Viejo pesado
Le comentaba el otro día a un amigo que estoy en riesgo de convertirme en un viejo pesado. Reitero los recados que hago, me preocupo innecesariamente por ciertas cosas, deploro la impuntualidad, me entrego a la impaciencia, sufro de revoltillos en la cabeza, pienso que me voy a morir y que me van a encontrar, podrido, dos días después, llamo por teléfono a los amigos, quizá con más frecuencia de lo imprescindible; justo........
© Diario de Avisos
visit website