La realidad es que nada de los que vemos ocurre tal y como lo percibimos. Nuestro cerebro interpreta lo que ve en función de nuestras creencias, valores, costumbres y educación. Nos ocurre siempre. Después de una conversación, cada una de las personas implicadas recuerda la parte que más le interesa y ha interpretado a su medida según su lógica de pensamiento. También pesa mucho lo que no se dice. El lenguaje no verbal transmite tanta información que recordamos como palabras dichas lo que sólo fueron gestos, a veces fruto de la traición del subsconciente. Y ahí surge también la confusión. Cada uno interpreta que el interlocutor ha dicho algo que nunca verbalizó, pero que recordamos como palabra .

Cuando los científicos se plantean qué y cómo investigar lo hacen bajo sus propias vivencias y experiencias. A esto se refiere Dona Haraway cuando habla de «conocimiento situado». Las conclusiones sobre un mismo fenómeno podrán ser diferentes dependiendo de la herencia cultural de la persona que las interpreta, las herramientas que utiliza, su experiencia de vida o su lugar en el mundo. Quizá el lector se está preguntado en este momento. «Bien, ¿acaso eso es malo?» Pues lo ha sido durante años donde el conocimiento lo han generado personas con un perfil bastante uniforme: hombres blancos con alto poder adquisitivo. Esto ha dado lugar, hasta hace pocos años, a que algunas perspectivas no se hayan incluido dentro del diseño y desarrollo de proyectos de investigación (mujeres, personas de distinta raza, orientación sexual o que vivan en otros puntos del planeta), incluso cuando esos proyectos les afectaban directamente. Pongamos un ejemplo ya bastante conocido. Cuando habla de los síntomas de un ataque cardiaco ¿en qué piensa? ¿dolor en el pecho, quizá? El dolor en el pecho no es el síntoma más común en las mujeres, que suelen tener otros en otras partes del cuerpo, vómitos o mareos. No incluir la perspectiva de género, como en este caso, o cualquier otra en la descripción de los síntomas de infarto ha conllevado a un desconocimiento de la sintomatología con un infradiagnóstico y múltiples repercusiones. Lo mismo ocurre con la raza, la edad, la orientación sexual o el lugar del mundo en el que se viva. Es de vital importancia incluir voces diversas que vivan (o hayan vivido) en contextos diversos, porque de esa diversidad nacerá un conocimiento más inclusivo y adaptado a la realidad social. Estas realidades no solo deben ser incluidas como sujetos de investigación, sino también dentro de los grupos como investigadores, para que aporten perspectivas sobre qué preguntas son interesantes contestar y cómo se pueden responder. Visiones y experiencias variadas que hagan de la ciencia un conjunto de saberes más realista y plural.

QOSHE - Realidades sesgadas - Carmen Tapia
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Realidades sesgadas

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27.01.2024

La realidad es que nada de los que vemos ocurre tal y como lo percibimos. Nuestro cerebro interpreta lo que ve en función de nuestras creencias, valores, costumbres y educación. Nos ocurre siempre. Después de una conversación, cada una de las personas implicadas recuerda la parte que más le interesa y ha interpretado a su medida según su lógica de pensamiento. También pesa mucho lo que no se dice. El lenguaje no verbal transmite tanta información que recordamos como palabras dichas lo que sólo fueron gestos, a veces fruto de la traición del subsconciente. Y ahí surge también la confusión. Cada uno interpreta que el interlocutor ha dicho algo que nunca verbalizó, pero que........

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