Hay pocos cuadros que te remuevan por dentro, de una forma tan intensa, como “El Grito”. La pintura fue creada en 1893 por el pintor noruego Edvard Munch. La obra presenta a una figura mitad humana, mitad espectro, que parece estar presa de una intensa desesperación. El protagonista está enmarcado en un paisaje extraño, surrealista, con un cielo rojizo y ondulado. Y de fondo unas siluetas humanas parecen ajenas a la escena principal. Algunas interpretaciones sugieren que el sujeto está gritando mientras que otras hipótesis apuntan a que, en realidad, se tapa los oídos precisamente para evitar escuchar a su yo interior. En lo que todo el mundo coincide es que la ilustración expresionista representa la angustia y la soledad. Y todo ello se narra desde un sepulcral silencio.

El significado que encierra gritar en silencio puede evocar diferentes interpretaciones emocionales y simbólicas. Esta forma de grito pude ser una manera de liberar un bloqueo tan profundo que se nos antoja incapaz de liberarse verbalmente. También representa la invisibilidad de las luchas internas puesto que, muy a menudo, la dificultades emocionales no son evidentes para los demás. Muchas personas de nuestro entorno, cuando no nosotros mismos, sufrimos en silencio sin expresar abiertamente nuestro dolor. En otras ocasiones esta forma de gritar se puede asociar a la autocensura y la represión emocional puesto que son muchos los momentos en los que no expresamos nuestros verdaderos sentimientos por temor al juicio, rechazo o cualquier otra consecuencia negativa. Pero si hay algo auténticamente primigenio en el hecho de gritar en silencio es la proyección catártica de un dolor tan profundo que no puede ser expresado con sonidos o palabras. Determinadas experiencias son tan intensas que la única forma de exorcizarlas es chillando hacia dentro en un sonido tan sobrehumano que no se escucha aunque se sienta. Y aunque todo esto pueda parecer un tanto contradictorio les recomiendo la siguiente experiencia. Tómese unos minutos y busque un lugar donde nadie le interrumpa. Teclee en el navegador de su móvil “el grito”, ábralo a pantalla completa y contémplelo. Preste atención a las emociones y los recuerdos que emerjan. Pronto conectará con esa parte de usted que, aunque ahora se encuentre amordazada, siempre amenaza con lanzar ese alarido sordo. Porque el mayor grito de angustia siempre se hace en silencio.

QOSHE - Gritar en silencio - Fernando Collado Rueda
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Gritar en silencio

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12.12.2023

Hay pocos cuadros que te remuevan por dentro, de una forma tan intensa, como “El Grito”. La pintura fue creada en 1893 por el pintor noruego Edvard Munch. La obra presenta a una figura mitad humana, mitad espectro, que parece estar presa de una intensa desesperación. El protagonista está enmarcado en un paisaje extraño, surrealista, con un cielo rojizo y ondulado. Y de fondo unas siluetas humanas parecen ajenas a la escena principal. Algunas interpretaciones sugieren que el sujeto está gritando mientras que otras hipótesis apuntan a que, en realidad, se tapa los oídos precisamente para evitar........

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