En el tiempo de la deshora se anuncian más nubarrones. El esfuerzo se concentra en ver cosas agradables por algún sitio, pero cada día cuesta más. Los partes informativos, y las tertulias, convertidos en enumeraciones de desgracias varias, estos días en medio de tractores y personas trabajadoras de los campos enfadadas, muy enfadadas.

Cuesta explicar las razones pero un mucho se concentra en las inutilidades de los burócratas de la unión Europea que, al parecer, convierten sus ficciones reguladoras ignorantes en agravios duros al sector primario. Nada puede ser tan sencillo y, sin embargo, gentes y gentes se apuntan al bombardeo, enfatizando que nadie les ha convocado, que se convocan solos por medio de esa quisicosa denominada redes sociales. Qué diferente era todo sin ellas y qué pálido y oscuro es el ahora con su omnipresencia.

Menos mal que a los integrantes de la academia española de cine se les ha ocurrido otorgar el Goya internacional de este año a Sigourney Weaver: el mero recuerdo de sus películas reconforta por mal que estés. Aunque me encantan las galas de entrega de premios cinematográficos, este año no estaba muy motivado por los Goyas hasta el anuncio de este premio. Y hasta la entrevista que le hizo el ínclito aprendiz de periodista Évole el pasado domingo a Ana Belén, presentadora de la gala.

No sé si coincidirán las dos, Belén y Weaver: despejar la incógnita merece una sentada ante el televisor. Porque de todo lo demás, todo y todo lo demás, fiscales y jueces incluidos mezclados con metano, metanol y pedos de las vacas, levanta indignación. Mi amiga Celeste me acusa de alta traición, “no hablas mal de la perversa amnistía y de su mortífero autor.” Bien, suelo decir, tienes razón, nunca me ha hecho mucha gracia la familia Adams y menos si vive en Waterloo, pero educado como fui en la tradición cristiana, soy un militante del perdón sin más, sin adjetivos ni apelativos inanes. Con eso está dicho algo.

De lo que falta pontifican los tertulianos y las analistas todólogas en las cadenas de televisión y de radio, qué desparrame de obviedades, fatalidades y estupideces. Lo siento: no se salva nadie, ni los amigos y amigas, que los tengo. Un número elevado se ofuscarán la noche electoral del 18 de febrero con lo que pase en Galicia/Galiza.

Y es que no va a pasar nada distinto, como suele ocurrir casi siempre en a Nosa Terra. Que ni el treinta por ciento del electorado votara en su día el estatuto de autonomía, no afecta al río Miño, ni enturbia el cabo Ortegal y, mucho menos, embarulla la ría de Vigo. Cierto que habría que analizar muchas cosas y ponderar otras más, pero ¿quién tiene tiempo? El pseudoproblema de los pelets no ha estado en la gravedad de sus efectos en las costas, menos mal, sino en la muestra, una vez más, del nivel de exposición de las aguas gallegas, que es permanente y silencioso por esos miles de barcos que las saludan a diario, algunos con cargas explosivas. A nadie le importa hasta que estalla. Cuando era pequeño, regresaba casi siempre de la playa coruñesa de turno con un emplasto de chapapote en la planta del pie.

Me quedaré el sábado con la Weaver y la Belén a la espera de tiempos mejores.

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QOSHE - El decurso del método - José María Noguerol
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El decurso del método

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08.02.2024

En el tiempo de la deshora se anuncian más nubarrones. El esfuerzo se concentra en ver cosas agradables por algún sitio, pero cada día cuesta más. Los partes informativos, y las tertulias, convertidos en enumeraciones de desgracias varias, estos días en medio de tractores y personas trabajadoras de los campos enfadadas, muy enfadadas.

Cuesta explicar las razones pero un mucho se concentra en las inutilidades de los burócratas de la unión Europea que, al parecer, convierten sus ficciones reguladoras ignorantes en agravios duros al sector primario. Nada puede ser tan sencillo y, sin embargo, gentes y gentes se apuntan al bombardeo, enfatizando que nadie les ha convocado, que se convocan solos por medio de esa quisicosa denominada redes sociales. Qué diferente era todo sin ellas y qué pálido y oscuro es el........

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