En 2024 se cumplen cuarenta años del cierre de una de las épocas más esplendorosas del fútbol vasco. Entre 1981 y 1984 las cuatro ligas se fueron para Euskadi, las dos primeras las ganó la Real Sociedad y las otras dos el Athletic de Javier Clemente, que en 1984 hizo doblete ganándole la Copa del Rey al Barcelona de Schuster y Maradona. Cuatro ligas que podrían haber sido cinco si la Real Sociedad en su visita al estadio del Sevilla un año antes de este cuatrienio no se encuentra con los dos goles del argentino Bertoni en la portería de Arconada.

En esos cuatro años, ETA asesinó a 146 personas. El derbi vasco se jugó el pasado sábado en San Mamés. Fue el único partido de Primera División en el que efectivos de la Policía Nacional no hicieron el saque de honor para sumarse al bicentenario de este cuerpo de la seguridad estatal creado en 1824. El mismo día tuvo lugar en Bilbao una manifestación en demanda de la puesta en libertad de los presos etarras. En esos cuatro años de los primeros ochenta, los destinatarios de este sentimiento de clemencia asesinaron a 33 guardias civiles, 30 agentes de la Policía Nacional, trece militares, cinco policías municipales, tres mandos de la Armada y dos miembros de la Guardia Real. Diecisiete de las víctimas eran andaluces. Con casos tan curiosos como el de César Uceda, nacido en Andújar, que de niño se trasladó al País Vasco, formó parte de la Banda Municipal de Bilbao y fue asesinado en esa misma ciudad dejando viuda y nueve huérfanos cuando era teniente del cuerpo de Músicos Militares. Juan Rodríguez Rosales, natural de Valdepeñas de Jaén, se fue al País Vasco, trabajó de mecánico, en la construcción y en 1969 empezó como policía municipal de Lekeitio, localidad donde sería asesinado.

Trayectorias de las que está lleno el libro Vidas rotas, de Rogelio Alonso, Florencio Domínguez y Marcos García Rey. No hubiera estado mal el saque de honor en memoria del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, 39 años. Trece días después de su secuestro, apareció con un tiro en la sien, la boca amordazada, cerca de Galdácano. Su viuda, María Ángeles Alonso, lo retrataba como “un incansable seguidor del Athletic, no se perdía un partido. Era el farmacéutico que atendía a los jugadores. Conocía a Txetxu Rojo…”.

María José García Sánchez fue asesinada en Zarauz el 16 de junio de 1981. Tenía 23 años, fue la primera agente muerta en acto de servicio en atentado terrorista. Era una de las 41 integrantes de la primera promoción de mujeres policías. Había estado destinada en la Brigada de Estupefacientes de Sevilla.

Antonio Gómez García, gaditano de Bornos, había trabajado de escolta del socialista Txiqui Benegas, y fue asesinado en San Sebastián. El senador socialista Enrique Casas, granadino de Guadix, tenía ese 23 de febrero de 1984 dos actos electorales en San Sebastián y en Andoain. Nunca llegó a ninguno.

Muchas vidas rotas y ni un mísero saque de honor. ¡Ay, los curas, futbolistas y cocineros! Qué poco hicieron por denunciar la barbarie. Las iglesias se vaciaron en el PaísVasco. Los restaurantes y los estadios se siguen llenando. Pan y circo.