Foto: Archivo

La tragedia de Gaza nos conmueve profundamente, además muestra lo vulnerable que es nuestra civilización. En el presente, por doquier hay conflictos armados o que tienen el potencial de serlo. Etiopía, Yemen, Myanmar, Siria, Malí, Níger, Sudan/Darfur/Sudan del Sur, Burkina Faso, Somalia, Congo, Colombia, Mozambique, Afganistán, Palestina, Armenia, Azerbaiyán, Taiwán, Ucrania etc. son ejemplos de la guerra en nuestros tiempos de millares de cabezas nucleares y otras armas de exterminio en masa. Algunos de esos conflictos, en particular los de Ucrania, Taiwán y el de Israel – Palestina acercan de manera indudable la posibilidad de una conflagración a escala planetaria, y de características desconocidas en la Historia.

En vez de paz, el terrorismo, los conflictos étnicos, las guerras “civiles” y las operaciones bélicas híbridas y especiales (técnicas utilizadas por las naciones capitalistas desarrolladas para hostigar o desestabilizar a los oponentes a través de medios no tradicionales) representaron la mayor parte de la violencia no estatal, intra- estatal e interestatal en el siglo XXI. Pero afortunadamente un conflicto nuclear aún no se ha producido, lo que no significa en lo absoluto que sus posibilidades sean pocas.

La Guerra Fría I concluyó a finales del siglo pasado con la temporal victoria del capitalismo capitaneado por los Estados Unidos sobre el “socialismo” lidereado por la Unión Soviética. Este es un tema de larguísimo aliento, que escapa con mucho a este escrito. Solo queremos mencionar que la conclusión de esa “Guerra” no trajo de ninguna manera la eliminación de sus causas, sino el intento de crear un imposible mundo unipolar que las exacerbó al máximo.

El politólogo estadounidense Francis Fukuyama proclamó que la conclusión de la Guerra Fría marcó “el fin de la historia”, un triunfo de la democracia occidental capitalista y liberal sobre las ideologías del real progreso de la humanidad.

Creía este autor que el siglo XXI vería una sociedad posconflicto globalizada que avanzaría de forma determinista hacia la paz y la prosperidad colectivas.

Las tesis de Fukuyama fueron refutadas de inmediato, no podía ser de otra manera, la historia no tiene fin. Además, la esencia del capitalismo es absolutamente antagónica con tal imaginaria “paz y prosperidad colectivas”.

De hecho, en vez del “fin de la historia”, lo que se ha logrado, paso a paso, es que se haya iniciado una Guerra Fría II, que muchos países se niegan a aceptar pero que es indudablemente en pleno crecimiento.

La idea de que la sociedad liberal burguesa constituía el “fin de la historia”, ha sido completamente desmentido, no solo en el plano teórico, sino por el acontecer histórico mismo. Foto: FSI

“Cese la filosofía del despojo y cesará la filosofía de la guerra”, Fidel Castro Ruz, Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, llegó al núcleo mismo de las causas de la guerra, cuando era quizás el más joven jefe de estado en el mundo con 34 años, y estas palabras fueron pronunciadas en las Naciones Unidas, ante decenas de otros jefes de Estado, ya en septiembre de 1960.

Casi dos décadas más tarde, en 1979 el gran líder cubano – en un discurso que hubiera sido posible escucharlo ayer, con igual frescura (1) - demostró la puerilidad de considerar al poderío bélico como un vehículo para proteger a la civilización humana. “Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se pueden resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia. No pueden tampoco matar la justa rebeldía de los pueblos. Y, en el holocausto, morirán también los ricos, que son los que más tienen que perder en este mundo”

En esa intervención ante la ONU, Fidel Castro Ruz, denunció con firmeza las acciones de Israel y el apoyo tácito de potencias occidentales a la ocupación de los territorios palestinos. “El imperialismo y el nazismo, dos caras de la misma moneda”

El gran líder cubano no tuvo vacilaciones en comparar las acciones de Israel y sus aliados con las del nazismo. Para él, el desalojo, la persecución y el genocidio que sufría el pueblo palestino eran similares a los horrores que vivió el pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.

