¿Qué tiene que ver la guerra con nuestras búsquedas en Google y la publicidad que nos aparece en las redes sociales?
El algoritmo de internet es, hoy en día, un arma de doble filo. A todos nos ha pasado que en cuanto buscamos, hacemos click o simplemente miramos más de ciertos segundos un anuncio de zapatillas, nuestras redes se empiezan a repletar de anuncios de éstas.
Lo mismo pasa con todo tipo de productos y servicios ya que los algoritmos “son capaces de conocer nuestros gustos y predecir nuestro comportamiento”, estos “crean una fantasía, una fachada frente a los productos que consumimos que nos hace creer que tenemos control sobre la situación. La realidad es que nuestro consumo de cualquier tipo está controlado por los algoritmos”.
Lo mismo pasa en cualquier ámbito. Así también pasa con la política y las guerras. Así pasa con el conflicto entre árabes y judíos y, hoy, entre Israel y Hamás.
El simple hecho de buscar “pro Palestina” o “Palestina libre” (que es, por supuesto, absolutamente legítimo), o incluso “masacre a niños en Gaza”, “Israel asesino”, “Hamás grupo de resistencia” o -lo que ha empezado a ser una deplorable, vergonzosa y peligrosa tendencia- “Hitler tenía razón”, va a hacer que automáticamente nuestras plataformas nos muestren contenido ad hoc a esa búsqueda.
Se convierte entonces en un algoritmo que incita el odio, ¿por qué? Porque deja de ser una herramienta que nos facilita la decisión de compra y pasa a ser una que incita la parcialidad, la desinformación y en muchos casos el odio.
Les quiero pedir que, por favor, busquen “Plan de Partición de la ONU (1947)”, “intifada”, “Guerra de los seis días”. Ahí, entre otras cosas, van a poder ver que Gaza estaba bajo el dominio de Egipto. Por favor, háganlo, busquen, empiecen a cambiar el algoritmo del odio.
“Los algoritmos son un conjunto de normas de programación que contienen las aplicaciones que determinan que una publicación se muestre mucho o que no se la enseñe a casi nadie”, y es aquí cuando la demografía pasa a ser el gran protagonista en lo que respecta a la información que vemos o a la que no estamos ni siquiera expuestos, aunque sea del mismo tema. Hablemos de cantidades de árabes y judíos en el mundo.
Se estima que la cantidad de judíos en el mundo es de 14 millones, estamos hablando de un 0.2% de la población mundial, mientras que los árabes representan un 5%, alrededor de 464 millones.
Ahora apliquemos esta relación en Chileꓼ la cantidad de árabes es de alrededor de 500 mil, estamos hablando de la comunidad más grande fuera del Medio Oriente. Mientras que la población judía en Chile, no supera los 20 mil habitantes y por ende, es muy difícil que su voz pueda ser escuchada.
Entonces, se podría decir que los números hablan por sí solos en lo que respecta al impacto del algoritmo en el conflicto.
Hay millones de personas que crean contenidos que abogan por la causa “pro Palestina” que, como dije antes, es perfectamente legítimo. Hay incluso más millones de personas compartiendo este contenido e interactuando con él.
Pero recordemos que mucho de este contenido viene alimentado por información que el algoritmo quiso que estas personas vieran, o que éste sabía ellas querían ver.
Por lo tanto, se va generando un ecosistema de desinformación y propaganda, convirtiéndose -incluso- en una realidad alternativa, donde Hamás deja de ser un grupo terrorista y se convierte en un grupo de liberación o de resistencia.
Una realidad donde Hamás no decapitó bebés, no violó mujeres de todas las edades, ni quemó a familias vivas, por mucha evidencia que se tenga de esto, evidencia filmada y compartida por el propio Hamas.
Una breve explicación sobre a qué se refiere el concepto de “ecosistema” en lo que respecta a las noticias y redes sociales (pueden también buscar en inglés el término “echo chamber”). Se trata de un “entorno en el que sus participantes amplifican y refuerzan sus creencias preexistentes mediante la comunicación y la repetición dentro de un sistema cerrado y aislado de refutación, lo que podría generar un sesgo en la información. Puede aumentar la polarización y el extremismo social y político”.
Estimados, por mucha supremacía tecnológica que tenga Israel: No tiene cómo ganar, tergiversar o siquiera competir en esta guerra mediática. Y cuando hablo de Israel, me refiero al mundo judío completo. Porque desde el día 7 de octubre del 2023, los términos Israel, sionista, y judío se convirtieron en uno ante la concepción del mundo.
La propaganda del terror de Hamás está siendo todo un éxito, esa también es su estrategia de guerra y que cada uno de los que comparte e interactúa con ese tipo de publicaciones la sigue alimentando.
Para los que les ha gustado la idea de usar las comparativas nazis o sus esvásticas para “manifestarse”, les cuento que lo que está haciendo la propaganda de Hamás hoy día es lo mismo que hizo hace 80 años atrás la propaganda de Goebbelsꓼ presentar a los judíos como la causa de los problemas del mundo.
El éxito de estas campañas de odio, de terror, se puede ver claramente con el aumento irracional y extremo de antisemitismo en el mundo. En Alemania, durante el mes de octubre del 2023, aumentó en un 240%. En Austria un 300%; en Estados Unidos en más de 400%, y en Inglaterra, el antisemitismo aumentó en un 1300%.
Desafortunadamente, no he podido conseguir tal información sobre Chile o quizás ¿por fortuna?
Los invito nuevamente a realizar su propia búsqueda de conceptos como “propaganda Nazi”, “pogromos”, “solución final”, incluso pueden buscar al afamado “Ménguele”, se darán cuenta del parecido que hay, en concepto y ejecución, entre el nazismo y el islamismo fundamentalista de Hamás.
En tiempos de guerra, en tiempos de masacre, la humanidad necesita que usemos nuestras cabezas y corazones, nuestra inteligencia y no solo la artificial, que fuera de seguir alimentando ecosistemas sesgados y niños ensangrentados con seis dedos, poco está aportando a la paz.
Haz tu parte, cambia tu búsqueda, ¿qué tal; Palestina libre de Hamás?, ¿Hamás es Isis? o ¿coexistencia entre árabes y judíos en Israel?
¿Cuándo fue la última vez que buscaste información del otro lado? No les pido que dejen de abogar por su causa o que dejen de creer en sus raíces o en sus amigos. Solo les pido que salgan del ecosistema ciego creado por un algoritmo inteligente pero no humano.
Queridos compatriotas, la invitación es a que cambiemos la búsqueda, cambiemos el algoritmo del odio, de la desinformación y la parcialidad.
Tal vez así logremos convocar a una gran marcha familiar todos juntos como chilenos, de distintas religiones, descendencias e ideologías, pero como chilenos que interceden por la humanidad y por la paz, por la coexistencia y no por la destrucción ni exterminio de ningún pueblo. Tal vez así, podamos -por fin- romper esta realidad ficticia inhumana y vencer al terror.
Marcela Kirberg, chilena viviendo en Israel.
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