Del edificio de las alturas del centro de la ciudad sale un hombre de baja estatura que ha llegado a casi lo más alto y me cruzo con él, siempre de traje azul y corbata a juego. El traje azul es el uniforme de los triunfadores. Ahora todos los políticos, los empresarios importantes y las personas vip llevan traje azul. Una persona vip es una persona que a pesar de que todas las observaciones indiquen que el color de cierta cosa es negro, él asegurará que es blanco o a lo mejor dirá que efectivamente es negro, en función de la conveniencia de que sea de uno u otro color. Antes muchos hombres vestían de traje y podría ser gris, azul o negro, pero se estilaba el gris, hasta que Sabina empezó a llamarles el hombre del traje gris y decidieron en masa que ese color ya no era adecuado al optimismo necesario para ver las cosas no del color que son o del color con que se ve con el cristal con que se mira sino del color que conviene a sus intereses. Pero el hombre con el que me cruzo aunque lleve el traje color azul sus ideas son siempre grises porque no quiere estar donde está. Está en esa disyuntiva entre seguir en el puesto, que aún así tiene que seguir porque no tiene otra, convertirse en un gris empleado sin preocupaciones, que probablemente no se lo admitirían, o huir hacia delante y torear a base de traje azul todo lo que le venga por delante con el desparpajo necesario para convencer a todo el mundo de que lo negro es realmente blanco o que realmente es negro según convenga y aprovechar la rampa de lanzamiento donde le han colocado para ponerse a buen cobijo de la sombra que hace el de más arriba y en cuanto se descuide, de un zarpazo subirse encima de él. Será entonces cuando verá que hay otro más arriba, y otro, y otro, y tendrá que cavilar hasta donde llega su ambición. Mientras, arrastra su maletín, o cartera chiquita. Ya no hay nada que llevar en el maletín, ni siquiera el alma a buen recaudo porque ya nadie la tiene, sólo turbios pensamientos sobre si todo esto me compensa o, estando en la disyuntiva, más vale ser un currito de horario y pantalla de ordenador yéndose a casa sin maletín ni cartera a comer comida que ha ido haciendo la thermomix, tumbarse en el sofá a hacer la siesta, y no rumiar sobre recuperaciones, objetivos, reuniones y precipicios que afrontar al día siguiente, a las 8:30, cuando el abismo está nada más cruzar la puerta de la oficina.

QOSHE - El hombre gris - Fco. Sánchez Collantes
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El hombre gris

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15.11.2023

Del edificio de las alturas del centro de la ciudad sale un hombre de baja estatura que ha llegado a casi lo más alto y me cruzo con él, siempre de traje azul y corbata a juego. El traje azul es el uniforme de los triunfadores. Ahora todos los políticos, los empresarios importantes y las personas vip llevan traje azul. Una persona vip es una persona que a pesar de que todas las observaciones indiquen que el color de cierta cosa es negro, él asegurará que es blanco o a lo mejor dirá que efectivamente es negro, en función de la conveniencia de que sea de uno u otro color. Antes muchos hombres........

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