No se puede evitar la destrucción de la humanidad sin eliminar el peligro de un conflicto catastrófico, y este a su vez no puede ser evitado, sin eliminar las causes del antagonismo dado por la desigualdad entre los países y los seres humanos.

Fidel Castro Ruz explicó con claridad meridiana las causas que generan las guerras y su imposibilidad de eliminarlas con bombas, como tratan de hacer hoy día Biden y Netanyahu en Gaza. Foto: Spanish Revolution

Guerra, Pandemia, Cambio Climático (que por supuesto incluye “Hambre”) y la “Muerte” que es consecuencia de las otras tres, son un cuarteto calamitoso que nos muestra las principales causales de la inminente posibilidad de la ¿sexta? extinción masiva en nuestro bello planeta azul. Hágase la salvedad que esta vez no son trilobites o dinosaurios, sino nosotros mismos los que podemos desaparecer. Son tres principales y categóricas amenazas existenciales, que las sociedades basadas en el Capitalismo, no sólo se niegan a ver seriamente, más aún las generan y catalizan irresponsablemente.

Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, identificados como personificaciones de la Muerte, el Hambre, la Guerra y la Conquista (o también llamada “la Pestilencia” son ​​figuras del Libro del Apocalipsis de la Biblia cristiana atribuido a Juan de Patmos.

Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, fresco de 1887 de Viktor M. Vasnetsov. De izquierda a derecha están Muerte, Hambruna, Guerra y Conquista; el Cordero está en la cima. Catedral de S. Vladimir, Kiev

En el capítulo sexto del Apocalipsis se habla de un rollo en la mano derecha de Dios, que estaba lacrado con siete sellos. El “Cordero” (refiriéndose a Dios) abre los primeros cuatro de los siete sellos, y convoca a cuatro seres que cabalgan sobre caballos de distintos colores; uno blanco, otro rojo, uno negro y el ultimo pálido; todos los jinetes, excepto la Muerte (un esqueleto), son descritos como seres de apariencia humana.

En la misma “Revelación” de Juan de Patmos, el primer jinete monta un caballo blanco, lleva un arco y recibe una corona como figura de la Conquista, o “La Pestilencia” o “El Anticristo”. El segundo lleva una espada y monta un caballo rojo como creador de la Guerra, el conflicto y la lucha armada. El tercero, un vendedor de alimentos, monta un caballo negro que simboliza el “Hambre” y lleva la balanza. El cuarto y último caballo es pálido, sobre él cabalga “La Muerte”, acompañada por Hades. "Se les dio potestad sobre la cuarta parte de la Tierra, para matar con espada, con hambre y con pestilencia, y por medio de las bestias de la Tierra".

Desearía hacer algunos comentarios sobre los principales conflictos bélicos de nuestro siglo:

La guerra más mortífera del siglo XXI hasta el presente, fue un conflicto que tuvo su génesis en el siglo XX e incluso antes. El genocidio de Ruanda, el derrocamiento y la muerte de Mobutu Sese Seko y la lucha étnica entre los pueblos hutu y tutsi fueron factores que contribuyeron directamente a la Segunda Guerra del Congo.

En mayo de 1997, el líder rebelde Laurent Kabila depuso a Mobutu y cambió el nombre de Zaire a República Democrática del Congo (RDC)., pero pronto se vio envuelto en una guerra civil con algunas de las fuerzas que lo habían elevado al poder. El tercio oriental de la República Democrática del Congo se convirtió en un campo de batalla sangriento, con los ejércitos de nueve países y una variedad de milicias afiliadas devastando y masacrando. La causa real son los descomunales recursos naturales de la cuenca del rio Congo y las fronteras absurdas establecidas por las potencias coloniales mucho tiempo atrás.

