No han hecho algunos alcaldes sino anunciar restricciones de agua para que empiece a llover torrencialmente. El hecho demuestra que esta es tierra de contradicciones y de mala suerte, aunque, al final, los alcaldes/gafes han traído la lluvia, que era lo importante. A lo mejor, quienes viven obsesionados con el cambio climático, cosa más propia de la izquierdona, la verdad, van a tener que reconocer que lo que se está produciendo es un corrimiento de las estaciones tradicionales. Es decir, que marzo tendrá el clima de enero y que el verano empezará en agosto. Y que, en diciembre, la Navidad no será blanca del todo y lloverá torrencialmente en julio. Todo esto supondrá la ruina del negocio de la niña/meteoróloga, Greta Thumberg, y de la que tiene montada. Y también la caída en picado del refranero español, que mantiene a la lluvia como tradicional protagonista. En vez de ladrar prohibiendo rellenar las piscinas en una tierra que vive del turismo, algunos alcaldes deberían trazar planes para almacenar mejor el agua que cae, que generalmente se va al mar por falta de previsión. Y revisar las redes de abastecimiento público, algunas de las cuales pierden más del 50% del caudal por falta de mantenimiento o de renovación. Y de convencerse, todo el año, de que estamos consumiendo aguas fósiles, pero que también hemos adoptado un modelo productivo -el del sector servicios- que consume mucho, lo cual se evitaría montando desaladoras suficientes para vaciar el Atlántico, que está ahí y es nuestro, en vez de tomarla con las piscinas. Y conste que yo no tengo piscina, ni me baño en la bañera, sino que me ducho todos los días. Eso sí, me tomo mi tiempo y seguiré tomándomelo. Con la mitad de lo que se mamó Koldo, montamos un par de máquinas para potabilizar el agua del mar.

QOSHE - El mal del político - Andrés Chaves
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El mal del político

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06.03.2024

No han hecho algunos alcaldes sino anunciar restricciones de agua para que empiece a llover torrencialmente. El hecho demuestra que esta es tierra de contradicciones y de mala suerte, aunque, al final, los alcaldes/gafes han traído la lluvia, que era lo importante. A lo mejor, quienes viven obsesionados con el cambio climático, cosa más propia de la izquierdona, la verdad, van a tener que reconocer que lo que se está produciendo es un corrimiento........

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