La Secretaría de Salud de Bogotá ha registrado un preocupante aumento en los casos de enfermedad diarreica aguda (EDA) en las últimas semanas. Según datos oficiales, entre el 7 y el 13 de abril se reportaron 418 hospitalizaciones debido a esta enfermedad.

Ante esta situación, el subsecretario de Salud Pública, Julián Fernández Niño, advierte sobre un aumento inesperado de esta enfermedad en la capital.

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Los registros muestran un total de 269.997 casos de EDA, lo que representa un aumento significativo en comparación con el mismo período del año anterior, con aproximadamente 92.000 casos más.

“En la capital, a la semana epidemiológica 15 en 2022 se notificaron 220.224 casos de enfermedad diarreica aguda (EDA), para la misma semana del 2023 se reportaron 178.008 casos y para 2024, al mismo corte, se han notificado 269.997 casos”, indicó.

Al parecer, según las autoridades sanitarias de la ciudad, el aumento en las hospitalizaciones se puede deber a la pasada Semana Santa, festividad en la que muchas personas aprovecharon para salir de Bogotá, trayendo consigo esta u otras patologías similares.

Para comenzar, Fernández Niño recuerda que la primera gran recomendación para evitar tener diarrea es el lavado de manos, recordando que, aunque la ciudad se encuentra en un estado de emergencia y racionamiento por cuenta de los bajos niveles del agua en los embalses que suministran el preciado líquido, es importante no obviar las mínimas recomendaciones sanitarias.

“Se puede utilizar una cantidad razonable de agua y hacer el lavado de manos, que gasta muy poca agua, comparado con otras actividades como lo es la ducha”, indicó.

En cuanto a la calidad del agua que se toma, explicó que, aunque por el tema del racionamiento es mejor evitar el uso de tanques, en caso tal de hacerlo, lo mejor es “asegurarse de que estén limpios y tapados, tenerlos destapados es un riesgo”. Cabe recordar que el agua estancada puede ser un cultivo de microbios y bacterias, e incluso de mosquitos propagadores de enfermedades como el dengue, sika o similares.

Por último, instó a consumir alimentos frescos, seguros y limpios; es decir, que se cocinen en casa. “Evitar consumirlos en la calle es importante, ya que constituyen un riesgo para la salud”, concluye.

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Es crucial que, en medio del racionamiento, podamos hacer usar correctamente el agua para evitar enfermedades de índole gastrointestinal que puedan colocar en riesgo nuestra salud o la de nuestra familia.