Mientras la Primavera Árabe se extendía por Oriente Medio y el norte de África, los levantamientos “populares” organizados y apoyados por las potencias capitalistas encabezadas por los EE.UU. derrocaron a los gobiernos en Túnez, Libia, Egipto y Yemen, sumiendo a la región en un caos indescriptible del cual aún no han salido. En Siria el presidente Bashar al-Assad respondió a las protestas con una combinación de concesiones políticas y mano firme, a pesar de lo cual, a medida que las potencias regionales y los países occidentales asumían un papel más importante en el conflicto, parecía inevitable que el gobierno legítimo de al-Assad fuera expulsado del poder.

En 2015, Rusia, apoyó militarmente al gobierno auténtico de Siria y revirtió el rumbo de la guerra. Cuatro millones de personas huyeron del país, la producción petrolera es saqueada con la complicidad de las tropas estadounidenses y al menos 470.000 muertes fueron causadas directa o indirectamente por la guerra, cifra que crece a diario.

Iraq

Los gobiernos de los EE.UU. (George W. Bush) e Israel habían tratado de derrocar al gobierno de Saddam Hussein antes de los eventos del 11 de septiembre de 2001, pero el ataque terrorista más mortífero en la historia de los Estados Unidos proporcionaría el casus belli para la Guerra de Iraq. Citando vínculos entre el régimen iraquí y al-Qaeda, así como la presencia en Iraq de armas de destrucción masiva - ambas afirmaciones que finalmente resultaron ser falsas- EEUU. lanzó un ataque contra Iraq el 20 de marzo de 2003. Cuando se retiraron las fuerzas de combate estadounidenses en agosto de 2010, habían muerto más de cuatro mil 700 soldados de la coalición; al menos 200 mil civiles iraquíes (algunos estimados sitúan ese total como mucho mayor) La violencia sectaria que había asolado el país tras el derrocamiento del gobierno del BAAZ de Hussein dio lugar al Estado Islámico en Iraq y el Levante (ISIL, también llamado ISIS), un grupo sunita que buscaba establecer un califato en Iraq y Siria. Entre 2013 y finales de 2016, ISIL asesinó a más de 50 mil civiles.

A las pocas semanas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos comenzó a realizar ataques aéreos contra el régimen talibán en Afganistán. Entre 2001 y 2016, se estima que un mínimo (pero muchísimos más en realidad) de 30 mil soldados y policías afganos y 31 mil civiles afganos murieron. Más de tres mil 500 soldados de la coalición liderada por la OTAN perecieron y los talibanes pakistaníes mataron a 30 mil soldados y civiles. ¿Y los talibanes qué? Bien, gracias, de vuelta en el poder. Igual sucede con los conflictos de la Guerra “civil” yemení e intervención wahabita, y las bien conocidas guerras en Ucrania y la presente agresión contra la Franja de Gaza y el pueblo palestino en general.

Estas son las capacidades de los 9 estados nucleares, estimado por el ISS a finales del 2022. Datos del ISS

Si los EE.UU. y la OTAN cruzan “líneas rojas” que están muy claramente establecidas por Rusia, el gigante euroasiático se va a defender con todo lo que tenga, incluyendo armas nucleares, punto. La capitulación de Gorbachov– Yeltsin no se va a repetir. En un intercambio nuclear masivo entre Rusia y los EEUU., la humanidad probablemente no sobreviva y si algo sobrevive de ella, va a ser muy diferente a lo que es hoy.

Rusia dispone de un extraordinario poder nuclear, que no es inferior al de EEUU., aunque este último país tiene la ventaja de centenares de bases en el exterior para proyectar sus armas nucleares. Sin embargo, los modernos misiles hipersónicos rusos, son poco menos que indetenibles y marcan la paridad. Algunos ejemplos del poder de los vectores de las armas nucleares de vanguardia rusas serían los siguientes: El RS-28 Sarmat, un misil balístico intercontinental armado con ojivas termonucleares (hasta 10 ojivas pesadas o 15 más ligeras). Un nuevo torpedo nuclear, el sistema multipropósito oceánico Status-6, capaz de crear un tsunami de hasta 500 metros de altura que contaminaría radioactivamente las costas enemigas con cobalto-60. Un vehículo hipersónico conocido como Avangard , capaz de realizar maniobras a 20 veces la velocidad del sonido, lo que lo hace “absolutamente invulnerable para cualquier sistema de defensa antimisiles”. Como se observa, los EE.UU. y la OTAN pueden seguir con sus políticas agresivas contra Rusia (o China o la RPDC), pero sin impunidad alguna. El poderío ruso en armas nucleares es simplemente muy grande, como lo es asimismo el estadounidense. Nadie escaparía de la destrucción después de un intercambio que envuelva cientos o miles de ojivas nucleares.

