En su día me molestó bastante. Porque aunque tuviera su (gran) parte de lógica, la realidad es que no parecía pertinente ni oportuno reconocerlo abiertamente y con tanta tranquilidad delante de los micrófonos. Sonaban a arrojar la toalla antes de tiempo, a ponerse una coraza ante el diluvio universal que le venía encima a su equipo. Me estoy refiriendo a la famosa frase de José Mari Barkero cuando era entrenador de la Real Sociedad en la previa a una visita al Santiago Bernabéu para jugar contra el Real Madrid. “Lo normal es perder, que te ganen allí, pero hay que ir a competir”, dijo. Y no me gustó. Lo reconozco. Aunque la realidad es que luego el conjunto txuri-urdin sacó un valiosísimo empate, dejando una más que digna imagen.

En la previa a la visita del Barça al Reale Arena, ha sido Imanol Alguacil el que ha usado ese mismo argumento. Y no he podido evitarlo. He sufrido una especie de déjà vu y me han venido rápidamente a la cabeza aquellas palabras de Bakero. Y sin embargo, esta vez no me han molestado tanto. Supongo que es un poco injusto con José Mari. Pero lo que cambia la percepción de una misma idea puede que sea el contexto. Entonces (aquello fue en 2006) la Real Sociedad agonizaba por mantener una categoría que acabaría perdiendo al año siguiente. Y Bakero sonó a la pinta que daba aquel equipo txuri-urdin: a perdedor. Daba la sensación de no tener fe en el milagro de puntuar entonces contra un grande. Y sufriendo como estábamos, no queríamos que nos vendieran realidad, porque ya la estábamos maldiciendo; queríamos un poco de ilusión, por muy irracional que ésta fuera.

Hoy cualquier parecido con aquel lejano 2006 es pura ficción. La Real no tiene nada que ver, el club está a años luz de entonces y el proyecto es un millón de veces más próspero. Así que como la afición está subida a la ola de la euforia, Imanol trata de ponernos en nuestro sitio y contextualizarlo, seguramente para que cuando llegue el éxito, lo podamos disfrutar y celebrad en su justa medida. Es una especie de cura de humildad y realismo, en todos los sentidos. Si miras la historia, no es nada raro que la Real no le gané al Barça en Donostia desde 2016. Claro que es lo normal no ganarle. Y se dice para que todos lo entendamos, pero al mismo tiempo se ponen al leo otros argumentos por los que sí es posible ganarle. El problema para Bakero es que eso argumentos son demasiado recientes y no los tenia en su época, porque pertenecen a esta nueva época gloriosa del club txuri-urdin. Porque el camino que lleva la Real de Imanol es la de cambiar el signo de la historia y acabar diciendo: “Viene el Barça, lo normal es ganarle, pero no nos vengamos arriba, humildad y a jugar”. Suena bien, ¿verdad? Pues todo empieza por ganar este año, que ya va siendo hora de dejar atrás aquel gol de Mikel Oyarzabal, por entonces ni jugador del primer equipo, en aquella Real entrenada por David Moyes.