo que sus jugadores le estaban arrastrando al precipicio (sólo había que verlo en la primera parte, inmóvil y contrariado, incrédulo por lo que estaba viendo y temiéndose el peor de los desenlaces), apareció en la sala de prensa sin cadena y calificó de “inaceptable” la actitud de sus jugadores. Fue la aparición pública más dura desde que Xavi es entrenador del Barça. Sin duda, necesaria. La cuestión es si todavía está a tiempo. Más allá de todas las explicaciones que se han dado, y de que es cierto que Laporta quería reunir a sus jugadores y hablar con ellos en el Radisson Blu Astrid, su autoridad como entrenador se vio cuestionada después del cambio de convocatoria para el partido de Amberes. Algún enemigo de Xavi muy cercano a Laporta también acusa al entrenador de blando y de dar demasiados días de descanso a unos jugadores que, por cierto, están cayendo como moscas.

Jugadores en el foco. La coctelera se estaba llenando de ingredientes y se hacía necesario un golpe en la mesa. Los entrenadores dependen de los jugadores, pero no está de más recordarles tampoco quién es la autoridad en el vestuario. Estas cosas se llevan menos estos días. Cruyff, por ejemplo, lo hacía cada dos por tres. A Stoichkov y Laudrup se les vio casi entre lágrimas después de meterle 7-2 al Sporting porque el holandés les había metido un rapapolvo el día antes en la sala de prensa. Y eso que ya le habían dado una Copa de Europa. Ahora los códigos son distintos, pero ya se sabe cómo acaban las cosas cuando a los futbolistas se les malcría. Las conversaciones en el avión a Dallas después de la rajada de Xavi debieron resultar interesantes. Veremos cómo hacen la digestión los jugadores, que ahora han quedado expuestos, especialmente, y por las informaciones publicadas, Lewandowski y João Félix. Al polaco, decepcionante este curso, parecieron encenderle la pila en la segunda parte del partido del miércoles. Al portugués le persigue su currículo y sus días con Simeone. Su dejación de funciones en defensa se ha hecho viral y, a partir de ahora, le van a mirar con lupa. Eso, si se mantiene como titular. En mucho menos tiempo, Ferran ha hecho bastante más que él últimamente. El principio de 2024 va a estar interesante en Can Barça.

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