Tabla II. Algunos ejemplos de grandes epidemias en la Historia, las cifras a veces son distintas en varias fuentes, y están redondeadas a números cerrados de cientos de miles o millones de víctimas. Tabla compilada por J. Oro de diversas fuentes

Las pandemias han sido siempre una de las causas más brutales de mortandad y de lo que llamamos hoy peligro o amenaza existencial para la especie humana. Aun enfrentamos una guerra durísima, contra la pandemia de COVID–19, en la que no hay vencedores, solo vencidos; en la cual no puede haber negociaciones de paz o armisticios, y que solo terminará con el control de ese enemigo, su prevención y cura mediante vacunas y medicinas eficaces, armas que todavía están en etapa de perfeccionamiento.

Voces realistas como las del papa Francisco han proclamado, “este no es el tiempo de la indiferencia, porque todo el mundo está sufriendo y debe encontrarse unido para afrontar la pandemia (…) porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace excepción de nadie”. Cuando la Pandemia del COVID – 19 estaba en su máximo desarrollo, el gobierno de los EE.UU. le negó a Cuba, mascaras respiratorias (¡Producidas en Suiza!) y balones de oxígeno médico.

El peligro de una explosión epidémica en la Franja de Gaza es inminente. No hay hospitales funcionando, ni medicinas, ni electricidad, ni agua potable. Foto: NYT

La Guerra y la Pandemia (o Pestilencia) cabalgan juntas, en mortífero y demencial galope. Hay que tomar acciones de inmediato, en Gaza donde una explosión epidémica es inminente. La otra alternativa es la muerte de millones de personas. Es uno de los jinetes del Apocalipsis actual; la desigualdad, el racismo y otras formas de discriminación son su caballo de guerra.

Nota

(1) También dijo Fidel en ese histórico discurso en la ONU y vale la pena recordarlo 44 anos mas tarde(¡!)

“No hay dudas de que el problema del Oriente Medio se ha convertido en una de las situaciones más preocupantes en la actualidad contemporánea. La Sexta Cumbre lo examinó en su doble dimensión.

De una parte, la Conferencia reafirmó que la determinación de Israel de continuar su política de agresión, expansionismo y asentamiento colonial en los territorios que ha ocupado, con el apoyo de los Estados Unidos, constituye una seria amenaza a la paz y a la seguridad mundiales.

A la vez, la Conferencia examinó el problema desde el ángulo de los derechos de los países árabes y de la cuestión palestina.

Para los Países No Alineados, la cuestión de Palestina es la médula del problema del Oriente Medio. Ambos forman un todo integral, que no puede solucionarse separadamente.

La base de la paz justa en la región comienza por la retirada total e incondicional de Israel de todos los territorios árabes ocupados y supone para el pueblo palestino la devolución de todos sus territorios ocupados y la recuperación de sus derechos nacionales inalienables, incluido el derecho del retorno a su patria, a la libre determinación y al establecimiento de un Estado independiente en Palestina, de conformidad con la Resolución 3236 de la Asamblea General. Ello implica la ilegalidad y nulidad de las medidas adoptadas por Israel en los territorios palestinos y árabes ocupados, así como del establecimiento de colonias o asentamientos en tierras palestinas y en los demás territorios árabes, cuyo desmantelamiento inmediato es un requisito para la solución del problema”

Esas frases fueron expresadas ya hace 44 años. El genocidio en Gaza (y otras áreas palestinas) no comenzó, como el imperialismo y sus medios quieren hacernos creer, el pasado 7 de octubre con la operación “Diluvio de Al – Aqsa”, sino muchísimo antes y los agresores siempre han sido el sionismo junto a sus aliados/promotores y las victimas los palestinos.

