Vinicius se derrumbó ante los medios. “Cada vez tengo menos voluntad de jugar”, dijo compungido, entre sollozos, para explicar lo que siente siendo el objetivo de muchas de las iras de los aficionados españoles allá por los campos que visita. Un problema para el fútbol español, sin duda, y para el país, que es noticia una y otra vez al otro lado del charco por el racismo. El bueno de Vini se siente apoyado por el club, por sus compañeros, y no sólo los del Real Madrid, sino por todos los del gremio… Pero no tanto por las instituciones. Y sólo una acción fuerte y contundente por parte de los comités competentes y también, claro, de la Justicia, puede erradicar este problema tan importante que aún seguimos sufriendo en nuestro país.

La CBF también se ha volcado para ayudar a su nueva estrella y de ahí que se juegue este partido entre Brasil y España en el Bernabéu, que sirve para visibilizar aún más la causa de Vinicius. “Yo no estoy luchando contra la afición de España, estoy luchando contra el racismo en el mundo”, puntualiza el jugador, para dejar clara la causa que lidera. “LaLiga está mejorando, y está trabajando, pero también es complicado, porque el racismo no es un delito”, se queja, pidiendo una acción mayor del Gobierno y reconociendo, de paso, las últimas acciones del organismo que dirige Tebas, al que tanto acusó de inacción hace unos meses pero que ahora está totalmente implicado.

Todo el mundo gana con un Vinicius feliz en España. Gana el Real Madrid, es obvio, porque tiene a uno de los mejores jugadores del planeta en sus filas, realmente el sostén del equipo en estas últimas dos temporadas. Gana LaLiga. Si Vinicius se va, el producto queda claramente devaluado. Venga quien venga el próximo verano. Y gana la afición. No solo la del Madrid, pues si es verdad eso de que hay jugadores por los que vale la pena pagar una entrada, este, Vinicius, es uno de ellos. Estas lágrimas del brasileño nos deben hacer reflexionar a todos. Ojalá sirvan de punto de inflexión. No hay nada que pueda justificar la campaña de acoso que está sufriendo este joven jugador y menos aún que su color de piel sea un pretexto para el insulto. Ojalá, en definitiva, que Vini salga victorioso de esta cruzada que ha emprendido de manera tan valiente.