Sigo epatado con el modo en que Arnaldo Otegi nos comunicó su decisión personal de no aspirar por tercera vez a ser lehendakari. Maravillado por las posibilidades de psicoanálisis incrustado en la literalidad de sus palabras, que salpican de entrecomillados esta columna. En un mundo plagado de incertidumbres, percibo en el líder de EH Bildu un liderazgo interno incontestable que refuerza su capacidad de decir a los suyos lo que toca y lo que no, con la Mesa Nacional expectante a sus deseos: “Yo voy a decidir en función de si es bueno o no para esta parte del país, con mis criterios” (sic). Al parecer, lo ha consensuado consigo mismo después de que Sánchez le confirmara que no será lehendakari con los votos socialistas.

Preocupado por la sostenibilidad de nuestras pensiones, prolongará su propia vida laboral más allá de la edad legal de jubilación y aspira a ser el Joe Biden vasco al frente de EH Bildu. Otegi porta con resignación su condición de oráculo: “Yo tengo un problema: la gente me vota” (sic). Condición ganada a pulso por su compromiso con sus nuevos militantes, que empiezan a ser tan alegres y combativos como aquellos que recordamos decorando las paredes de nuestros pueblos: “Hice el esfuerzo por tratar de convencerles de que no había tarea más hermosa en el país que comprometerse con los valores de la izquierda y del soberanismo” (sic). Aquí suenan campanitas y al día le faltan horas para darle las gracias por “el esfuerzo” de salvar a otra generación de acabar descarriada.

Aunque, tras dos derrotas electorales, y después de construir una exitosa campaña de expectativas de sorpaso –y ya van tres– que amplifican la derecha y la izquierda españolas por sus propios intereses, también cabe que el riesgo de retirarse con un tercer fracaso sea demasiado, incluso para su abnegado espíritu. Porque rula por ahí una encuesta que dice que no está para ganarle al PNV. Aunque puede ser que aspire a retos aún inabarcables para nuestra comprensión: “Mi sitio no está en el Parlamento de los tres territorios” (sic). A ver si su reino no va a ser de este mundo.

QOSHE - Otegi vuelve a salvarnos - Iñaki González
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Otegi vuelve a salvarnos

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02.12.2023

Sigo epatado con el modo en que Arnaldo Otegi nos comunicó su decisión personal de no aspirar por tercera vez a ser lehendakari. Maravillado por las posibilidades de psicoanálisis incrustado en la literalidad de sus palabras, que salpican de entrecomillados esta columna. En un mundo plagado de incertidumbres, percibo en el líder de EH Bildu un liderazgo interno incontestable que refuerza su capacidad de decir a los suyos lo que toca y lo que no, con la Mesa Nacional expectante a sus deseos: “Yo voy a decidir en........

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