Cádiz fue una ciudad ilustrada, había muchas librerías e incluso “hemorragia de las imprentas” como se definió. Ahora todo el espacio destinado a la lectura ha sido ocupado por las tradiciones que, las Tres Cés del Cádiz Profundo: capilleo, carnaval y cadismo. Hubo un tiempo de famosos escritores: Ory, Quiñones, Caballero Bonald, Alberti. Ahora son famosos comparsistas y futbolistas de quienes no importa que estén condenados por maltrato porque ya están en el Panteón de Gaditanos Ilustres. Los que estamos en la edad provecta todavía nos acordamos de la Librería La Marina, Las Libreras, Mignon, Libros Cádiz, Petrarca o Cominero. Los necios que compramos libros tenemos cuenta en Jaime o Quorum, vamos a La Ratonera o Manuel de Falla y respetamos la labor de Plastilina. Eso sí, el Día del Libro se hicieron miles de lecturas, torcías una esquina y había alguien leyendo y unos cuantos a la espera de leer, que era el respetable público, hasta el año que viene por las mismas fechas. Las revistas literarias de antaño se fueron por el desagüe, en Cádiz solo algunos editan de vez en cuando: QBook, Mayi, El Boletín, Cazadores de Ratas. Como se dice por ahí: hay más escritores que lectores, eso que los editores llaman “libros de vanidad”, los que se autoeditan o se pagan una edición para poder señalarse a sí mismos como escritores, que suena a aquel chiste del aprendiz que llega el primer día al taller y dice “¿nosotros los sastres dónde colgamos la capa?”. Recuerdo unas Navidades en las que convencieron al Kichi para que se hiciese unas cuantas fotos haciendo las compras en el comercio tradicional: no visitó ni una sola librería. Nunca he visto comprando libros a muchos de los improvisados lectores del pasado martes, debe ser que compran en Amazon, o van a otra hora a las librerías de Cádiz . Así se empobrece un sector que fue pujante en la ciudad no hace tanto. Queda algún club de lectura, asociaciones de lectores, alguna presentación de libros en Cajasol, la APC o la UCA, poco más. Sin ir más lejos, el concejal de Educación del Ayuntamiento de Cádiz comete faltas de ortografía, no es de extrañar que en comprensión lectora, dentro del Informa PISA, estemos en el furgón de cola de España que a su vez tiene de los peores índices de la OCDE. No hay ni que decir que leer es vivir otras vidas, viajar a lugares lejanos, tener experiencias maravillosas escritas por gente culta que saben expresar sus sueños o lo que sale de ese lugar infinito que es la imaginación. Dice el Ayuntamiento que Cádiz es la Ciudad del Libro y que quiere ser Capital Mundial del Libro, ojalá. Empecemos por escribir bien, sigamos por comprar libros y concluyamos leyéndolos.

QOSHE - Todo está en los libros - Fernando Santiago
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Todo está en los libros

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25.04.2024

Cádiz fue una ciudad ilustrada, había muchas librerías e incluso “hemorragia de las imprentas” como se definió. Ahora todo el espacio destinado a la lectura ha sido ocupado por las tradiciones que, las Tres Cés del Cádiz Profundo: capilleo, carnaval y cadismo. Hubo un tiempo de famosos escritores: Ory, Quiñones, Caballero Bonald, Alberti. Ahora son famosos comparsistas y futbolistas de quienes no importa que estén condenados por maltrato porque ya están en el Panteón de Gaditanos Ilustres. Los que estamos en la edad provecta todavía nos acordamos de la Librería La Marina, Las Libreras, Mignon, Libros Cádiz, Petrarca o Cominero. Los necios que compramos libros........

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