Hace 235 días, el presidente Pedro Sánchez me nombró ministro de Industria, Comercio y Turismo. Una oportunidad sin precedentes que me ha aportado mucho aprendizaje y, ante todo, la satisfacción de trabajar por mi país, convertirlo en un lugar más próspero y consolidarlo como líder en sectores clave como los que correspondían a mi cartera. Hoy, esa etapa culmina. Pero vendrán otras igual de ilusionantes y enmarcadas por cuatro años de Gobierno progresista, que es lo más importante de todo.

Haciendo balance de estos ocho meses, puedo decir que ha sido un período repleto de hitos significativos para España. Hemos afianzado la cuarta revolución industrial. Hemos logrado que el éxito del turismo no solo se cuente en número de visitantes, sino en empleos de calidad, en destinos sostenibles y en excelencia. España ha alcanzado récords de inversión extranjera y se ha posicionado como líder en acuerdos comerciales claves con Europa y el resto del mundo.

Han pasado 235 días y en cada uno de ellos el equipo del Ministerio ha trabajado de forma incansable para lograr los objetivos que nos marcamos. Hoy, puedo decir con orgullo, que hemos cumplido y que esta es solo una pequeña muestra.

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