LAS TUNAS, Cuba. — Una calabaza de siete libras puede costar 420 pesos en una calle de cualquier ciudad cubana. Y no estamos hablando de manzanas ni de peras: nos referimos a una planta trepadora, no sujeta al “bloqueo yanqui”, que puede fructificar hasta dentro del monte y dar al sembrador, sea un carbonero o un leñador, muy buenos frutos, claro, siempre que un ladrón no pase primero y robe la cosecha.

Para los cubanos, hasta cosechar calabazas dentro del monte puede resultar frustrante, y no por el “bloqueo”, según dicen el gobernante Díaz-Canel y sus ministros, sino por la criminalidad en alza y la falta de seguridad ciudadana que provoca incertidumbre en cualquier quehacer. Cuba vive hoy una crisis económica, sociopolítica, demográfica y moral como pocas veces vivió, si acaso vivió una desventura de tal magnitud en su historia de casi cuatrocientos años de colonialismo español y de república hasta el presente.

Desde que Miguel Díaz-Canel —con Raúl Castro sentado al lado— anunciara la llamada Tarea Ordenamiento y hasta hoy día, los cubanos sufrimos vicisitudes nunca antes vistas, como esa de una libra de calabaza costar 60 pesos. En ese escenario, es útil preguntar: ¿Quién es el responsable de la crisis que hoy vive la nación cubana? ¿Qué ha llevado a Cuba a ese estado de necesidad material y moral? ¿Por qué la inseguridad jurídica? ¿Por qué la falta de seguridad pública? ¿Por qué en bancarrota como está, el Estado persiste en el monopolio de importación, hundiendo a la población en cuasi hambruna?

El artículo 1 de la Constitución de 2019 dice: “Cuba es un Estado socialista”; y el apartado 5 remacha que el Partido Comunista de Cuba (PCC), “único, martiano, fidelista, marxista y leninista”, es “la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado”. Y, puesto que ya la propia ley 2 dice que Cuba es “un Estado socialista” y que el PCC es un partido “único” que es “dirigente superior” de la sociedad (y por sociedad entiéndase la nación), la población toda sometida a un mismo soberano o gobierno que en este caso es el PCC, entonces nos queda por dilucidar una interrogante: ¿Qué es el Estado?

Sucintamente y sin entrar en conceptos técnicos, llamamos Estado a una población organizada bajo una autoridad común y con instituciones jurídicas comunes destinadas para hacer posible la convivencia, la vida colectiva, el interés público y para que sea posible en cada momento la realización de lo que se entiende por Derecho (entiéndase: justo, equitativo, apropiado, correcto, en suma, ajustado a lo legítimo). Visto entonces el Estado como centro y unidad de un sistema social, de una población, se colige que si preside el destino humano, luego está obligado a definir, garantizar, hacer efectivos todos los derechos y asegurar los progresos de la colectividad, pero también encauzar la iniciativa individual, sin absorber al individuo, las familias, las asociaciones, los municipios o las provincias, etc. ¿Es este el Estado en Cuba?

Respondiendo esa interrogante primero debíamos conocer, y de antiguo, según el académico alemán Frank von Holtzendorff en Principios de política, que los fines del Estado son tres: el poder, la libertad individual y el bienestar general. Mediante el poder el Estado se constituye en jurisdicción para conservar su existencia frente a otros estados y para mantener una posición de autoridad ante las personas, ya sean naturales o jurídicas; el segundo fin del Estado es la libertad individual, que manda a dejar una libre acción a la persona, defendiéndola contra toda violación y haciéndolo al Estado abstenerse de toda intrusión que coarte las libertades individuales; el tercer fin es el bienestar general, que consigue el Estado manteniéndose como un poder independiente frente a las asociaciones particulares de las personas, para impedir que una o algunas de ellas se adueñen del poder del propio Estado ejerciéndolo contra sus semejantes, y en ese fin, impidiendo que rivales perturben la paz pública, que una asociación ejerza tiranía sobre otra, que no existan necesitados de asistencia social sin socorro, y contribuyendo a la instrucción, educación y moral cívica de los ciudadanos. Así cumple el Estado con el bienestar de la nación.

Respondiendo entonces las interrogantes formuladas al inicio de este artículo y desde el punto de vista jurídico y político de autores clásicos, debemos decir que el responsable de la crisis que hoy vive la nación cubana es el Estado socialista, porque no cumple, sino que aparenta cumplir, con su rol de unidad, ni preside el destino humano, ni hace efectivos los derechos ni asegura los progresos colectivos, al no encauzar, por más de medio siglo, la iniciativa individual, absorbiendo al individuo, a las familias, a las asociaciones, a los municipios y las provincias, permitiendo, que sólo una organización, el PCC, tiranice la nación toda y la propia institución estatal.

Y en ese estado de necesidad nacional, en su doble jefatura, del PCC y del Estado, como responsable directo de la crisis económica, sociopolítica y de inseguridad pública que vive Cuba, Miguel Díaz-Canel debe responder desde el punto de vista político, convocando a elecciones generales, retrotrayendo a la Constitución de 1940 lo que a ello la Constitución de 2019 se oponga, y en especial y concerniente a los partidos políticos, retrotraer al artículo 5 de la vigente Constitución al artículo 102 de la Carta Magna de 1940. Eso es todo. Pero basta para salir Cuba de la crisis.

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Cuba: cuando comprar una calabaza se vuelve un lujo

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30.10.2023

LAS TUNAS, Cuba. — Una calabaza de siete libras puede costar 420 pesos en una calle de cualquier ciudad cubana. Y no estamos hablando de manzanas ni de peras: nos referimos a una planta trepadora, no sujeta al “bloqueo yanqui”, que puede fructificar hasta dentro del monte y dar al sembrador, sea un carbonero o un leñador, muy buenos frutos, claro, siempre que un ladrón no pase primero y robe la cosecha.

Para los cubanos, hasta cosechar calabazas dentro del monte puede resultar frustrante, y no por el “bloqueo”, según dicen el gobernante Díaz-Canel y sus ministros, sino por la criminalidad en alza y la falta de seguridad ciudadana que provoca incertidumbre en cualquier quehacer. Cuba vive hoy una crisis económica, sociopolítica, demográfica y moral como pocas veces vivió, si acaso vivió una desventura de tal magnitud en su historia de casi cuatrocientos años de colonialismo español y de república hasta el presente.

Desde que Miguel Díaz-Canel —con Raúl Castro sentado al lado— anunciara la llamada Tarea Ordenamiento y hasta hoy día, los cubanos sufrimos vicisitudes nunca antes vistas, como esa de una libra de calabaza costar 60 pesos. En ese escenario, es útil preguntar: ¿Quién es el responsable de la crisis que hoy vive la nación cubana? ¿Qué ha llevado a Cuba a ese estado de necesidad material y moral? ¿Por qué la inseguridad jurídica? ¿Por qué la falta de seguridad pública? ¿Por qué en bancarrota como está, el Estado persiste en el monopolio de........

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