La Paleta era un bar de copas permisivo del Puerto de la Cruz, donde la juventud de entonces retozaba a gusto y exenta de vigilancias. De vez en cuando, había que espantar a algún mirón, más bien viejuno, que espiaba desde el paseo superior, a través de la cristalera, porque La Paleta era semisótano y sótano, en dos niveles. No era caro y lo regentaba una china, o quizá japonesa, que a mí el tiempo me difumina la memoria y veo gallos donde debería ver gallinas. Una vez, el padre de un amigo mío de Écija me regaló un gallo de pelea que yo quería traer a Canarias. El gallo estaba tuerto, consecuencia de una de sus batallas. Lo até unos días de una pata y le monté una caseta en el balcón del colegio mayor Fernando el Santo, con el que todavía sueño de lo feliz que fui allí. Y luego, en una jaula, lo trasladé a Tenerife en la bodega del DC-9 que cubría el trayecto entre San Pablo y Los Rodeos. Lo solté en la finca de mi abuelo en La Dehesa, que nos acaba de comprar a mis primos, a mis hermanos y a mí el Loro Parque, y el gallo se desfogó con las gallinas del medianero que correteaban, libres, por el lugar. Mi padre lo usó para castear y el gallo produjo una saga de giros reales extraordinarios, que ganaron muchas peleas. Hace más de medio siglo de eso. No sé por qué he mezclado aquel templo de libertad juvenil que era La Paleta con el giro ecijano, pero me da para una historia o, al menos, para un artículo. Algunas veces me acuerdo del gallo, que cantaba al amanecer en el balcón del colegio mayor y que despertaba a todos sus habitantes. Todavía me acuerdo de la matrícula del avión de Iberia en el que viajamos: EC-BIO. Joder.

QOSHE - La Paleta - Andrés Chaves
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La Paleta

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09.04.2024

La Paleta era un bar de copas permisivo del Puerto de la Cruz, donde la juventud de entonces retozaba a gusto y exenta de vigilancias. De vez en cuando, había que espantar a algún mirón, más bien viejuno, que espiaba desde el paseo superior, a través de la cristalera, porque La Paleta era semisótano y sótano, en dos niveles. No era caro y lo regentaba una china, o quizá japonesa, que a mí el tiempo me........

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