LA HABANA, Cuba.- En los 300 metros de extensión de la calle Atocha, que va desde Palatino hasta Santa Teresa, en El Cerro, el trabajo de sustituir las redes hidráulicas en mal estado lleva años y hasta hoy sigue sin concluir. El tramo de Zaragoza a Palatino ya es intransitable para vehículos. Según vecinos de dicha cuadra, hace dos meses comenzaron a sustituir los viejos tubos por unos nuevos de polietileno, pero hubo un empate imperfecto y el salidero es descomunal. Existe un hoyo abierto tan grande, que parece una piscina, y el chorro de agua que brota, un jacuzzi.
En el espacio reparado, como nunca se asfaltó, la hierba ha crecido a una altura de casi un metro.
Hay otro salidero desde la cuadra anterior, que mantiene un río constante de agua y corre hasta el hueco en reparación. Una persona del lugar me dijo que “esto lleva así como ocho o 10 años”.
Este sitio se encuentra a unos 700 metros del Acueducto de Albear, el más antiguo de la capital, y el principal que abastece del precioso líquido a buena parte de la población habanera.
Hay salideros también en la calle lateral al conducto por donde cargan de agua las pipas en esta instalación. Dos de los tubos abastecedores de los carros cisterna tienen sus llaves de paso en mal estado, y botan agua de manera constante. La calle, debido al peso de los vehículos, y el agua que ablanda el pavimento, presenta en su cuadra siguiente otro salidero que es un arroyo más.
La empresa Aguas de La Habana tiene su dirección central en este acueducto, y por tanto no puede estar ajena a tal despilfarro, pero no toma medidas efectivas para resolver los problemas.
Muchas personas que pasan por estos sitios lamentan: “Tantas familias que no tienen agua en su casa y mira aquí como se desperdicia”.
Hace pocos días en el Noticiero Nacional de Televisión anunciaron la adquisición de nuevas bombas para sustituir equipos en mal estado, y brindar el servicio a lugares donde hay carencia parcial o total de agua. Pero si no se contienen los salideros, no lograrán gran cosa, y el dinero invertido en la compra de las bombas se perderá.
El tema de la urgencia de reparar las redes hidráulicas es añejo. Los medios de comunicación estatales a cada rato hacen comentarios sobre las posibles soluciones, pero por doquier vemos salideros.
Hay lugares en la capital en que llega el agua cada cuadro días, y en el interior del país, en ocasiones, están más de 15 días sin recibir agua.
Esta situación trae otros problemas anexos. La higiene se hace precaria, y como deben acumular agua en recipientes, que no siempre cuentan con condiciones básicas para su almacenaje, y no toman medidas preventivas, las enfermedades son frecuentes por esta causa.
Una complicación añadida son los criaderos de larvas de mosquitos debido a las aguas estancadas y a que no todas las personas tienen el cuidado de tapar bien los envases. Y recordemos que los mosquitos, con sus picadas, trasmiten enfermedades como el dengue, que pueden resultar mortales si no se recibe adecuada atención médica.
También se bota agua en las instalaciones hidráulicas en los hogares, que en una gran parte de los inmuebles, ya sea casas individuales o edificios multifamiliares, se encuentran, al igual que el resto de la construcción, en muy mal estado por los años que tienen y el tiempo sin mantenimiento.
Los herrajes de plomería solo se pueden conseguir a través de los trabajadores por cuenta propia y en las Mipymes. Y sus precios son de espanto. Cualquier llave de agua común cuesta, si es plástica, entre $250 y $350 pesos. Si es metálica, importada, puede costar entre 1.500 y 2.000. Las tuberías, codos y nudos, también son caros. Los plomeros cobran miles de pesos por realizar cualquier reparación. Si ponen los materiales, cuesta mucho más.
En Cuba, donde los ríos son pequeños y de poco caudal, el agua de lluvia se acumula en presas y embalses. El manto acuífero se reduce notablemente en épocas de sequía, lo que ha provocado que desde hace años se trabaje en una obra hidráulica gigante (el Trasvase) en la zona oriental del país.
En el Noticiero Nacional de Televisión, el máster Argelio Fernández, del Instituto de Recursos Hidráulicos, da partes semanales sobre las reservas de agua existentes en el país. Y muchas veces no es buena la situación que explica.
Hay constantes anuncios para crear conciencia en la población acerca de la necesidad del ahorro de agua, pero no se acaban los salideros.
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Sin agua se queda La Habana con tantos salideros
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17.04.2024
LA HABANA, Cuba.- En los 300 metros de extensión de la calle Atocha, que va desde Palatino hasta Santa Teresa, en El Cerro, el trabajo de sustituir las redes hidráulicas en mal estado lleva años y hasta hoy sigue sin concluir. El tramo de Zaragoza a Palatino ya es intransitable para vehículos. Según vecinos de dicha cuadra, hace dos meses comenzaron a sustituir los viejos tubos por unos nuevos de polietileno, pero hubo un empate imperfecto y el salidero es descomunal. Existe un hoyo abierto tan grande, que parece una piscina, y el chorro de agua que brota, un jacuzzi.
En el espacio reparado, como nunca se asfaltó, la hierba ha crecido a una altura de casi un metro.
Hay otro salidero desde la cuadra anterior, que mantiene un río constante de agua y corre hasta el hueco en reparación. Una persona del lugar me dijo que “esto lleva así como ocho o 10 años”.
Este sitio se encuentra a unos 700 metros del Acueducto de Albear, el más antiguo de la capital, y el principal que abastece del precioso líquido a buena parte de la población habanera.
Hay salideros también en la calle lateral al conducto por donde cargan de agua las pipas en esta instalación. Dos de los tubos........
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