Hace algunos años escribí que Bolívar era uno de esos hombres que hasta después de muertos, le temían. Me refería entonces a la denuncia que el gobierno bolivariano encabezado por Nicolás Maduro realizaba sobre algunos productores privados o dueños de empresas cinematográficas en Venezuela, quienes se habían negado a proyectar el filme recién estrenado del director Luis Alberto Lamata, “Bolívar, el hombre de las dificultades”.

El propio presidente Maduro dijo por aquellos días públicamente que lo que se acometía al censurar la película era un delito, calificando a los responsables como bandidos que despreciaban la cultura, mientras vendían y promovían en otras, fenómenos despreciables como la prostitución y la violencia.

Para el presidente venezolano, Simón Bolívar parecía ser perseguido por la burguesía; unos, censuraban sus verdades y la fuerza de su ejemplo y otros, como el entonces candidato opositor y fascista de la derecha venezolana Henrique Capriles Randonski, se presentaba ante un proceso electoral denominando a su comando de campaña con el nombre del Libertador, intentando contraponerlo al de Nicolás Maduro que enarbolaba la imagen, los pensamientos, las acciones delineadas por el Comandante Hugo Chávez, recientemente fallecido.

No asombra entonces que nuevamente arremetan contra la imagen del “hombre de las dificultades” como si se quisiera enterrar para siempre su dignidad, su entereza y su entrega por la libertad. Y es que justo este fin de semana último, en el Monte Sacro de Roma, se derribó y se intentó romper en pedazos un busto del Libertador de América a donde acuden frecuentemente personas de muchas nacionalidades y especialmente, latinoamericanos residentes en Europa y amigos solidarios con Venezuela a realizar actividades y rendirle tributo.

Tampoco es la primera vez que ese tipo de acciones ocurren en ese lugar y con sumo respeto y cuidado, ese busto ha sido restaurado, colocado en su lugar y cuidado con ahínco y pasión por muchos “agradecidos” y amantes de las causas justas de este mundo.

A mi memoria viene también lo acontecido tras el golpe de Estado de 2002, cuando el tristemente célebre Pedro Carmona, sucesor golpista, dijo que entre sus primeras medidas estaría eliminar el adjetivo “bolivariana” del nombre oficial del país. Y este tipo de irracionalidad no la hemos visto solo contra Bolívar, pues múltiples son los ejemplos con los que han intentado mancillar o borrar lo que representan para nuestros pueblos hombres como Martí, el Che, Evita Perón en Argentina, Sandino en Nicaragua, entre otros muchos.

“Esto es lo que quisieran hacerle al pueblo venezolano”, dijo Maduro en su cuenta en la red social X este lunes, seguro de cuánto significaría que olvidemos de donde venimos y todo lo que se ha luchado, toda la sangre derramada por conquistas que tenemos hoy y que son un peligro para las burguesías del mundo, incluyendo la venezolana, que por estos días vuelve a ser frenada por la ley, la constitucionalidad y los deseos de paz.

“Que les quede claro, ¡no se lo vamos a permitir! Con Bolívar vamos siempre hacia la victoria”, ratificó el mandatario. Sabe que – como aprendimos también los cubanos – son nuestros héroes y mártires el altar más sagrado de la Patria y en su defensa, está en juego el futuro, nos va la vida.

QOSHE - Con Bolívar siempre: en ello nos va la vida - Bertha Mojena Milián
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Con Bolívar siempre: en ello nos va la vida

23 0
06.02.2024

Hace algunos años escribí que Bolívar era uno de esos hombres que hasta después de muertos, le temían. Me refería entonces a la denuncia que el gobierno bolivariano encabezado por Nicolás Maduro realizaba sobre algunos productores privados o dueños de empresas cinematográficas en Venezuela, quienes se habían negado a proyectar el filme recién estrenado del director Luis Alberto Lamata, “Bolívar, el hombre de las dificultades”.

El propio presidente Maduro dijo por aquellos días públicamente que lo que se acometía al censurar la película era un delito, calificando a los responsables como bandidos que despreciaban la cultura, mientras vendían y promovían en otras, fenómenos despreciables como la prostitución y la violencia.

Para el presidente venezolano, Simón Bolívar parecía ser perseguido por la burguesía;........

© Cubasí


Get it on Google Play