Las empresas de energías renovables tuvieron un duro 2023. Tras años de sólidas valoraciones y costes de energía más baratos, estrellas verdes como el promotor danés de eólica marina Orsted se estrellaron contra el suelo. A pesar de la amenaza que supone la posible reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, los inversores con criterio deberían de experimentar un repunte.

A primera vista, la energía limpia es un sector de volantazos. La incapacidad de los precios de la electricidad para seguir el ritmo de la subida de los costes de los insumos hizo que las acciones de Orsted y del fabricante de aerogeneradores Siemens Energy cayeran más de un 50% entre junio y finales de noviembre, lo que provocó pérdidas de miles de millones de dólares, así como ayudas estatales.

A finales de noviembre, el MAC Global Index de empresas solares había caído casi un 40% en 2023, y el ETF iShares Clean Energy se había desplomado casi un 30%, a pesar de la subida de los índices de referencia europeos y estadounidenses. Las entradas trimestrales en fondos sostenibles globales cayeron de más de 180.000 millones de dólares a escala mundial a principios de 2021 a 14.000 millones en el tercer trimestre de 2023, y los fondos de EE UU registraron salidas efectivas.

En 2024, la posibilidad de que Trump elimine 369.000 millones de dólares de ayudas a las energías limpias de la Ley de Reducción de la Inflación de EE UU (IRA) añade otro riesgo. Sin embargo, la trayectoria a largo plazo de la demanda de capital verde es alcista. La Agencia Internacional de la Energía cree que la inversión en energías limpias superará los 1,7 billones de dólares en 2023, frente al 1 billón de los combustibles fósiles. La capacidad solar y eólica debe triplicarse de aquí a 2030 para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.

Los analistas de Bernstein consideran que la inflación de los costes de los equipos puede haber tocado techo, y el Gobierno británico se ha unido recientemente a Portugal y la India en la subida de las subvenciones a las renovables para que los proyectos resulten más rentables.

Además, el principal factor de las valoraciones de la energía eólica y la solar es que su larga duración crea una fuerte correlación inversa con los tipos de interés. Cualquiera que piense que los costes de endeudamiento han tocado techo debería comprar acciones verdes. Capital Economics calcula que si los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años caen hasta el nivel previsto por el analista, del 3,75% a finales de 2024, las acciones de los actores renovables podrían superar a las energéticas en general en un 50% en el mismo periodo.

Lo que está claro es que los inversores necesitan hacer algo más que comprobar que su objetivo es verde. La vertiginosa producción de paneles solares chinos a precios reducidos corre el riesgo de exacerbar un exceso de oferta, perjudicando a fabricantes occidentales como el suizo Meyer Burger Technology, que son vulnerables a la caída de los precios y carecen de aranceles protectores.

Los promotores de la energía solar, en cambio, podrían salir ganando si baja el precio de los equipos. Los elevados costes de capital de la energía eólica marina seguirán convirtiéndola en una apuesta más arriesgada que la solar y la eólica terrestres.

Tras alcanzar niveles absurdamente inflados en 2021, los activos verdes están relativamente baratos. Los datos de LSEG a finales de noviembre sugerían que Iberdrola, la italiana Enel y la británica SSE cotizaban por debajo de sus múltiplos medios a largo plazo del ebitda previsto. Los recientes resultados de Iberdrola y la alemana RWE sugieren que los problemas de Orsted pueden ser idiosincrásicos. Eso implica un conveniente punto de entrada.

Eni

Es probable que los rivales de Eni se pongan verdes de envidia. Tras una larga búsqueda de inversores, la petrolera italiana acordó el jueves vender una participación en su división minorista y de renovables Plenitude, valorándola en 10.000 millones, incluida la deuda. Esperaba lograr esta cifra en un momento en el que está llevando a cabo múltiples escisiones para generar valor. El gestor de activos Energy Infrastructure Partners (EIP) pagará 700 millones para hacerse con el 9%.

A casi 10 veces el ebitda probable de Plenitude en 2024, de poco más de 1.000 millones, EIP valora el negocio en más de tres veces la propia valoración de Eni. También está muy por encima de líderes verdes como Iberdrola, Naturgy u Orsted, que cotizan a 8-9 veces el ebitda. Esto sorprende, porque Plenitude solo obtiene el 20% de su ebitda de la energía limpia, y el resto procede de vender gas y electricidad a clientes minoristas.

Si Plenitude consigue su objetivo de ebitda de 1.800 millones en 2026, podría cotizar a más de 12.000 millones, al múltiplo de 7 veces de sus pares para ese periodo. Pero es posible que los inversores quieran señales más firmes de que este gran paso adelante en rentabilidad se materializará. Si Eni quiere que su rama verde cotice a un nivel más alto, probablemente debería esperar antes de disparar.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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Los inversores verdes aprenderán el arte de la selección de valores

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23.12.2023

Las empresas de energías renovables tuvieron un duro 2023. Tras años de sólidas valoraciones y costes de energía más baratos, estrellas verdes como el promotor danés de eólica marina Orsted se estrellaron contra el suelo. A pesar de la amenaza que supone la posible reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, los inversores con criterio deberían de experimentar un repunte.

A primera vista, la energía limpia es un sector de volantazos. La incapacidad de los precios de la electricidad para seguir el ritmo de la subida de los costes de los insumos hizo que las acciones de Orsted y del fabricante de aerogeneradores Siemens Energy cayeran más de un 50% entre junio y finales de noviembre, lo que provocó pérdidas de miles de millones de dólares, así como ayudas estatales.

A finales de noviembre, el MAC Global Index de empresas solares había caído casi un 40% en 2023, y el ETF iShares Clean Energy se había desplomado casi un 30%, a pesar de la subida de los índices de referencia europeos y estadounidenses. Las entradas trimestrales en fondos sostenibles globales cayeron de más de 180.000 millones de dólares a escala mundial a principios de 2021 a 14.000 millones en el tercer trimestre de 2023, y los fondos de EE UU registraron salidas efectivas.

En 2024, la posibilidad de que Trump elimine 369.000 millones de dólares de ayudas a las energías limpias de la Ley de Reducción de la........

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