Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. Bueno, aún no, pero el golpe se ha dado y en firme, a un edificio en cuestión, de muchas viviendas y en un municipio de Almería de cuyo nombre no quiero acordarme. Prietas las filas en ambos bandos andan a ciegas consultando, declarando, asimilando, sin saber cuando o cómo verán algo de luz. En los despachos consistoriales hay una calma tensa, como si aquí no pasara nada. Ajeno a los asuntos de calado aún no calado, despacho en los despachos y voy del corazón a mis asuntos, subo los regios escalones y siempre me fijo en el cuadro La matanza de los inocentes, de Perceval, que inmutable, noble y eterno en sus clásicos marcos, desde una columna apoyado, apura un Kedive, reclinado y entre el humo azulado, el autor observa la matanza, viendo como se consuma el desastre. Veo fugazmente al alcalde, como siempre sin dejar de gestionar de pie yendo de un lado para otro, dar rápidas instrucciones, como una roca, pero resuelvo mis cuestiones y parto. Parto, parto, ma tu ben mío, me voy pero, tú, bien mío, vuelve a estar en paz conmigo. Como si no pasara nada todo el mundo está en su sitio a pesar del terremoto que, optimistas, opinan que no ha resquebrajado los cimientos, que no ha pasado nada, que no va a pasar nada, que no habrá bola de nieve, ni cámaras, ni periodistas, ni pancartas. El domingo paseo por el eterno Paseo, no tan lleno como las plazas de las grandes ciudades, esas que salen en la televisión, abarrotadas y llenas de frío, pero aquí solo el frío entra en las tiendas en las que no hay colas de domingo en el mostrador, frías ventas con casi calor en la calle, aunque en el sitio equivocado de la cafetería entra el mismo frío cada vez que se abre la puerta automática. Subiendo bajan esta vez sí, pancartas y consignas y sueño que detrás de unas pancartas siempre van otras, y después otras, todo el mundo reclamando algo, protestando por algo. Y yo sólo observo todos los desastres como Perceval, como el que es sólo espectador, cerca de la escena pero solo espectador, es decir, el problema, como la película El puente, que sí, que no forma parte de los actores de la función y ese es el problema, que sólo es espectador. Ante las expectativas que siempre, como en el cuadro, vislumbro sobredimensionadas y terribles, parto, parto, a estar en paz, al menos conmigo.

QOSHE - Castillos en el aire - Fco. Sánchez Collantes
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Castillos en el aire

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13.12.2023

Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. Bueno, aún no, pero el golpe se ha dado y en firme, a un edificio en cuestión, de muchas viviendas y en un municipio de Almería de cuyo nombre no quiero acordarme. Prietas las filas en ambos bandos andan a ciegas consultando, declarando, asimilando, sin saber cuando o cómo verán algo de luz. En los despachos consistoriales hay una calma tensa, como si aquí no pasara nada. Ajeno a los asuntos de calado aún no calado, despacho en los despachos y voy del corazón a mis asuntos, subo los regios........

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