Fin de la primera parte

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Siglo XXI. Los Cuatro Jinetes cabalgan de nuevo (Parte I)

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29.12.2023

Foto: Archivo

La tragedia de Gaza nos conmueve profundamente, además muestra lo vulnerable que es nuestra civilización. En el presente, por doquier hay conflictos armados o que tienen el potencial de serlo. Etiopía, Yemen, Myanmar, Siria, Malí, Níger, Sudan/Darfur/Sudan del Sur, Burkina Faso, Somalia, Congo, Colombia, Mozambique, Afganistán, Palestina, Armenia, Azerbaiyán, Taiwán, Ucrania etc. son ejemplos de la guerra en nuestros tiempos de millares de cabezas nucleares y otras armas de exterminio en masa. Algunos de esos conflictos, en particular los de Ucrania, Taiwán y el de Israel – Palestina acercan de manera indudable la posibilidad de una conflagración a escala planetaria, y de características desconocidas en la Historia.

En vez de paz, el terrorismo, los conflictos étnicos, las guerras “civiles” y las operaciones bélicas híbridas y especiales (técnicas utilizadas por las naciones capitalistas desarrolladas para hostigar o desestabilizar a los oponentes a través de medios no tradicionales) representaron la mayor parte de la violencia no estatal, intra- estatal e interestatal en el siglo XXI. Pero afortunadamente un conflicto nuclear aún no se ha producido, lo que no significa en lo absoluto que sus posibilidades sean pocas.

La Guerra Fría I concluyó a finales del siglo pasado con la temporal victoria del capitalismo capitaneado por los Estados Unidos sobre el “socialismo” lidereado por la Unión Soviética. Este es un tema de larguísimo aliento, que escapa con mucho a este escrito. Solo queremos mencionar que la conclusión de esa “Guerra” no trajo de ninguna manera la eliminación de sus causas, sino el intento de crear un imposible mundo unipolar que las exacerbó al máximo.

El politólogo estadounidense Francis Fukuyama proclamó que la conclusión de la Guerra Fría marcó “el fin de la historia”, un triunfo de la democracia occidental capitalista y liberal sobre las ideologías del real progreso de la humanidad.

Creía este autor que el siglo XXI vería una sociedad posconflicto globalizada que avanzaría de forma determinista hacia la paz y la prosperidad colectivas.

Las tesis de Fukuyama fueron refutadas de inmediato, no podía ser de otra manera, la historia no tiene fin. Además, la esencia del capitalismo es absolutamente antagónica con tal imaginaria “paz y prosperidad colectivas”.

De hecho, en vez del “fin de la historia”, lo que se ha logrado, paso a paso, es que se haya iniciado una Guerra Fría II, que muchos países se niegan a aceptar pero que es indudablemente en pleno crecimiento.

La idea de que la sociedad liberal burguesa constituía el “fin de la historia”, ha sido completamente desmentido, no solo en el plano teórico, sino por el acontecer histórico mismo. Foto: FSI

“Cese la filosofía del despojo y cesará la filosofía de la guerra”, Fidel Castro Ruz, Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, llegó al núcleo mismo de las causas de la guerra, cuando era quizás el más joven jefe de estado en el mundo con 34 años, y estas palabras fueron pronunciadas en las Naciones Unidas, ante decenas de otros jefes de Estado, ya en septiembre de 1960.

Casi dos décadas más tarde, en 1979 el gran líder cubano – en un discurso que hubiera sido posible escucharlo ayer, con igual frescura (1) - demostró la puerilidad de considerar al poderío bélico como un vehículo para proteger a la civilización humana. “Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se pueden resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia. No pueden tampoco matar la justa rebeldía de los pueblos. Y, en el holocausto, morirán también los ricos, que son los que más tienen que perder en este mundo”

En esa intervención ante la ONU, Fidel Castro Ruz, denunció con firmeza las acciones de Israel y el apoyo tácito de potencias occidentales a la ocupación de los territorios palestinos. “El imperialismo y el nazismo, dos caras de la misma moneda”

El gran líder cubano no tuvo vacilaciones en........

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