Arte malagueño.- El partido estaba metido en una locura de ida y vuelta, con los alemanes del Leipzig empeñados en hacer un homenaje a su casa comercial (Red Bull) y un ucraniano generoso y titularísimo que puso el candado a la portería del mejor equipo de la historia de la Copa de Europa. En ese tramo donde los 1.700 madridistas ubicados en un córner del coqueto estadio de Leipzig (aquí ganó España 4-0 a Ucrania en el arranque del Mundial de 2006) firmaban el empate tal y como habían ido las cosas, irrumpió un genio que frotó la lámpara de Aladino. Nació hace 24 años en Málaga, la tierra que vio nacer a Juanito y a Fernando Hierro, dos grandes iconos del club. Brahim se calzó las botas de Maradona e inició una jugada digna del Premio Puskas del año. Su control orientado en el arranque de la jugada, salvando una tarascada tremenda, sus dos regates siguientes y su zurdazo final a la red son dignos de un documental sobre la relación entre la estética, el espectáculo y el fútbol puro. Brahim lo celebró a lo Bellingham, imitando el festejo del jugador-franquicia al que ha suplido sin complejos y con grandeza. Brahim se entroniza con este gol para la hemeroteca. Ojalá que esa lesión final no sea grave y se quede en un simple golpe. Ahora que no está el inglés y que se acerca la convocatoria de la Selección se merece disfrutar de su ‘carpe diem’. Este miércoles es el Día de los Enamorados. Puedo asegurarle a Brahim que el madridismo le ama por su calidad, su humildad y su compromiso con la camiseta que honra con goles como el que dejó helada la caldera del Red Bull Arena. Inolvidable.

Lunin, brutal.- El ‘Muro de Krasnohrad’ vivió su gran noche, que cantaría Raphael. Voló hasta nueve veces, firmando paradas decisivas que secaron la artillería pesada del Leipzig. Lunin es un gran tipo y necesitaba confirmar que es aquel porterazo que ganó hace años con su país el Mundial Sub-20. Lunin ya es titularísimo y se ha graduado en la Universidad de la Champions con una actuación pletórica. Guantes de Oro.

Bien el VAR.- El gol inicial de Sesko está bien anulado. Acertó el linier, primero. Y, después, el VAR confirmó la posición ilegal de Henrichs, que interfiere a Lunin estando en orsay. Todo ok.

Rival peligroso.- Los que saben de fútbol internacional avisaban de que el Leipzig es un enemigo incómodo, aunque no tenga el caché de los grandes favoritos a la corona europea. De hecho, hace año y medio ya nos mojaron la oreja en este mismo estadio (3-2). Gvardiol (ahora en el City), Nkunku (ahora en el Chelsea) y Werner (ahora en el Tottenham) esterilizaron los goles de Vinicius y Rodrygo. En aquel once del Madrid de Ancelotti faltaban hoy Courtois, Militao, Rüdiger y Asensio. La factoría Red Bull diseña proyectos solventes. Este Leipzig no es ninguna ‘maría’...

Va por ellos.- Un día tan especial (siempre que el Madrid vuelve a la Champions esta competición adquiere todo el sentido el mundo) tenía que llevar dedicatoria para gente tan admirable como mi amigo Pedro Montes (el escultor de la estatua de Di Stéfano en Valdebebas y de los bustos de Puskas, Velázquez y Pirri, que recibió el sábado su insignia de Oro y Brillantes por sus 60 años de socio del club). El triunfo va también por Toñín ‘El Torero’, que ha salvado la mayor ‘cornada’ de su vida con la entereza y grandeza de los irreductibles. Y no me olvido de los que se nos van, como el amigo Javier Marcilla de Azagra, un vikingo de raza. Y estas últimas líneas van para mi padre. Este viernes se cumplirá un año de su último adiós a esa familia que le echa en falta cada minuto que pasa. Papá, el Madrid te llevará este año la 15 hasta allá arriba. Te quiero.

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Enamorados de Brahim

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14.02.2024

Arte malagueño.- El partido estaba metido en una locura de ida y vuelta, con los alemanes del Leipzig empeñados en hacer un homenaje a su casa comercial (Red Bull) y un ucraniano generoso y titularísimo que puso el candado a la portería del mejor equipo de la historia de la Copa de Europa. En ese tramo donde los 1.700 madridistas ubicados en un córner del coqueto estadio de Leipzig (aquí ganó España 4-0 a Ucrania en el arranque del Mundial de 2006) firmaban el empate tal y como habían ido las cosas, irrumpió un genio que frotó la lámpara de Aladino. Nació hace 24 años en Málaga, la tierra que vio nacer a Juanito y a Fernando Hierro, dos grandes iconos del club. Brahim se calzó las botas de Maradona e inició una jugada digna del Premio Puskas del año. Su control orientado en el arranque de la jugada, salvando una tarascada tremenda, sus dos regates siguientes y su zurdazo final a la red son dignos de un documental sobre la relación entre la........

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