Luz sin luz
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá. Irazoki es Cristo real desde las seis de la mañana viendo sus rostros toscos e increpando a los escribas y fariseos. Más tarde el obispo saluda a personas sentadas antes de saludar a las autoridades. Las autoridades perfectamente engalanadas ocupan su puesto en el palco principal. Si llueve, ellos no se mojarán, quizá el obispo, sí. Irazoki entra en Jerusalem entre palmas y olivos. Las palmas, de la palmera, que es la única planta que crece en el desierto. Los brotes de olivo que alimentan a las personas. ¿Veis todo esto? En verdad os digo que........
© Diario de Almería
visit website