Alberto González Troyano escribió ayer en estas páginas lo que vengo pensando desde hace mucho, muchísimo. El comportamiento inexplicable de los diputados socialistas de Andalucía ante unos pactos de Pedro Sánchez que, claramente, perjudican a Andalucía toda vez que consolidan la injusta desigualdad de la región frente a otras regiones españolas, especialmente Cataluña. Ya ocurrió, bajo otras circunstancia, en el pasado. Digo que cayeron hilaturas y altos hornos porque las élites de entonces prefirieron otros escenarios, que no los andaluces. Tanto la estructura de propiedad de la tierra como el caciquismo y las políticas del gobierno de España para Andalucía han perfilado el ayer y el hoy de nuestra región. Los ayer políticos altivos que tanto hicieron por Andalucía, nos dice el profesor González Troyano, una vez infiltrados por la corrupción, han devenido en lo que hoy contemplamos y que formula como pregunta Alberto: “¿Les parece bien que, de nuevo, los herederos supremacistas de aquellos catalanes y vascos que obtuvieron del gobierno central, en el pasado, un injusto proteccionismo –causa de la obligada emigración de tantos andaluces– muestren, otra vez, sus mismas ambiciones insolidarias con el aplauso y las risas del presidente del Gobierno y máximo representante del partido socialista?”. Un frente de pactos como el que se ve obligado a hacer el presidente Sánchez sólo sería comprensible si, previamente, no lo hubiera hecho con los suyos. Si no lo ha hecho, malo; si lo ha hecho, peor. Pero es evidente que no lo ha hecho, creo que lo piensa González Troyano y lo pienso yo. Sería incomprensible que los socialistas andaluces, y los murcianos y valencianos y extremeños y castellanos, el conjunto del partido que representa a personas y territorios claramente perjudicados, una vez más, por el supremacismo, hayan dado su conformidad a la trapisonda. Page no remata sería el titular adecuado. Ni Puig ni los demás dirigentes. Ni hay diputados que renuncian a su escaño o se rebelan, abandonan la mansedumbre del sueldo holgado de parlamentario porque con lo sagrado no se juega ni se sienten menos que estos que van hinchados por la vida, mirándonos con cara de perdonavidas, con su suficiencia altanera y despreciativa. Puede que ayudaran a Pedro Sánchez más que perjudicarlo. El Poder a cualquier precio no es un buen negocio, sino lo contrario. Y esta cadena de mentiras que luego no eran sino simples cambios de opinión, puede que acabe siendo el principio del fin del PSOE, con sus más de cien años. Más de 70 diputados socialistas podrían poner en su sitio a los siete diputados de Junts y a los demás que van a rebufo de un camino que nos lleva al abismo. Feliz Navidad.

QOSHE - González Troyano - Enrique Montiel
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González Troyano

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19.12.2023

Alberto González Troyano escribió ayer en estas páginas lo que vengo pensando desde hace mucho, muchísimo. El comportamiento inexplicable de los diputados socialistas de Andalucía ante unos pactos de Pedro Sánchez que, claramente, perjudican a Andalucía toda vez que consolidan la injusta desigualdad de la región frente a otras regiones españolas, especialmente Cataluña. Ya ocurrió, bajo otras circunstancia, en el pasado. Digo que cayeron hilaturas y altos hornos porque las élites de entonces prefirieron otros escenarios, que no los andaluces. Tanto la estructura de propiedad de la tierra como el caciquismo y las políticas del gobierno de España para Andalucía han........

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