Ganó Milei. Y eso en una democracia histórica sería un desatino. Pero en Argentina ocurrió. Porque desde el pucherazo conservador de las elecciones del año 1931 los gobiernos sucesivos han sido una farsa; solo han protegido los intereses de la oligarquía. A ese punto llegó Perón y desde esa historia la presencia siniestra. Que implica usurpación del poder (como hizo la atroz dictadura de los 70) y la corrupción. De lo cual se deduce lo que allí sucede. El gobierno no interviene, no puede intervenir. Se sustancia una economía oficial y una economía subsidiaria. La oficial opera con pesos, la otra con dólares. Y lo que implica esa conmoción es que ha desaparecido la clase media, que es quien consume; dos, para el común de los mortales se arrastra como un monstruo la condena de la inflación; y, tres, desde hace tiempo, el país se ha dividido en dos: los ricos, los muy ricos, por lo general con la fortuna fuera del país, y los pobres, los muy pobres que viven malamente con el subsidio del gobierno. Una atrocidad manifiesta: más del 40% de los argentinos, casi la mitad de la población, es pobre; en muchos casos sujetos/familias de extrema pobreza, como ocurre en las villas miseria de Buenos Aires. ¿Qué da en razón ese argumento en los últimos años? Fguras que contemplamos: Menem, de la Rúa, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Macri…
Hoy Argentina es un país al que ellos llaman, por el lunfardo, un “quilombo”. De donde concurrieron dos registros enfrentados: Sergio Massa y Javier Milei.Uno guardaba el llamado “sentido común” del gobierno, el otro proponía erradicar de raíz el modo de ser de la política. Eso se constató. ¿Cómo lo leyeron los votantes? Se preguntaban: ¿cómo va a salvar este país alguien que ha sido hasta ahora ministro de economía? Y con eso se encuentra ahora Argentina: votó por un candidato que, en efecto, acaso abolirá el peronismo, se cargará el Banco Central que no cuenta ni con reservas, reducirá el cuerpo legislativo, privatizará todos los recursos del Estado (de la energía, centro de la corrupción, a los medios de comunicación, la sanidad…), asumirá el registro de la economía paralela por el dólar. Y eso votó, porque eso en si es cambio. Pero más: la razón ultraderechista impone reconvenir una larga lucha, pues no sanciona la dictadura; así se negarán a las madres de la plaza de mayo que buscaron a sus desaparecidos o gestos sublimes como la del poeta Juan Gelman que persiguió a la nieta que le arrebataron a la novia de su hijo asesinado, joven que también terminó muerta. Además la prohibición del aborto, las conquistas sociales, los grupos LGTBI y la clara sospecha en contra de la democracia que ese individuo manifiesta. Eso queda. ¿Qué resolverá Milei?, ¿será un pobre fantasma de las circunstancias?, ¿transformará Argentina tanto como pretende? Se sabrá.

QOSHE - Argentina - Domingo Luis Hernández
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Argentina

2 0
25.11.2023

Ganó Milei. Y eso en una democracia histórica sería un desatino. Pero en Argentina ocurrió. Porque desde el pucherazo conservador de las elecciones del año 1931 los gobiernos sucesivos han sido una farsa; solo han protegido los intereses de la oligarquía. A ese punto llegó Perón y desde esa historia la presencia siniestra. Que implica usurpación del poder (como hizo la atroz dictadura de los 70) y la corrupción. De lo cual se deduce lo que allí sucede. El gobierno no interviene, no puede intervenir. Se sustancia una economía oficial y una economía subsidiaria. La oficial opera con pesos, la otra con dólares. Y lo que implica esa conmoción es que ha desaparecido la clase media, que es quien consume;........

© Diario de Avisos


Get it on Google Play